Taehyung es un alfa puro, nacido de la unión de dos alfas de alto rango, hombre y mujer.
Las probabilidades de que un alfa nazca de una pareja de semejantes, es casi nula, por lo que por supuesto la condición tan increíble de Taehyung causaría mucho...
—No pasa nada, Minnie— susurró entre sus cabellos, dejando a su aroma actuar sobre el inquieto cachorro— puedes seguir durmiendo.
—No me dejes solo.
—No lo haré.— su padre y tío le observaban con las cejas arqueadas— Quédate quieto.
—¿Es lo que creo que es?
Taehyung asintió. La razón por la qué Jimin estaba tan nervioso y sensible era porque necesitaba el aroma de un alfa cerca, en ese momento, todo indicaba que el pequeño se presentaría como omega en cualquier instante, así que necesitaba sentirse protegido por un alfa que poseyera un olor agradable a su nariz. He ahí el porqué había empezado a llorar cuando Namjoon dejó de cargarle.
—Creo que es mejor si vas a tu antigua habitación— sugirió Seokjin— estará más cómodo y menos asustado si está acostado.
—Eso hizo Kel cuando te presentaste.
El pelirrojo aceptó la sugerencia y se puso de pie con un lloroso cachetón en brazos, agradeció que Seojoon ya hubiese abandonado el lugar junto a su novia o Jimin se pondría peor ante la presencia de una raza ajena a la suya.
—Díganle a Byul que iré con ella y Jungkook en unas horas— pidió, su corazón latía con insistencia por la emoción de ver la presentación de su cachorro— si será omega ¿verdad?
Seokjin sonrió.
—Lo prometo, nunca me equivoco.
Bien, con eso estaba más que emocionado. Entró y cerró la puerta con seguro desde dentro, de esa manera nadie podría entrar e interrumpir aquello, le puso sobre la cama con extremo cuidado, limpió sus mejillas con los pulgares, estaba sudando, así que lo despojó de su camiseta y pantalones dejándole únicamente los bóxer, velando por su comodidad. Colocó las prendas sobre una de las sillas que habían allí, esa camiseta era la favorita de Jimin, así que mejor que estuviera a la vista cuando todo pasara.
—Papá Tae— le llamó, puchereando con los ojos cerrados— miedo... asusta.
—Es normal, Minnie, no hay necesidad de asustarse— peinó sus cabellos dorados hacia atrás, despejando su frente antes de acostarse a su lado y dejar pequeñas caricias en sus mejillas, le veía arrugar el entrecejo y se le encogia un poco el corazón—¿Duele?
—Aquí— llevó ambas manitos a su estómago— duele poco.
Casi lloró, y es que Taehyung era un sensible sin remedio, quisiera que Jimin no tuviese que sentir dolor porque era tan pequeño, no lo merecía, era como un angelito que se había robado todo su ser con aquella inocencia y dulzura hermosa que poseía. No quería ni imaginar cuando llegase el turno de Jungkook para presentarse, moriría ahogado en sus lágrimas.
Volvió a llorar con un poco más de fuerza, girándose para aferrarse al torso del alfa y apretar la camiseta de este en un puño, sus pequeños nudillos tornándose blancos y aumentando la impotencia de Taehyung, no podía hacer mucho más que intentar minimizar un poco el dolor con su olor, hacerle saber que no estaba solo.
Así fue durante dos largas horas, Taehyung ahora besaba sus mejillas y daba palmaditas en su espalda dejándolo refugiarse en el hueco entre su cuello y hombro, sollozaba a ratos.
—Quiero a Koo— repetía— a Bul.
—Ya casi vamos con ellos, un ratito más.
La temperatura corporal de Jimin aumentó considerablemente durante al menos dos minutos en los que se quejó porque comenzó a sentirse pegajoso e incómodo por el líquido que se escurrió por sus piernas, esto confirmó que efectivamente Jimin era un omega, Taehyung sonrió en grande y dejó besitos en su frente.
—Ya no duele.
—No, no duele más porque ya viene la mejor parte.
—¿Si?— asintió— abrazo.
Aceptó gustoso, envolvió a su pequeño omega en brazos y dejaron que el tiempo volviese a pasar, Jimin dijo sentir cosquillas en su estómago por lo que soltó unas risillas inevitables, Taehyung cerró los ojos sintiéndose demasiado contento, esas cosquillas que sentía se trataba de su lobo posicionándose y despertando, le apretó un poco, no mucho.
Luego, casi gritó de alegría al sentir como el cuerpo de Jimin comenzaba a transformarse y el pelaje abundante le rozaba la nariz, abrió los ojos y se sentó con su cachorro en brazos, observándole atónito.
—Mira nada más— lo alzó, observándole por todos lados— un lobito blanco de ojos miel.
Le cargó, se le podía considerar un cachorro recién nacido, por ende, estaba muy pequeño y precioso, Taehyung acarició su cabeza, nariz y chilló cuando este le lamió un dedo, era el lobo más hermoso que había visto.
Y no, no lo decía porque fuese su hijo.
Salió con el lobo en brazos y corrió hasta la sala dónde efectivamente todos estaban reunidos, cuando llegó con aquella mota de pelo blanco en brazos, su familia se levantó soltando exclamaciones llenas de ternura e impresión por el hermoso lobo recién presentado.
—Es un bebé omega— les dijo, permitiéndoles acercarse, Byul comenzó a soltar algunas lágrimas traicioneras por el emotivo momento— nuestro cachorro es un omega.
Asintió, hundiendo el rostro en ese pelaje blanco y suave.
—Un omega precioso.
—¡Yo veo!— Seokjin levantó a Jungkook para que pudiese observar tan bien como el resto— ¿Minnie?—el lobo sacó la lengua y lamió la mano de su hermanito, haciéndolo sonreír.— Si es Minnie. Lobo bonito.
Rieron.
—Se quedará en su forma animal durante algunos días— sonrió Namjoon, observando sus patas— en lo que se acostumbra y aprende a transformarse a voluntad, tal vez llevarlo a correr sea buena idea.
Fue un momento hermoso y refrescante para todos. El primer omega Kim de su generación.
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