22

2.2K 204 28
                                    

"Larga noche."

Suspire como por décima vez en cinco minutos mientras trataba de encontrar algo que ponerme.

Para ser sincera, no tenía ganas de salir hoy. Prefería quedarme aquí, viendo películas y no muriendo de frío con un vestido pequeño que apenas me tapaba algo.

De hecho, le planteé mi idea a mis amigos, pero como era de esperarse fue rechazada por voto unánime. 5 contra 1 y no me dejaron quedarme sola.

—¡No pienso ir sobre el regazo de nadie! —dije mientras me subía en la parte trasera del coche de Jake, esta vez él era el conductor designado.

—No te preocupes, Jo irá —habló Timothée a mi lado. Nuestras piernas rozando, otra vez. Me guiño el ojo y yo le di una sonrisa falsa.

Mis amigas llegaron, eran las únicas que faltaban;como dijo Timothée, Jo se sentó sobre él y tuve que ir viendo el intercambiando de saliva masivo que tuvieron hasta llegar al club.

Al bajarme pude poner mis ojos en blanco.

Tus celos se están yendo a otro nivel.

No son celos.

Esta noche no quería embriagarme, solo tomaría algunos tragos para poder sacar de mi cabeza todo lo que esta rondando ahora; y listo.

—Yo voy por los tragos...—dije poniéndome de pie.

—Voy contigo —Timothée se ofreció.

—Puedo sola.

—Con seis vasos, no creo —me siguió por detrás, por más que le había dicho que no.

—Seis margaritas.

—¿Qué te sucede? —acarició mi brazo y eso me hizo sobresaltar.

—Nada... —dije mirando hacia nuestra mesa, procurando que nadie nos observaba— Jo sospecha de lo tuyo.

—¿Lo mío? —se hizo el desentendido y se acercó más a mí.

—Lo tuyo con Erin.

—¿Qué le dijiste? —su mirada había cambiado, tal vez si no había entendido. Dio unos pasos hacia atrás y se puso a la defensiva.

—Que no sabía nada.

—Buena niña —dijo y paso su mano por mi mejilla. Sin pensarlo cerré mis ojos ante su tacto y por un momento sentí como si nadie más estuviera en la habitación.

—Señorita... —me dijo el barman.

—Gracias —le pagué y nos fuimos hasta la mesa.

Estuvimos así hasta que Lorenzo me arrastró hasta la pista y 'Streets' de Doja Cat comenzó a sonar. Ambos comenzamos a bailar algo sensual, sabía que no había problema porque Lo y yo eramos muy buenos amigos.

Al momento llegaron Timothée, que era raro porque no lo había visto nunca en la pista, y Jo a bailar a nuestro lado, pero la canción había cambiado a una más movida. Tim me observó por unos minutos sin que nuestros amigos se dieran cuenta con su rostro lleno de enojo. No estaría comprendiendo sus cambios tan repentinos de humor.

El Internado •Timothée Chalamet Donde viven las historias. Descúbrelo ahora