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"Regalo."

Ambos de mis hermanos vinieron temprano en la mañana a mi habitación para saltar en mi cama y gritar al unísono "es navidad". Refunfuñe un poco antes de ponerme de pie y acompañarlos al árbol de navidad.

Ayer nos habíamos quedado hasta tarde en la cena de navidad con la familia, ellos habían ido a la cama temprano, por eso tenían tanta energía.

Amber y Ronnie comenzaron a hacer un lío de papeles de envoltorio en toda la sala de estar. Yo recibí tres regalos, uno de la abuela que eran unos preciosos aretes, de mi madre y John que era un par de tenis que había estado deseando desde hace tiempo y otro de mi padre que era un papel que decía 'sorpresa, lo sabrás cuando vuelvas a Boston.'

Timothée C
Buenos días y feliz navidad.
¿Quieres ir a dar un paseo más tarde?
Di que sí porque quiero irme de mi casa :(

Sonreí al ver sus mensajes. Al levantar mi vista mamá me estaba mirando con cara de complicidad pero solamente negué con mi cabeza.

Juliet
Feliz navidad!
Claro que sí.
¿Donde?

Timothée C
Paso a recogerte a las cuatro.

Puse mis ojos en blanco y resople cuando me encontré sonriendo ante su mensaje.

Amigos, recuerda eso Juliet.

—Me gusto mucho tu regalo cariño... —mi madre me dio un abrazo y besó la parte superior de mi cabeza. Le había dado como regalo un anillo que combinaba con el mío, así siempre estaríamos conectadas.

[...]

Estaba ansiosa y odiaba estarlo solo porque vería a Timothée.

—¿Te encuentras bien? —dijo mi madre cuando me puse de pie por quinta vez para mirar por la ventana.

—Sí, estoy esperando a alguien...

—¿Puedo saber quien ese alguien? —cerré mis ojos y maldije en voz baja.

—Timothée... —dije casi en un susurro.

—Oh, ya veo... —me volteé y ella apartó rápidamente su vista— por eso te has puesto tan linda...

—Estoy normal... —me miré al espejo, no me arregle demasiado, jeans, sudadera, chaqueta, mis tenis nuevos y un poco de maquillaje— ¿no?

—Sólo digo...

—Mamá...

—¿Es una cita?

—¡No! Es una salida de amigos... —arreglé mi cabello y en ese momento sonó la bocina de su coche— adiós...

—¡Cuídate! —se que lo dijo en doble sentido, pero no le di importancia.

Al salir casi muero congelada, corrí moderadamente hacia su coche. Era bonito, moderno. Creo que su familia tiene dinero.

—¡Hey! —dijo al verme y nos dimos un pequeño abrazo.

—Bonito coche... —sonrió de lado y arrancó— ¿donde iremos?

—A tomar un café y luego a dar una caminata por el central park...

—Buena idea... —volteó unos segundos para sonreírme y volvió su vista a las calles. Se veía realmente atractivo cuando conducía.

Basta, saca esos pensamientos de tu mente, Juliet.

Míralo una vez más, se ve tan bien...

El Internado •Timothée Chalamet Donde viven las historias. Descúbrelo ahora