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"Sexy francés."

—Comment ça va? (¿Cómo estás?) —Timothée apareció de la nada, susurrando en mi oído.

—¿Qué te sucede? —se sentó a mi lado en la mesa de la cafetería.

—Non, seulement français... (no, solamente francés) —puse mis ojos en blanco.

—Que voulez-vous maintenant? (¿Qué es lo que quieres ahora?)

—J'ai vu la scène entre toi et ton copain hier. (Vi la escena entre tú y tu novio ayer.)

—¿La scène? (¿La escena?)

—l'ont-ils fini? (¿Lo han terminado?)—mentiría si dijera que su acento no tenía un efecto sobre mí, imaginarlo hablando francés mientras...—l'ont-ils fini? —repitió.

—Oui... Quoi d'autre? (¿Algo más?)

—No... —se puso de pie para ir a buscar algo de comer y copié su acción.

—Tu étais seul? (¿Estabas solo?) —mi corazón latía rápido.

—Pour votre chance, oui. (Para tu suerte, sí) —mi alma volvió a mi cuerpo, tomé la taza de sus manos, captando su atención.

—Que faisais-tu là? (¿Que hacías allí?)

—Vous n'êtes pas le seul à avoir des relations sexuelles dans le hangar. (no eres la única que tiene sexo en el cobertizo.) —me mordi el labio, estaba avergonzada— Mais je traînais juste, rester calme. (Pero solo estaba pasando el rato, tranquila)

Él comenzó a caminar hacia la mesa otra vez, pero ahora estaba ocupada por nuestros amigos.

—Timothée... —él se volteó, su labio aprisionado con fuerza entre sus dientes, su nombre había salido con un acento francés de mi boca.

—¿Oui?

—Merci d'avoir gardé le silence (gracias por guardar silencio)

—C'est un plaisir... (es un placer)

Él no dijo más y volvió a la mesa. No tenía en claro porque comenzó a hablar Francés o que había pasado con el Timothée tímido que se convirtió compañero de cuarto de los chicos hace un mes atrás.

Me senté con ellos, tratando de hacer caso omiso a la mirada de Nolan, que parecía no cesar con nada. Estaba poniéndome incómoda y mis amigos lo estaban notando, pero no dijeron nada.

Antes de que suene la campana para la primera clase me puse de pie y me fui, a el único lugar en el que me sentía segura aquí.

—Juliet... —golpee mi frente con mi mano al escuchar la voz de Nolan detrás de mí. Saludé a Marge y me dirigí hacia los últimos estantes, tratando de perderlo en el camino—¿Tengo que hablarte en francés para que me prestes atención?

—Qué gracioso... —dije riéndome irónica— ¿tienes el tupé de venirme a hacer una escena ahora?

—Quiero arreglar las cosas...

—No. —le miré y tomé aire— Nolan, acéptalo de una vez, lo nuestro no iba bien desde que nos fuimos de vacaciones.

—Sólo fue con una...

—¿Con quién? —me arrepentí de preguntar— porque es alguien que sabía de lo nuestro o tú fuiste tan idiota en decirle que no me diga nada —él se rascó la nunca, pensando en que decir— ves Nolan ¿y te piensas que podemos seguir así? Si esto llega a oídos de mi tía, que tarde o temprano lo hará...

—Fuimos tan cuidadosos estos años...

—¿Te crees que nadie del colegio sabe? —me reí— si que eres idiota...

—No me digas así...

—¿Quieres que te diga pedófilo entonces? —me acerqué a él, acariciando su mejilla vulgarmente— porque eso es lo que eres y ahora déjame en paz si quieres seguir trabajando aquí. Deja de molestar a cualquier otra chica y ve buscando un nuevo empleo porque para el año que viene no vuelves —intenté seguir mi camino pero él me tomó del brazo con fuerza.

—Eres una perra resentida... —intenté safarme, pero estaba segura que eso dejaría marca— ¿ahora piensas contarle todo a tu tía? ¿Cuándo tú eras la puta que rogaba por más bajo mi cuerpo? —quise darle una bofetada justo allí, pero sería para hacer un escándalo escándalo innecesario.

—Tardé, pero me di cuenta de lo que eres Nolan. No eres el profesor que le da una oportunidad a la pequeña adolescente hormonada, no eres un príncipe azul —le miré fijo y pude pillarle desprevenido para soltarme de su agarre— eres un tipo que le gustan las niñas, y eso suena asqueroso en cualquier sentido —mis pies comenzaron a caminar, no sabía como tenía la fuerza de decir o actuar así pero de algún lado salió mi lado de perra.

—Ah... —me volteé— y sabe que yo no tengo nada que perder...

Al salir de la biblioteca todo mi cuerpo temblaba, me dirigí a los baños para poder refrescarme y recomponerme antes de las clases.

—¿Te encuentras bien, Ju? —Claire se apareció por uno de los cubículos y yo me asusté peor, no quería que nadie me viera— ¿sientes que vas a desmayarte de nuevo?

—No... tranquila —me puse algo de agua en la cara y la miré por el espejo— lo terminé con Nolan —tarde o temprano debía decírselo, y mejor ahora que tarde.

—¿En serio? —ella se acercó y me dio un abrazo, tal vez pensaba que esto realmente me afectaba—¿Cómo te encuentras?

—Bien... —suspire— libre...

—Eso está bien —ella rió.

—¿Qué tal con Timothée? —ambas comenzamos a ir a nuestra clase.

—Uhm, más o menos, no parece interesado en una relación ahora —tenía ganas de contarle todo a Claire, pero sabía que no iba a mantener su boca callada y que en cualquier momento se lo iba a decir a Tim.

—Oh, estoy segura que en algún momento se fijará en ti...

Se encogió de hombros y seguimos nuestra mini charla antes de entrar al salón en el cuál estaba Erin sentada en el escritorio, mirando fijo a la puerta.

—Señorita Niss ¿podemos hablar un segundo? —yo miré a Claire y le asentí para que vaya a su lugar, Erin se levantó de su silla con mala cara y fuimos al pasillo— supongo que Hal le dijo que cerrara la boca —bueno, si me sorprendió el tono y el vocabulario que estaba utilizando, ella siempre me pareció tan buena.

—¿Hal?

—El alumno Chalamet —¿o así que su segundo nombre es Hal? ¿Por qué ella lo llamaba así?

—Puede quedarse tranquila, no diré nada.

—Más le vale... —okay, esto me estaba dando miedo ¿en que momento la encantadora profesora Stan se había convertido en una perra?

Jake y Lo aparecieron detrás mío y ella pareció esfumarse, o tal vez me dejaron tan atónita sus palabras que no fui capaz de ver que ella se había ido.

—¿Estas en problemas? —Lorenzo puso una mano sobre mi hombro.

—Creo que no...

El Internado •Timothée Chalamet Donde viven las historias. Descúbrelo ahora