GATO MALO. ➸taekook

Contarte algo

Cuando Jungkook entró de regreso al departamento se encontró con Taehyung sentado en uno de los sillones, lo miró sorprendido, y en cuanto cerró la puerta él se levantó hasta abrazarlo.

Podía ver ahora por la ventana la luz del sol, había tardado un poco más de lo que había pensado porque tuvo que tomarse un tiempo extra para limpiar sus lágrimas y esperar a que su nariz dejara de estar tan roja; no quería verse así porque Taehyung se daría cuenta de que había estado llorando.

—¿Dónde estabas? ¿Por qué saliste? ¿Por qué no me dijiste? —preguntó el de cabellos azules.

Jungkook se sintió un poco extrañado, pero no podía negarse, no podía negar que Taehyung era su completa debilidad y que en verdad le gustaba estar entre sus brazos, así que se dejó abrazar, escondiendo su rostro en el pecho contrario y rodeándolo por su torso.

—Estaba a punto de llamar a Namjoon —continuó—, y si le decía que te perdí de nuevo, probablemente hubiera tenido muchos problemas; no vuelvas a hacer eso por favor.

—Lo siento.

Jungkook se limitó a disfrutar del calor y el aroma de Taehyung; esta vez su piel estaba más cálida que la suya, tenía impregnado el calor de la cama y le reconfortaba el sentirlo tan cerca. 

—Ah... —soltó un suspiro que había estado reteniendo por un rato, bajó la capucha de la cabeza del híbrido y acarició sus orejas que estaban un tanto frías— Me asustaste, gato malo —estaba siendo un poco reservado en cuanto a lo que en realidad sintió. Ya estaba tan acostumbrado al menor que despertar sin él a su lado le resultaba inquietante. Y no quería admitir que no solamente era costumbre, sino algo más también—. ¿A dónde fuiste?

—Yo... —había pensado en una excusa, pero mentir jamás era una opción para él, no le gustaba hacerlo, no le gustaba que nadie lo hiciera, aún cuando se trataba de algo tan simple— salí a hablar por teléfono con Jin.

—¿Por qué saliste? ¿a las seis de la mañana? ¿Qué pasó? —lo apartó un poco para poder mirarlo a los ojos con su interrogatorio.

—Nada, era... algo que quería hablar conmigo.

Jungkook decidió evadir a toda costa el tema aún cuando sabía que tenía que enfrentarlo tarde o temprano.

—Bien... —frunció sus labios poco convencido, porque la forma en la que la boca de su novio se curvó era la sonrisa más falsa que le hubiese dado jamás; no le permitió convencerse. Pensó que quizá tenía sueño, porque comúnmente los domingos ambos despertaban muy tarde— Pero debo contarte algo.

Las orejas del híbrido se levantaron, mirando al peliazul con atención. Su estómago se revolvió por diversas razones, porque había muchos significados para ese "algo" que él decía. El primero era el que más ansiaba; quizá le explicaría lo que había pasado, quizá le diría que se había besado con alguien más pero que fue una equivocación porque era a él a quien quería, probablemente no era muy centrado, pero era algo que podría soportar con más facilidad. Y la segunda opción era la que más le dolería y la que definitivamente no podría controlar; ¿qué podría hacer si Taehyung le decía que ya no quería ser su novio porque había encontrado a alguien más?

—¿Qué? —preguntó atento, ansioso a cada movimiento.

—Ven, siéntate.

Taehyung tomó a Jungkook de su mano y lo guió hasta el sillón en el que anteriormente estaba sentado. El híbrido no podía dejar pasar desapercibida la sonrisa tan bonita que el otro tenía, se miraba muy feliz. ¿Eso era una buena señal? No podía saberlo, y eso lo desesperaba un poco.

—¿Qué pasa? Ya dime...

Jungkook no logró ocultar su ansiedad y Taehyung rió un poco ante ello. Concluyó entonces que si él fuese a rechazarlo, o a básicamente a decirle que ya no quería que fueran novios, no estaría riéndose en su cara, así que intentó calmarse un poco.

—Ayer mi jefa me dio una muy buena noticia, Kookie. —le respondió.

El nombrado soltó un suspiro y dejó caer su espalda completamente en el sillón, el mayor no lo había notado, pero su tensión había desparecido mínimamente.

—A ella le gustas mucho, ya sabes, gatitos y eso —prosiguió—, y está muy agradecida de que ayudes en la tienda, así que te tiene una propuesta de trabajo. Eso quiere decir que si aceptas ¡trabajarás conmigo oficialmente y además tendrías un sueldo!

Taehyung sonreía ampliamente, esperaba ansioso la reacción de su novio, una sonrisa hermosa como habitualmente lo hacía, un abrazo o mucha emoción, pero solo se encontró con Jungkook mirándolo serio.

—¿Qué pasa...? ¿no te alegra? —cuestionó.

—No, no es eso… Está bien, es genial. —se reincorporó sin cambiar su expresión, pero al final fingió una sonrisa.

Jungkook esperaba que Taehyung hablara acerca de que se había besado con un chico. ¿Entonces no era importante? ¿Era algo a lo que solamente él estaba dándole demasiada importancia? ¿no debería sentirse engañado porque no estaba confiando en él?

—Bueno... yo creí que te emocionaría más... —el mayor sonrió un poco, calmando su emoción porque él era el único emocionado ahí— ¿Qué tienes?

Jungkook entonces levantó la mirada y observó muy atento a Taehyung, podía notar el desconcierto en sus ojos, y es que estaba actuando muy extraño. 

—No es nada, ah... —bajó un poco la mirada y tomó aire, sonrió de nuevo con las pocas ganas que le quedaban de hacerlo, aún con la débil esperanza de que él hablara y le quitara todo el malestar que sentía. No sabía si estaba sintiéndose demasiado mal por muy poco o si estaba equivocado al sentirse así, pero sabía que si Taehyung le contaba por su cuenta lo que vio y le explicara, podría sonreírle sinceramente de nuevo— Eso... ¿eso es todo?

—Uhm... —frunció su entrecejo y quedó pensativo durante un momento.

Un momento que Jungkook ansió fuera el fin de la punzada que estaba sintiendo en su pecho. Lo único que quería era que Taehyung le dijera la verdad.

—¡Ah, no! También te traje comida, ella insistió en que la trajera para ti...

Taehyung se levantó rápidamente del sillón y fue hasta la cocina. Jungkook no se movió de su lugar, en cambio se esforzó en retener sus lágrimas y no concentrarse en el golpe invisible que sintió en su pecho.