Horóscopo

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—Taehyung, ya dije que te perdoné…

Jungkook hizo un gran esfuerzo para que sus palabras no salieran en forma de suspiros o de esos sonidos que él consideraba raros y vergonzosos, y es que el peliazul besando su sensible cuello y recostado sobre él no lo ayudaba mucho. 

—Pero yo no me siento perdonado, Kookie…

Taehyung sonrió ante la reacción de Jungkook cuando le mordió levemente la piel, pues había encogido sus hombros y soltado un gemido que le pareció gracioso. El híbrido levantó sus manos y tomó el rostro del mayor para apartarlo de su cuello, era su única defensa, no lo dejaba moverse más porque estaba encima de él. Taehyung se burló un poco de Jungkook y sus "no me muerdas ahí porque se siente rarito" que le parecían infantiles, además él lo mordería dónde y cuándo quisiera. 

—Pero ya lo estás... —se quejó el de cabellos oscuros mirándolo con sus cejas un poco fruncidas.

A Taehyung no le parecía de ninguna manera intimidante, como quería parecer, más bien le resultaba gracioso (como siempre). La verdad es que él siempre se burla de Jungkook, le gustaba verlo intentar poner un poco de resistencia y mostrar su lado de gatito malo.

—Además, quiero decirte algo importante. —agregó.

El mayor soltó un suspiro largo para después dar vuelta a su cuerpo y dejarse caer a su lado en la cama. Jungkook se sentó en cuanto quedó libre para así acomodar su ropa, que estaba un poco fuera de su lugar a causa de las manos insistentes de su pareja que lo habían toqueteado. Finalizó acomodando un poco su cabello, que olía a frutas a causa de su baño reciente, y poniéndose además su gorro, para cubrir sus orejas. Una vez que se vio listo para dormir, se inclinó hasta Taehyung y le dio un beso en la mejilla, recostándose junto a él, cubriéndolos a ambos con las cobijas. 

—Listo. —sonrió satisfecho una vez que los dos estaban acurrucados en la cama.

Aunque Taehyung no se había movido ni un poco, incluso taparlo era toda una hazaña, pero le gustaba quedar bien envuelto bajo las cobijas en compañía de él; que lo miraba con solo su cabeza sobresaliendo en la almohada, y no podía evitar reírse porque le parecía un rollo gruñón.

—Nos vemos tan tiernos, Tae —rió, porque el peliazul lo miraba serio y eso lo hacía más gracioso a su parecer—. Pareces un sushi que da indigestión. 

—No jodas, Jungkook —contestó rodando los ojos, y se desenvolvió un poco, lo suficiente como para sacar sus brazos y poder rodear a "Kookie sushi" en un abrazo que hizo al chico sonreír, aunque también se quejó un poco porque había acomodado la cama muy bien—. ¿Qué querías decirme? —apoyó su cabeza en el pecho de su novio, cerrando sus ojos para disfrutar de lo cálido que estaba. 

—Ah, sí... —sacó una de sus manos de las cobijas también para poder ponerla sobre la cabeza del mayor y jugar con su cabello azul, despeinándolo más de lo que ya estaba— Es que recordé que dijiste que podía trabajar contigo, ¿te acuerdas? Lo dijiste antes de todo lo que pasó...

Taehyung asintió, estaba casi quedándose dormido debido a lo agradable que se sentían las manos del híbrido acariciándolo, quizá podía quedarse dormido y fingir que lo escuchaba. Pero volviendo al tema, lo recordaba bien, fue después de eso que Jungkook había empezado a actuar muy extraño; todo por su culpa.

De cualquier forma ese asunto ya había quedado solucionado, o mejor dicho vengado en cuanto a él constaba, puesto que en el parque Jungkook se vengó con la ayuda de Hoseok. El menor lo había convencido de que jugara con él en el sube y baja (que por cierto estaba bastante helado según su trasero), y como buen novio-dueño-niñero que era, aceptó a regañadientes, solo para que Jungkook lo traicionara y lo dejara trepado sin poder bajar debido a su peso y al de Hoseok puesto al mismo tiempo en su contra. Casi fueron detenidos por unos policías debido al escándalo que hacía, gritando que lo bajaran antes de que muriera congelado allá arriba, recibiendo solo las carcajadas de su novio. Además, también de que se había caído al intentar detener a Jungkook cuando se subió a un juego mortal en forma de esfera que daba vueltas a velocidad luz, y otra caída fue cuando lo cegó la competitividad y aceptó el reto de Hoseok de cruzar el pasamanos; cayó porque el híbrido le había hecho cosquillas.

En realidad había perdido el número de caídas en su paseo al parque provocadas por Jungkook.

—Sí, sí, me acuerdo. —contestó, volviendo de sus pensamientos acerca de lo trágica que era su vida como novio de un gato.

—Bueno, sí quiero trabajar contigo… Por favor.

Jungkook le sonrió a Taehyung, quien había levantado su cabeza y abierto sus ojos para mirarlo.

—¿De verdad? Porque… no quiero que piensen que te exploto o algo así...

En realidad era que Taehyung había notado ciertos problemas en el supermercado; esperaba malas noticias, pero prefería guardar la calma.

—Sí, en serio. Leí en mi horóscopo que es un buen momento para trabajar. —habló orgulloso, bastante feliz de compartirlo con su pareja.

—¿Sabes leer?

Taehyung no sabía si debía reírse de la expresión de indignación en el rostro de Jungkook o de que creyera en los horóscopos. 

—¡Claro que sí! No soy tan tonto.

Jungkook hubiera cruzado sus brazos si hubiese podido. No le gustaba que las personas se sorprendieran por enterarse de que supiera hacer ciertas cosas como leer, escribir, cocinar o usar un teléfono, porque lo hacían sentir como si no fuese capaz de hacerlo en absoluto. Y es que él sí tiene la capacidad de eso y más. No le gustaba explicar que si ellos podían él también, porque luego lo veían como un tonto; no le parecía complicado de entender y prefería demostrarlo. 

—¿Y qué decía? —pellizcó las mejillas del híbrido para borrar la expresión de molestia que había puesto en su rostro. Terminó haciéndolo sonreír.

—"Estar rodeado de personas que te apoyan en el trabajo es lo mejor que podría pasarte, así sientes que tus sacrificios tienen una recompensa". —citó, tal y como se lo había memorizado. 

—Hoseok es tu sacrificio... —murmuró después de analizar seriamente la oración.

—¿Qué?

—Nada.

Jimin le había enviado a Jungkook los horóscopos de la semana en un mensaje, le parecía amable de su parte, porque siempre le enviaba fotos con frases bonitas o de animalitos bonitos, además de chistes y cualquier cosa que se encontrara por la calle. Una vez le envió la foto de una paloma muerta que se encontró en la calle, y lo bloqueó por una semana. 

—¿Quieres que te diga el tuyo? Jimin me dijo cuál era.

—¿También te lo aprendiste? —preguntó con una sonrisa y asintió, viendo cómo su novio se quedaba un poco pensativo para recordarlo.

—"No soportas que te digan lo que tienes que hacer sin ayudarte a razonarlo o comprenderlo. Hoy tendrás problemas en el trabajo, no te frustres" —terminó de hablar, y entonces se dio cuenta de que eso sonaba mejor en su mente—. Tus números de la suerte son el 2, 15, 9 y 13... Y el pronóstico del tiempo anuncia un día despejado y un poco más cálido. 

Taehyung sonrió otra vez, sintiendo ya el sueño alcanzarlo. El horóscopo no estaba tan equivocado después de todo, pero aún si eran noticias malas, no le afectaban demasiado si se las decía Jungkook.













GATO MALO. ➸taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora