Capítulo Seis

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Capítulo seis.
Cortejo y sensaciones intensas.

Taehyung le preguntó a Byul si le apetecía ir a la casa de este para poder conversar más a gusto y en privado sobre algo que necesitaba decirle, lo hizo de manera sencilla para evitar malentendidos, no quería que pensara que la llevaba a su hogar con otras intenciones siendo apenas la primera cita.

Ella aceptó sin problemas, así que ahora mismo el alfa se encontraba invitándola a pasar, algunos vecinos curiosos tenían sus ojos abiertos de par en par viendo a la invitada del hijo del líder. Cerró la puerta y caminaron sin prisa hasta el sillón más grande que ocupaba espacio en la sala.

—Entonces, Byul.

—¿Si?

Estaba nervioso, pero confiado. Había practicado durante mucho tiempo lo que diría, como lo haría e incluso el tono en el que pronunciaría cada palabra, sereno, suave y sobre todo, respetuoso.

—Estoy muy contento de haberte conocido, yo...— rió— fue inesperado, pero lo agradezco.

—Yo me siento igual.

—Verás, mi lobo... yo también, por supuesto, ambos, nos sentimos muy atraídos a ti— pasó saliva— desde el primer momento, hubo algo, me gustaste, me gustas.

Byul enrojeció, nunca se le habían confesado de manera tan bonita, quiénes lo habían hecho, simplemente iban al punto y de forma desesperada, como si sólo necesitaran una respuesta rápida para poder lanzarse sobre ella.

Le sorprendió que un alfa tan imponente como Taehyung fuese en realidad tan suave, poseía tacto y caballerosidad aún cuando seguramente era consciente de que podía tener a quién quisiera con sólo ordenarlo.

—¿De verdad?

—De verdad.— volvió a tomar una de sus manos, acariciando el dorso de esta— Es por eso que quería preguntarte si me dejarías comenzar a cortejarte como se debe.

—¿C-Cortejarme?

—Exactamente, me refiero a todo lo que un cortejo implica, las flores... yo realmente creo que existe una conexión linda entre ambos— mordió su labio inferior, nervioso de nuevo— únicamente lo sabremos si aceptas.

Byul apretó el agarre de sus manos y casi grita emocionada, ella también sentía que había algo pasando entre ambos, algo que podía funcionar y ser hermoso, de verdad quería darse una oportunidad con Taehyung ¿y cómo no? Si se trataba de un excelente alfa.

—S-Si quiero, pero— suspiró, lastimosamente debía asegurarse de algo importante antes de aceptar— pero no estoy segura de que tú vayas a querer después de... de...

—¿De...? Byul, no me importa nada, realmente quiero intentarlo seriamente contigo.

Negó.

—Tienes que conocer mi aroma antes.

Taehyung arrugó la nariz, no entendía porque era eso un problema.

—Ya lo conozco, caramelo y algodón de azúcar— se atrevió a decirlo en voz alta—puedo percibirlo incluso ahora, me gusta.

—No, pero, es decir— intentó explicarse mejor— Escucha, yo uso esta bufanda y los guantes o cualquier cosa que cubra mis muñecas con el propósito de ocultar todo lo que pueda de mi aroma porque no tengo control sobre el, es demasiado intenso y empalagoso.

—Sigo sin entender que hay de malo.

—Los alfas no lo soportan, no les gusta—oh— no he tenido pareja debido a que mi aroma es demasiado fuerte y resulta asqueroso para los alfas, ahora mismo lo que alcanzas a oler es muy leve, pero te juro que no se compara en absoluto a cuando me quito la bufanda, se impregna en todos lados y molesta a los demás— suelta su mano, apartando la mirada— es por eso que no podemos iniciar nada si no te gusta mi aroma.

Taehyung pensaba que era una total exageración, pero Byul lucía realmente preocupada y sería al respecto, así que asintió sin más.

—Bien, hagámoslo entonces— acarició sus propios muslos, ansioso— Quítate la bufanda.

La omega se alarmó.

—¿Aquí? ¿En tu casa? ¿Ahora mismo?

—Si ¿por qué no? Aunque si no te sientes cómoda...

—Es que va a quedar el olor en todos lados.

—Nah— él de verdad no creía que fuese para tanto— puedes estar tranquila, todo está bien.

Se cruzó de brazos y piernas, la miró sonriente, dándole confianza para que hiciera lo que tuviese que hacer, Byul soltó una bocanada de aire y procedió a quitarse las pulseras, tranquila porque esa no era la peor parte, el asunto crítico estaba en su cuello, por supuesto.

Taehyung si sintió como la intensidad de su aroma aumentaba, pero no a niveles colosales como esta describía, así que permaneció tranquilo en su lugar, disfrutando del dulce aroma.

Byul estaba en un lío mental, casi parecía estar sufriendo alguna crisis por los escenarios que su cabeza creaba sobre lo que podía suceder una vez percibiera su aroma en todo su explendor, con miedo pero resignada, casi que arrancó la bufanda fuera de su cuello y cerró los ojos esperando a que l dijera algo, tal vez le pidiera que se largara y no volviera jamás, probablemente tendría que buscar la manera de deshacerse de todo el aroma que si o si quedaría impregnado en la casa. Tantas posibilidades y ninguna era buena.

Pero no, abrió los ojos aturdida al sentir la cercanía del cuerpo de Taehyung, este casi sobre el suyo.

—Joder, Byul.

Taehyung estaba enterrando la nariz en el cuello de Byul, buscando pegarse a la fuente de aroma desesperadamente, el cuerpo de Byul fue cayendo hacia atrás en el sofá, siendo empujado por Taehyung quien jadeó adhiriéndose a ella tanto como podía.

Todos sus sentidos estaban nublandose, una fragancia exquisita, dulce, fuerte e incomparable lo estaba seduciendo, como un afrodisíaco, la ambrosía no se le comparaba, quería quedarse allí para siempre y por lo mismo, él también perdió un poco el control y juicio, decidió seducir de igual manera a Byul con su propia fragancia, dejándola hacer presencia y envolver la anatomía entera de la omega con esta.

Byul apretó en un puño algunas hebras del cabello de Taehyung cuando el aroma a chocolate puro y lo cítrico de las mandarinas atacó sus fosas nasales, había estado pensando en cómo apartar al alfa de su cuerpo y ahora, después de olerle, no sabía cómo hacer para tenerlo más cerca.

Taehyung soltó un gruñido profundo cuando Byul le dejó caer completamente sobre ella, haciéndole espacio entre sus piernas, ambos torsos tocánse, ella se dio la libertad de enterrar su rostro de igual manera en la curvatura entre su hombro y cuello, aspirando el delicioso aroma de Taehyung, sus instintos haciendo aparición, pero no tomando el control de la situación. Por eso el alfa agradecía tener tan buen mandato sobre su lobo o hace rato habría perdido el juicio.

Byul comenzó a dar caricias sobre la espalda de Taehyung y este dejó besos sobre la piel de su cuello, ambos disfrutando de las sensaciones intensas que los sobrecogían, jadeando deseosos de ir más allá, pero conscientes de que no era correcto y se arrepentirían después si se dejaban dominar por sus lobos.

Eso sí, Taehyung no se privó de besar los labios de Byul con hambre voraz, la intención de marcarla con su aroma era obvia y sucedía lo mismo en viceversa.

Era obvio que se pertenecían, que eran el destino del otro.

—Alfa...

Byul era su omega y ella por fin tendría el alfa perfecto, el hombre de sus sueños.

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The Alpha's Choice» KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora