El Internado •Timothée Chalamet

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"No quiero que te vayas."

Me sorprendía el gran impacto que tuvieron esas palabras de Timothée en mí. Me odio a mi misma por haberlo dejado entrar tanto en mi vida y mi corazón que no podía dejar de sentirme pésimo por todo lo que me había dicho.

Hasta cierto punto llegué a creérmelo, pero fue cuando Lexie me hizo ver que no tenía razón y soy demasiado para él. Pero aún así, sus palabras seguían rondando mi mente el 80 por ciento del tiempo.

Aunque intentó hablar conmigo en esta semana, solo le evité. No lo miraba, no le contestaba. Actuaba como si él no existiera; eso pasó a ser. Un desconocido.

Pasé mayor tiempo con Mike, quién también parecía no agradarle Timothée y solía estar solo todo el tiempo.

—No he podido preguntarle...

—¿Qué? —dijo Mike mientras miraba su celular.

—Sobre ese tal Jackson...

—No te dirá nada —su atención se posicionó en mí— no admitirá lo que hizo.

—No sabemos la historia completa... —mi amigo asintió y luego se encogió de hombros.

—¿Por qué el profesor de derecho nos esta mirando hace como diez minutos? —me giré al escuchar las palabras de Mike, tenía razón. Isaac estaba con la mirada fija en nosotros, bueno, en mí— me esta dando miedo...

—¿Prometes no decir nada? —negó con su cabeza y me miró— esta acosandome, no se porque, nos conocimos en el viaje que tuve en avión de Boston a Nueva York y luego, sorpresivamente se hizo profesor aquí.

—Ahora me aterra.

—Conoce a Timothée, no se de donde...

—¿Por qué todo lo interesante sucede cuando no estoy? —puse mis ojos en blanco— ¿pero, cómo que te acosa?

—Me sigue, siempre está donde yo, muchas veces me ha pedido que me quede después de clases para hablar pero de alguna u otra manera logro irme.

—Maldito loco, prometo que no te dejaré sola ni un segundo.

Las palabras de Mike me tranquilizaron, al tener a una persona que sepa de esta situación, podría ser más fácil para mí escapar de Isaac.

Esperaba no estar exagerando la situación y que sea todo un mal entendido.

[...]

—Pss —Jake me llamó en el medio de la clase— Juliet...

—¿Qué?

—¿Y Timothée? —miré a mi alrededor y vi que el castaño no estaba en ninguna parte del salón. Había hecho un buen trabajo evitandolo que ni siquiera había visto que no está aquí.

—¿Y yo que puedo saber? —se encogió de hombros.

—Creo que vinieron sus padres o algo así... —habló Lorenzo

—¿A por él?

—No se, no me dijo más...

¿Por qué sus padres están aquí? ¿Estarán planeando sacarlo del internado?

No iba a mentir, mi corazón se estrujo al pensar eso. Al pensar que no podría verle más y que seguro perderíamos contacto.

—¿Profesora, puedo ir al baño?

—Juliet... —me dijo con un tono de desaprobación, mis amigos me quedaron mirando extrañados.

—Es urgente... —alcé mis cejas, en modo de suplica.