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"¿Mike?"

Ya habían pasado algunas semanas de todo y todavía seguía sin poder hablar bien del tema con Timothée.

Por otro lado Isaac seguía insistente y me acosaba todo el tiempo, me seguía a todos lados y cada vez que volteaba él estaba allí. Evitarlo no fue una tarea fácil, fue un calvario, pero todavía no habíamos estado a solas en ningún momento y agradecía al universo por eso.

—Tengo algo que contarte... —dijo Lorenzo sentandose a mi lado en la banca del patio.

—Soy todo odios.

—Jo me besó —abrí mis ojos de par en par y le abracé.

—¿En serio? Eso es fantástico.

—Sí...

—Como extrañaba el aroma de las flores primaverales —ambos volteamos a ver el dueño de la voz que estaba a nuestras espaldas y quedamos tiesos al ver a Mike allí, con su uniforme y sus maletas a cada lado de su cuerpo.

—¿Mike? —dijo Lorenzo, era obvio que su tono era desganado, luego de lo que luchó por el amor de Jo se sentía amenazado por Mike.

—¿No van a darme una buena bienvenida? —yo fui la primera en acercarme a él y darle un fuerte abrazo, luego se sumó Lo.

—¿Como? ¿Por qué? —dije al separarme, pensé que su padre estaba firme con la decisión de que tome clases en uno de los colegios locales de Boston.

—Papá tuvo una oferta de trabajo en Hong Kong. No tuvo otra opción.

—Eso es maravilloso, no puedo creer que estes aquí.

Luego de intercambiar algunas palabras más nos adentramos en el edificio, en el cual todos enloquecieron a ver que Mike estaba de regreso. Estaba ansiosa, no sabía que sucedería con Timothée, si seguiría en la habitación o tendrían que reubicarlo en otra y estaría lejos de nosotros.

Al entrar en la habitación de los chicos todos estaban allí jugando a los video juegos. Yo entré primera para dar la noticia.

—¿Alguien pidió un paquete? —dije al entrar, los cuatros se miraron entre sí y luego a mí negando con sus cabezas— oh, porque hay un paquete fuera...

Salieron y se encontraron con Mike en el pasillo. Jake fue el primero en abalanzarse sobre él y abrazarlo, luego las chicas. Timothée no entendía nada y solamente los miraba.

—Mike, él es Timothée —dije cuando todos terminaron de darle la bienvenida.

—Un gusto... —ambos se dieron la mano y no se notaba tensión entre ellos, eso era bueno.

Mis miedos se esfumaron cuando pude hablar con mi tía y acordar que pusieran una cama extra en la habitación de los chicos, así los cuatro podrían estar allí juntos.

[...]

Al otro día todo fue como solía serlo. Nuestro grupo todo junto, me hacía sentir nostálgica, y ahora, todo parecía encajar. Como piezas de un rompecabezas.

—¿Timothée iba a 'la guardia' en NY? —preguntó Mike mientras me acompañaba a buscar un libro a la biblioteca.

—Si ¿como sabes? —dije empujando la pesada puerta de esta y saludando a Marge con mi mano.

—Porque compartí clase con uno de sus ex amigos de Nueva York —él lo dijo en frío, yo le miré mientras buscaba el libro en las estanterías.

—¿Y que hacía en Boston? —Mike suspiró y centró su atención en mí.

—Porque tuvo que cambiarse de colegio... —miró hacia todos lados— tu amiguito Timothée parece inocente, pero por una razón esta aquí.

El Internado •Timothée Chalamet Donde viven las historias. Descúbrelo ahora