Ridículo

5.6K 546 39
                                    

—¿No crees que estás siendo un mal ex-novio, ardido y ridículo? —preguntó Jimin cruzado de brazos y mirando a Taehyung con la esperanza de que recuperara un poco de la cordura que los tintes le habían quemado.

—¿No se supone que eres mi mejor amigo y que debes apoyarme en cada estupidez que haga? —le respondió a la defensiva cruzando sus brazos también, intentando verse a la par más alto que él.

—O sea sí, pero... —suspiró, se quedó callado y formó un puchero sin más qué decir.

Probablemente tenía un buen punto en su contra porque son amigos, y están en las buenas y en las malas, y tratándose de Taehyung también en las peores, pero eso no significaba que le guste la idea de tener que entrar a la habitación terrorífica de su primo Namjoon y pedirle ayuda para invocar a algún ente.

Y por supuesto que tampoco significa que se acostumbre a quedar en ridículo, avergonzado, manchado, golpeado, o con cualquier signo de agresión física por culpa de Taehyung y sus tonterías, que han sido muchas a lo largo de su amistad.

“¿Por qué soy su amigo?” pensó Jimin después de mirarlo por un momento.

Oh, sabía la razón. Taehyung no tiene muchos amigos y no se desenvuelve totalmente con las personas, él tiene la suerte de tenerlo como realmente es y ciertamente no puede arrepentirse de nada, porque a pesar de todo, lo quiere.

—Sí sabes que Nam está loco, ¿verdad? Y que no existen tales cosas como los demonios y esas cosas, y que estamos perdiendo tiempo de mi valiosa y joven vida...

—Jimin, tenemos diez minutos discutiendo frente a la puerta del cuarto de tu primo, ¿podemos solo entrar? —señaló la puerta frente a ellos levantando sus cejas con intención de que el otro dejara de darle advertencias como si fuera una mamá.

—Esto no me convence. ¿Y si terminas poseído o algo así? Es que, mierda, eres tan idiota...

—No me insultes, tonto —se quejó golpeándolo en el hombro—. Pero sí que soy un idiota y por eso vine aquí. Y adivina quién lo es más por ayudarme.

—Seguro que yo... —se lamentó el más bajo—. ¿No quieres un muñeco vudú? ¿Alguna poción? Algo menos estúpido...

—Quiero ser satánico, quiero un demonio malvado y terrorífico que haga que mi vida sea menos fracasada.

—Puedes adoptar un gato, una cacatúa...

—¡Quiero mi demonio!

—¡Callate! Mi tía te va a escuchar... —le cubrió la boca y suspiró rendido.

Sabía que nada bueno saldría de evitar que Taehyung hiciera lo que tenía en mente, porque siempre lo hacía, como un burro terco y necio; así como también sabía que todas esas cosas no eran reales y que su amigo no conseguiría un demonio.

Ni siquiera conseguía una nota mayor de siete en educación física, ¿cómo obtendría algo paranormal? De ninguna forma.

Ahora, también sabía que él era medio idiota por hacerle caso. Pero, eran amigos, no había más que hacer ni nada de qué preocuparse. ¿Qué podría salir mal?

Jimin tocó la puerta de la habitación de Namjoon para segundos después escuchar su voz grave preguntando quién llamaba.

—Hola Namjoon, soy Jimin, ¿podemos platicar un momento? —habló bajo la atenta mirada de Taehyung. Esperaron un momento pero no recibieron una respuesta. El peliazul lo golpeó en el brazo para que dijera algo más—. Eh… mi amigo quiere tu ayuda, para... para una estupidez... —recibió otro golpe con mucha más fuerza— ¡Auch! Digo, ah, para una tarea, sí, y le dije que tú podrías ayudarlo.

Un instante después se escuchó el sonido del pestillo siendo liberado.

—Hay que entrar... —murmuró Jimin mirándolo.

—Abre. —le ordenó Taehyung con el mismo tono de voz bajo.

—¿Por qué yo?

—Porque es tu primo, entra primero.

—Pero es por tu mierda, vas tú primero.

—Abre tú, estúpido.

Taehyung y Jimin habían empezado a golpearse inútilmente hasta que fueron interrumpidos por la puerta siendo abierta frente a ellos. Ambos miraron al frente, a Namjoon mirándolos indiferente de su idiotez.

—Hola Nam. —saludó Jimin con una sonrisa nerviosa. Golpeó a su amigo con su codo para que se presentara.

—H-hola... —saludó inclinándose levemente frente al mayor—. Soy Taehyung.

Namjoon los miró sin cambiar su expresión imperturbable.

—Entren. —dijo y se dio media vuelta para dejarlos entrar dirigiéndose a alguna parte de su oscuro recinto.

Taehyung tomó la mano de Jimin y entraron a pasos lentos, cerrando la puerta detrás de ellos.











GATO MALO. ➸taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora