Hola chicas, chicos... todos. Ufff meses que no escribo por aquí, este año que ha pasado ha sido cojonudo y no en el buen sentido. Ha sido un año de incertidumbre, confusión y miedo. Al igual que para muchos, este no ha sido mi año, gracias a Dios, ni mi familia cercana ni yo hemos sido víctimas de Covid, ofrezco mis sentidas condolencias a aquellos que sufrieron pérdidas de sus seres queridos.
Además de toda la situación que estamos viviendo, después del último capítulo que escribí, entre en un cuadro de crisis existencial que me llenó de dudas, sobre lo que hacía, estudiaba y hacia donde se dirige mi vida, aún no encuentro muchas respuestas, estoy en mi último año de carrera y siento que lo que he estudiado no es lo mío, escribir que es una de las cosas que más me gusta hacer, me llenó de frustración, al punto en que tuve que desinstalar de mi teléfono las aplicaciones de escritura, porque me hacían daño. Me molestaba no poder hacerlo y darle forma a pesar de tener las palabras en la punta de la lengua y todas las situaciones y escenas en mi cabeza. Estoy aprendiendo a conocerme, es un proceso largo, pero uno de los primeros pasos es intentar volver a hacer lo que me gusta, será complicado, pero un paso a la vez y este es primero que daré.
Les ofrezco unas sinceras disculpas por no publicar antes y les agradezco a aquellos que siguieron confiando en mi historia e insistieron por nuevos capítulos. Sin más que decirles los dejó con el capítulo
Swipe up para leer el capítulo 22, llegó tarde, pero llegó.
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Whisky + Vodka = Familia
ChickLit¡Negativo! Eso es lo que recibe en cada prueba que se realiza. Mikaela es una fotógrafa publicitaria que lleva dos años intentando con su esposo tener un bebé. Tratamiento tras tratamiento siempre es el mismo resultado, ha intentado todos y cada un...