newanaripa-bellamy blake

dadme refugio

Octavia cabalgaba por el bosque, cuando escuchó unos sonidos tras ella. La estaban siguiendo.

Ella se bajó del caballo y se escondió tras unos árboles, desde donde observó como lian se acercaba a Helios.

Octavia salió de su escondite y colocó un cuchillo sobre el cuello del chico.

- ¿Por qué me sigues?

- Jamás sobrevivirias aquí sola.- la miró.- Deja que te ayude.

- No me ayudes mas

Acto seguido, guardó el cuchillo y se volvió a subir al caballo.

- Me salvaste la vida.- habló Ilian.- Te lo debo.

- No quiero nada de tí, Ilian.

Justo cuando Octavia iba a marcharse, un rayo atravesó el cielo y la lluvia Comenzó a caer.

La piel de la chica ardía cuando entraba en contacto con la lluvia y pronto supo lo que era. Lluvia ácida.

- Sube.- le ordenó a Ilian.

Ilian subió al caballo, al tiempo que Octavia cubría su rostro con una capa. Acto seguido, Helios comenzó a cabalgar.

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Bellamy conducía el Rover de vuelta a Arkadia. Una vez dentro del campamento, aparcó el coche, bajó y se acercó a mí puerta, para ayudarme a bajar.

En cuanto Kane nos vio, se acercó a nosotros.

- Bienvenidos.- dijo Kane, con su mirada clavada en la mancha de sangre de mi ropa.- ¿Qué te ha pasado?

- Nada, estoy bien.- asentí.

- No.- negó rápidamente Bellamy.- Está herida. Necesitará puntos.

- Bellamy...- comencé a hablar, pero una gota de lluvia cayó sobre mí frente, ardia.

- Lluvia ácida.- murmuró Bellamy.

Intercambiamos una rápida mirada.

- ¡Todo el mundo dentro!- comenzamos a gritar.

Bellamy pasó su mano por mi cintura y comenzamos a correr hacia el interior de la nave.

- ¡Esto no es un simulacro!- grité.- ¡Todo el mundo dentro!

La gente, asustada, coría de un lado para otro, golpeándose entre ellos mientras corrian para refugiarse dentro de la nave.

Una vez que entramos, tiramos el plastico que Bellamy había usado para cubrirnos a ambos y cogimos unas botellas de agua para limpiar nuestras manos, ya que ardían por la lluvia.

- Queda alguien fuera.- murmuró Bellamy.

Los tres nos quedamos en silencio y escuchamos a alguien gritar. Cogi algo para cubrirme, pero Bellamy me detuvo.

- Tu te quedas aqui.- dijo.- Kane, vamos.

Acto seguido, ambos salieron de nuevo al exterior, para segundo después volver con un hombre entre sus brazos.

Unos guardias se acercaron y se lo llevaron.

- Tengo que encontrar a Octavia.- dijo Bellamy.

- No está.- negó Kane.- Se fue hace varias horas.

- Tengo que encontrarla.

Bellamy se giró dispuesto a salir por la puerta, pero Kane lo detuvo a tiempo.

- Bellamy, no sabemos dónde está.- habló Kane.- El coche no tiene batería como para andar a ciegas por el bosque.

- Está lluvia la matará.