10

2.4K 191 19
                                    

"De regreso"

Mis ojos se abrieron de repente cuando escuché un estruendo fuera. La lluvia golpeaba con fuerza las ventanas descubiertas de la sala de estar donde estábamos durmiendo todos.

Tomé mi celular, viendo la hora. 8:45 am, apreté mis ojos con fuerza y maldije al maldito trueno que me había sacado de mi sueño.

Nadie parecía estar despierto, claro, era la única que al más mínimo ruido se despertaba y no podía volver a pegar el ojo. Lo estaba a mi derecha y Jo a mi izquierda, Claire acurrucada en el pecho de Timothée y Jake en el baño contiguo descansando al lado del retrete. Al menos, cumplió con su cometido.

¿Debería aguardar hasta que alguno de ellos se despertara? ¿O podría salir a buscar algo de desayunar?

Me decanté por la segunda, por mas que lloviera, necesitaba algo de aire fresco. Me puse algo mejor para salir a la calle, tomé uno de los paraguas que se encontraban al lado de la puerta del apartamento y salí.

Las calles estaban un poco vacías, la lluvia y ser un domingo a las nueve de la mañana hacían su parte. Sabía que a unas cuadras se encontraba una cafetería que podría encontrar algo para desayunar con mis amigos.

Boston era tan bonito, que me arrepentí un poco de no haber aceptado la propuesta de papá cuando tenía 15 años. Ahora viviría con él y Salem y tal vez todos los problemas que tengo nunca hubieran existido.

¿Qué problemas? Me cuestioné. Buen punto yo del subconsciente.

—¿Sí, que quieres ordenar? —la amable chica de la cafetería me sacó de mis pensamientos.

—Uhm, 6 cafés... cinco con mitad de leche y uno negro —me sorprendía que hacia tan poco tiempo que conocía a Tim que ya sabía su orden de café.

—¿Algo más?

—Sí, seis beagles con queso crema.

La chica asintió y me cobró el total, me senté en una de las mesas a esperar que mi pedido este listo.

—¿No pensabas decirme que estabas en la ciudad? —me giré a tal conocida voz y vi a mi prima parada allí. Ambas nos fundimos en un abrazo.

—Solo vine por el fin de semana...

—¿Ya no tienes tiempo para tu prima favorita? —puse mis ojos en blanco e hice un ademán para que se sentase conmigo— ¿que tal todo?

—Oh, bien. Vine a buscar algo para que mis amigos desayunen. Salimos de fiesta ayer.

—Típico del sexteto estrella —reí ante eso y jugué con una servilleta entre mis manos.

—Ya no lo somos más.

—¿Se han peleado?

—No, no... —miré hacia fuera, la lluvia había parado y el sol parecía querer salir— Mike está en una local de aquí.

—Oh, eso apesta...

—Juliet Niss... —dijo la chica que me había tomado la orden hace unos minutos y nos pusimos de pie.

El Internado •Timothée Chalamet Donde viven las historias. Descúbrelo ahora