42 - epílogo pt.2

1.3K 98 8
                                    

"France .2"

Cuando llegué a mi apartamento luego de la universidad hablé con mis padres y un poco con Lorenzo quien tenía el mismo tiempo horario que yo.

No puedo creer que lo he encontrado aquí. Es mi tortura.

Sí, claro. Les doy tres días y están fallando —miré su rostro a través de la pantalla indignada.

Me costó demasiado superarlo. No voy a cometer el mismo error.

Lo sé, Juls. Pero, siempre fue así, de que un día se odiaban y al otro no. ¿Te crees que no me daba cuenta? No estas hablando con Jake.

Reí ante eso y me hizo extrañar a mi amigo, que era algo despistado.

No lo sé, tu como nadie sabes lo duro que fue para mí cuando él se fue. Literalmente me cortó de su vida y ahora no puedo retroceder así sin más —me tiré en el sofá mientras esperaba una respuesta.

Una notificación emergente apareció en la pantalla.

Timothée C.
Podemos hablar?

—Uhg, hablando del rey de Roma.

—¿Que ha sucedido?

Me ha enviado un mensaje. Le ha dado por desbloquearme.

—Tengo que irme, Juls. Espera unos días para follartelo, no te quiebres tan fácil.

—¡Lorenzo!

—Arrivederci amore mio.

Au revoir idiot.

La llamada se cortó y dejé el celular sobre mi pecho. Traté de batallar mis ganas de contestarle a Timothée. ¿Debería esperar una hora para responder?

Uhg, pero son casi las nueve de la noche.

Recuerda lo que dijo Lorenzo, no te quiebres tan fácil.

Oh, por fin dices algo sensato.

Volví a mirar la notificación y suspiré. Me había costado demasiado aceptar el hecho de que él había decidido cortarme de su vida sin más; sin siquiera darme una explicación al respecto.

Después de noches de llanto interminables y de días sin esperanza, mi corazón a penas estaba volviendo a sentirse normal.

Estaba segura que mi padre sabía que Timothée estaba en Francia, al igual que mi tía. Entonces, por eso me han hecho aplicar aquí.

Las lágrimas rodaban por mis mejillas y aprete mi móvil contra mi pecho.

Una parte de mí quería perdonarle y que todo vuelva a ser como antes. ¿Pero qué si no era así? ¿Sí todo iba en picada y terminaba con mi corazón roto otra vez?

[...]

La mañana estaba fresca, metí mis manos en mis bolsillos mientras iba de camino a la universidad. Después de un gran debate en mi mente, decidí hacer como si toda esta situación no me afectara.

Obviamente era mentira. Pero, nadie sabe en realidad si mientes o no cuando te muestras confidente de ti misma.

Marinette estaba esperándome en la entrada con dos vasos de café en su mano. Agradecí que haya sido tan atenta conmigo.

El Internado •Timothée Chalamet Donde viven las historias. Descúbrelo ahora