cuatro ginetes

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En Arkadia, todo el mundo estaba trabajando para sellar la nave antes de que la ola de radiación llegara.

- ¿Dos comidas al día para personas que trabajan tanto?- cuestionó Bellamy.- No les vamos a caer nada bien.

- Lo entenderán y tendrán que acostumbrarse.- respondió Clarke.- Porque en cuanto cerremos las puertas será una al día, durante cinco años.

- Más bien una cada dos días.- corrigió Raven.- Los cazadores traen cada vez menos presas. Gracias a Niylah, conservamos más carne que nunca, pero no basta. Si no conseguimos agua, no podremos cultivar proteínas en el Arca.- miró a
Bellamy.- Recuérdalo cuando pases hambre.

- No pasaré hambre, porque no estaré.- respondió.

- Si que estarás.- asintió Clarke.

- ¿Has hecho ya la lista?- preguntó Raven.

- No.- negó.- ¿Que hay del agua potable?

- No cambies de tema, Clarke. Quiero saber quién habrátras esas puertas cuando llegue la radiación.

- Ahora no es el momento.

En ese instante, una voz se escuchó a través de los altavoces.

- Ayuda médica en la puerta principal. Han llegado varios enfermos.

Acto seguido, Bellamy y Clarke salieron de la nave, mientras que se hacían paso entre el gentío para llegar a la puerta principal.

- Nyko...- murmuró Clarke.- ¿Que les pasa?

- La enfermedad.- murmuró.- 40 han muerto por el camino.

Clarke se acercaba, observando con
detenimiento el pequeño grupo de terestres.

- ¿Luna?- preguntó extrañada.

- Por favor, no nos rechaceis por lo que os hice.

Abby se abrió paso entre la gente y se arrodilló, mientras cubría su nariz con un panuelo.

- Mamá.- dijo Clarke.- ¿Que es esto?

- Fiebre, lesiones, vómitos.- explicó.- Es SIA; Síndrome de irradiación aguada. ¿Cuando empezaron los síntomas?

- Justo antes de que murieran los peces.- respondió Luna.

- ¿Los peces están muriendo?- preguntó Raven preocupada.

- Flotan en el mar hasta el horizonte, en todas direcciones.- dijo Nyko.

- No es contagioso.- informó Abby.- Que vayan a la enfermería.

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Acababa de llegar a Polis cuando me encontré con Octavia que estaba en una de las calles, sentada, afilando su espada.

Bajé de Cuervo agarrandole de la cuerda para acercarle donde había agua para que bebiera y comiera un poco.

Me acerqué a Octavia y está levanto su mirada y sonrió levemente.

- ¿Qué haces aquí?- preguntó dandome un abrazo.

- Kane me llamó, ¿qué tal vaís por aquí?

- Bien,- dijo sentandose y yo la imité.- un embajador quería luchar con Roan pero me ocupé de el.

La miré sorprendida, esto era a lo que Kane se refería.

- ¿Dónde está Roan?- pregunté.

- En la sala del trono supongo.- dijo desinteresada y siguió afilando su espada.

newanaripa-bellamy blakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora