The Alpha's Choice» KTH

Capítulo Cuarenta y Nueve

Capítulo cuarenta y nueve.
Fundador y siguiente en línea.

—Señor— uno de sus hombres se acercó, Taehyung estaba terminando de ayudar a resguardar a la pequeña población— ya han detectado presencias ajenas.

—¿Cuántos?

—Veinte lobos, pero probablemente sean muchos más, no lo sabemos.

Asintió.

—Envía el reporte a los dos grupos restantes, necesitamos refuerzos.— el alfa acató la orden, girándose hacia las personas— Necesito pedirles que permanezcan aquí hasta que el peligro pase.

Dejó otro par de alfas a cargo de vigilar la zona y se unió al resto, moviéndose en línea recta en dirección a los atacantes, tratando de tomar tanta distancia como fuese posible del clan para no ocasionar daños de estructura.

Así que en efecto sería en su punto, suspiró, era extraño que el lobo de su padre se haya comunicado con el suyo cuando jamás lo había buscado para absolutamente nada, ese lobo sólo se centraba en Seokjin y en nadie más.

¿Por qué le dejaría el control a Taehyung cuando Seokjin podría encargarse del problema en cuestión de minutos?

—Quiere probarnos. Saber si somos tan buenos como para confiarnos la responsabilidad que hasta ahora él y tú padre mantienen.

Es decir, el clan.

—¿Están transformados?

—Si— respondió el alfa a su derecha— tal vez nosotros deberíamos hacer lo mismo.

Asintió, autorizando aquello, por su parte, no le daría paso a su forma animal por el momento, sólo si lo necesitaba. Estaban en zonas desérticas y tuvieron que detenerse ante el primer avistamiento de un ajeno, luego dos y en aumento.

Taehyung frunció el ceño.

—Alguien confírmeme si se trata de quién creo que se trata.

—Creo... creo que si, señor.

No estaba tan familiarizado como para reconocerlo a simple vista, pero ese lobo cumplía ciertas características que su padre le había mencionado antes, pelaje negro opaco, ojos castaños y orejas pequeñas.

Su bisabuelo, el lobo fundador de su clan. Mao.

Se acercó a paso lento y él permaneció en su sitio, no sabía si estaba sorprendido por haber sido atrapado o no reaccionaba porque le daba igual, adquirió su forma humana para encarar a Taehyung.

—Supongo que tienes una explicación para todo esto, Mao.

El hombre rió, a pesar de la edad, los mayores conservaban su fuerza y tenacidad, así que no era de asustarse porque un anciano liderara un ejército de esa magnitud.

—Entonces decidieron intervenir en asuntos ajenos al clan— dijo— nuevamente demostrando lo inútiles que son como líderes de este.

—¿Qué quieres decir?

—Me refiero a que como fundador, debo seguir velando por la posición de los nuestros, cosa que mi nieto no hace y que tú tampoco puedes hacer.

—¿Y una masacre a clanes pequeños en que nos ayuda a nosotros?

—¿No es obvio? Necesitamos ampliarnos, necesitamos terrenos, más omegas y una generación nueva de lobos— lo señaló, sus manos temblorosas— y para eso debemos apropiarnos de los terrenos que estos clanes minúsculos poseen.

Taehyung sacudió la cabeza.

—Así no es como deben funcionar las cosas, no de una manera tan sucia y tramposa— acotó— esto es simple y asqueroso asesinato. Tú fuiste el único que se quejó porque estábamos resguardando a cachorros en el clan cuando fue tú culpa que ellos quedaran desamparados y huérfanos.

Se encogió.

—Sabía que no podía contar con tú padre para esto. Un líder tiene que hacer lo que tiene que hacer, todo por su gente.

—Mataste a los padres de tu gente.

—La nueva generación lo entenderá.

—La nueva generación no tiene porqué sufrir a costa de tus egoístas ambiciones— levantó la voz, la rabia empezaba a apoderarse de él— vas a detenerte en este instante, ambos sabemos quién ganará esta batalla.

—Los deseos de quienes me apoyan son más fuertes— defendió a su grupo de asesinos— tenemos más determinación que tú, tú padre y su hermano juntos— desvió la mirada al suelo, negando con la cabeza— mi hijo si lo hubiese entendido.

—Él fue un pésimo líder, tenía el clan en la ruina.

—No fue así, mi hijo solo erró en una cosa; no supo cómo levantar correctamente a Seokjin y por eso estamos como estamos— escupía cada palabra con una seguridad aterradora— si hubiese sabido cómo ser padre, su hijo alfa no habría desposado a una igual, dañó a la familia y de una unión tan insultante como esa, naciste tú, otro error— Taehyung cerró ambas manos en puños, mirándole fijamente y con claro enojo— no me importa cuántas veces tenga que repetirlo, los alfas no se unen a otros alfas, somos la cúspide en poder y mandato—lo observó con desprecio— y quizás estaríamos mejor si mi hijo hubiese logrado matarte a ti.

Tembló por dentro, no por miedo, por rabia, el enojo lo recorría entero y parecía estar acumulándose para estallar en cualquier momento.

—Te equivocas.— musitó— Tu hijo era un mediocre, un inútil envidioso que aparentaba ser la gran cosa cuando ni dirigir a su propia familia podía. No te equivoques, mi padre no es un alfa cualquiera y para tu disgusto, está muy por encima de todos, él podría acabar contigo y con todos tus aliados en un parpadeo, no tendrían siquiera oportunidad para pedir clemencia porque su determinación es más fuerte que nada. — dio otro paso, casi rozandolo— Y me temo que haré que te tragues tus palabras, aunque, si crees que puedes darle pelea a mi padre, imagino que podrás vencerme a mi antes— sus ojos brillaron— porque después del enigma, el más fuerte soy yo.