Capítulo 8 - Solo una aventura ¿o algo más?

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POV's Luciano

Ridículo, mil veces ridículo me decía mientras sentía el cuerpo tenso de la hermosa chica que besaba. Solo a mi se me ocurre utilizar la frase de una película que mi hermana me obligó a ver. Es increíble lo mucho que me atonta esta mujer, tanto que tuve que exigirme el al menos transmitir seguridad con la mirada. Tengo que admitir también que ese gesto de la camarita que hizo con sus manos me causó gracia y hasta fue lo que me impulsó para bajar y coquetear con ella.

Después de mucho tiempo solo ejerciendo presión sobre sus labios estáticos me arriesgo a pedir con mi lengua permiso para ingresar. El resultado lejos de cautivarme, me sorprende, me brinda acceso permitiéndome explorar a mi gusto, entreabre los labios e inclina la cabeza invitándome a seguir. Cuando nuestras lenguas se rozan inicia una lucha de fuerzas por el control, a la cual le pongo un rápido y feliz final, devorándole la boca en un beso que nos deja sin aliento.

Poco a poco bajo la intensidad y la separo de mi para tomar aire, voy a decir que el sabor de sus labios es encantador, pero ni siquiera empiezo cuando nuevamente me sorprende, solo que esta vez porque la palma de su mano ha impactado contra mi mejilla. Así no puede terminar todo esto, así no acababa en la película. La miro, está agitada y no dice nada.

Así como inesperado fue el bofetón que me dio, lo es el beso que me estampa mientras me retiene sosteniendo mi nuca con sus manos. Lo que no sabe es que ni aunque me obligarán me separaría de ella. Ahora ella es la que se hace con el control, los delicados movimientos de su lengua me enloquecen, tomo con ambos brazos su cintura y la aprieto contra mi. Aleja su rostro del mío finalizando nuestro enlace con un piquito.

- Whisky, predecible... pero nada mal - dice con la respiración aún entrecortada luego de haber saboreado sus labios.

- El vodka en tus labios sabe mucho mejor- digo luego de observarla detenidamente.

- Bueno, nos vemos- toma lo que queda de su trago y se encamina a bailar nuevamente. Me apresuro a tomarla del brazo antes que se aleje, la giro y uno nuestros labios una vez más.

- Luciano- me presento al alejarme de ella.

- Un gusto, Luciano- espero que diga al menos su nombre, pero no veo que tenga intención de hacerlo.

- Tendré que sacarte tu nombre con otro beso- digo acercando mi rostro al de ella. Se ríe, creo que es el sonido más adorable que he oído jamás.

- Ya quisieras, tendrás que esforzarte un poco más para... - dice pero es interrumpida por el grito de una chica que se aproxima.

- ¡Mikaela!- exclama una pelinegra, me mira y luego a la chica que está frente a mi- Ya veo que es lo que te entretenía- le sonríe descaradamente.

- Paula- susurra apretando los ojos, retrocede para luego alejarse unos pasos con su amiga.

Utilizo el tiempo que espero hasta que regrese para saborear su nombre en mis labios, Mikaela... Mikaela... Mikaela, suena a belleza, fuerza, coraje. Como un ángel de la guerra. La luz ahora baña su rostro y recién puedo percibir lo lindos que son sus ojos, hacen buen complemento con su cabello corto y rojizo que le hace dar un aire más bohemio. Por sus facciones se nota que está irritada tratando de explicar algo, mientras que su amiga está muerta de risa.

Mueve sus manos arriba y abajo, está un poco enojada. La chica, Paula, se acerca, le da un beso en la mejilla y se va despidiéndose con la mano. Mikaela suspira y regresa a la barra, pide un shot de tequila y se lo toma de un solo trago para luego regresar a mi lado.

- Así que Mikaela, ¿no?- digo ganándome una sonrisa.

- Bueno, en algún momento te ibas a enterar- sonríe.- Siento lo de Paula- dice apenada.

Whisky + Vodka = FamiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora