The Alpha's Choice» KTH

Capítulo Cuarenta y Dos

Capítulo cuarenta y dos.
Millones de halagos que pueden sanar.

—... diecisiete, dieciocho, veinte-

—No, te comiste el diecinueve.

Jimin puchereó.

—Voy a volver a repasar. Uno, dos, tres...

Dio la vuelta, regresando a la sala con Jungkook y dejando nuevamente a Taehyung con Byul, se acomodó a su lado y la estrechó en sus brazos, besó sus mejillas y la sintió sonreír gracias a sus mejillas abultadas.

—Te amo, te amo... — la besó, la punta de su lengua delineó el labio superior de Byul antes de lanzarse de lleno a saborear los belfos— eres la mujer más preciosa del universo.

—Mmm... sigue diciéndome esas cosas que si ayudan a mi recuperación.

—Coqueteas tan lindo y ni te das cuenta.— Byul chilló, era un exagerado— ¿Segura de que estás sintiéndote mejor?

—Estoy bien, solo fueron rasguños y gracias a Kel no fue mucho más. Tengo curiosidad por saber cómo está ella.

—Está con papá, ella tarda un poco más en recuperarse, lleva tiempo bastante enferma, así que es más difícil— sonríe a medias— pero se recuperará a su ritmo.

—Deberíamos llevarles algo después.

—Claro, pero ahora mismo estoy cuidando de ti. — le mordió el hombro— Hazme espacio aquí.

Byul entendió sus intenciones y se sonrojó hasta las orejas.

—¡Tae!

—¿Me parece a mi o no puedes quedarte quieta?— sonrió— Baja de ahí y duérmete.

Tampoco es como que hiciera algo para moverla. Kel se cruzó de brazos sentada en el torso de su esposo, sonrió con suavidad y se inclinó hasta que su nariz rozó la ajena.

—Deja de culparte, llegaste justo a tiempo.

—Pude llegar mucho antes— insistió— me dolería el alma si te pierdo a ti o... —suspiró.

—O al bebé— completó por él— está bien, puedes mencionarlo.

—Dijimos que no lo haríamos para no hacernos muchas ilusiones.

Negó.

—Es imposible no ilusionarnos. Sabes que es casi imposible para mí quedar embarazada y Taehyung fue nuestro más bello milagro.— dejó un beso pequeño en sus labios—  Pero nada me haría más feliz en el mundo que hacerte padre por segunda vez.

—Ya soy muy feliz teniendote a ti y a Taehyung.

—Bueno, serás el doble de feliz si nuestro bebé nace sano.— alegó— Porque juro que nacerá y tendremos de nuevo a un nene corriendo por toda la casa y destruyendo nuestros muebles. El cual probablemente sea alfa, dado que solo sabemos procrear alfas en este clan.

Seokjin se rió por eso, dándole la razón.

—Bueno, muchos alfas se han unido a las omegas que llegaron del clan de Byul— Eso era bueno— y de esas uniones nacieron más omegas, espero que esto se equilibre pronto o tendré una turba de alfas molestos porque no hay omegas.

—Siempre pueden unirse a otros alfas.

Resopló.

—Claro, como tienen una mentalidad tan abierta...— sintió un apretón en su zona baja— Kel, esa mano.

Namjoon estaba en la cúspide de la molestia.

—Quiero que todos guarden todo lo que encuentren en este lugar— ordenó a su equipo— absolutamente todo.

El puma traidor había muerto, apenas soportando una hora de interrogatorio, sufrió varias convulsiones que ni Namjoon o Seojoon pudieron controlar.

—Si a mi no me funcionó, habrá otro al que le caerá como anillo al dedo.

Namjoon no podía permitir que llegara otro demente a inyectarse sangre de Lobos, así que se desharía y destruiría cada centro de prueba que aquél infeliz haya pisado.

—Si él no asesinó a Jaesun— susurró para sí mismo, Seojoon a su lado alcanzó a escuchar— ¿quién fue?

Comenzaba a exasperarse, parecía que realmente nunca se enterarían de cómo sucedieron las cosas y era lo que más necesitaban para continuar sin remordimientos.

Seokjin y él querían cerrar ese fatídico capítulo en sus vidas para poder avanzar.