Capítulos Extras:3

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Capítulos extras:3
Hermandad y amor.

—¿No te apetece entrenar hoy? ¿Es eso?— Rhea preguntó con cautela y tono de voz calmado— Podemos saltarnos el día de hoy si es que estás estresado o algo.

Jungkook se dejó caer de espaldas en la colchoneta, aquel día, su tío no se había unido a ellos lo cual lo dejó de muy mal ánimo porque era muy difícil estar a solas con Rhea en un mismo sitio sin sentir que sus hormonas deseaban revelarse.

Y eso no era bueno, significaba que su celo llegaría pronto.

—Solo estoy cansado.

—De hecho te ves pálido ¿estás enfermo?— susurró una negación, cerró los ojos, sintió la mano posarse en su frente— estás ardiendo en fiebre y sudas más de lo usual.

Si... era su celo.

—Me iré a casa— se sentó, apartando las manos de Rhea— nos vemos la otra semana.

—H-Hueles muy fuerte— tartamudeó, aclrándose la garganta— necesitas llevar un control de tus periodos de celo, si sabías que esto sucedería-

—No lo sabía, se adelantó.

Su nariz olfateó un aroma distinto al propio, frunció el ceño y entrecerró los ojos concentrándose para percibir el olor por encima del suyo.

Lavanda.

—Debería irme primero— la detuvo, tomándola de la muñeca— Jungkook.

—¿Te gustan los alfas, Rhea?— preguntó, cerró los ojos de nueva cuenta, el dolor comenzaba a aglomerarse en su parte baja, los sentidos empezaban a nublarse.

Ella negó, con lentitud y dudosa.

—No. Ahora déjame ir, no puedo estar cerca, no contigo así.

—¿Entonces por qué te has puesto así solo viéndome?— mantuvo su agarre, Rhea apartó la mirada— Acabas de excitarte.

—¡No!— le apartó de un manotazo, su rostro encendido por la vergüenza que las palabras de Jungkook le provocaron— Tengo treinta y seis años y tú apenas veinticinco ¿Cómo va a gustarme alguien menor? Estás loco.

Se levantó, sus piernas temblaron. Jungkook encontró fuerza en las suyas e imitó su acción, siguiéndola y rebasandola, apoyó su cuerpo en la puerta bloqueando la salida.

—A mí sí me gustas tú— confesó ¿ya qué más daba?— desde casi siempre, tú me gustas.

—No digas cosas sin sentido.

—Tiene todo el sentido del mundo— respiró con algo de dificultad, tendría que controlarse si o si— nadie ha sabido llegar a mi como lo has hecho tú.

Rhea volvió a negar.

—Hay miles de chicas allí afuera que pueden gustarte. Más jóvenes y accesibles.

—Yo te quiero a ti— sus ojos comenzaban a humedecerse— no tienes idea de lo mucho que me he negado a pasar estos días con alguien porque— tragó— porque no soy capaz de tocar a nadie, nadie me gusta, nadie me complace. Nadie, Rhea.

Soltó el primer sollozo, volvió a contenerse y la miró.

—No deberías...

—Ya lo sé. Pero no puedo hacer nada contra eso.— se apartó de la puerta— Puedes irte ahora, llamaré a alguien para que venga por mi, no te preocupes, tengo este asunto más que controlado.

Pero no por mucho tiempo más. Rhea suspiró, no sabía que hacer ahora, estaba dispuesta a caminar hacia la puerta y así hizo, Jungkook miró al lado contrario no queriendo verla irse hasta que escuchó la puerta cerrarse.

Y el sonido del seguro activarse, giró el rostro, Rhea lo observó.

—Eso... debe doler mucho— se acercó, acunó su rostro e ignoró la expresión sorprendida del menor— Voy a ayudarte hoy.

Dos días después, Jimin corría desesperado por toda la casa buscando a su hermano, enterándose de que este estaba con Kel y sus padres en casa de la primera, cuando lo encontró, casi gritó de felicidad

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Dos días después, Jimin corría desesperado por toda la casa buscando a su hermano, enterándose de que este estaba con Kel y sus padres en casa de la primera, cuando lo encontró, casi gritó de felicidad.

—¡Necesito tú ayuda!— plasmó los papeles arrugados en su pecho, Jungkook estaba aturdida— Tienes que firmar esos papeles, soy tu hermano, tienes que ayudarme sin cuestionar.

Había hablado con la encargada del orfanato por unas cuantas horas en las que terminó desahogandose acerca de su deseo de adoptar al bebé que había estado cuidando pero que era consciente de que debía tener una pareja alfa para ello.

A lo que la encargada le respondió:

—Tienes que tener un alfa, si, pero no una pareja obligatoriamente, puede ser cualquier alfa que esté dispuesto a velar por el cachorro hasta que tú, el omega, encuentre a su pareja— Jimin ensanchó los ojos, él no sabía tal cosa— tú hermano es alfa ¿no? él puede ser el alfa que firme y vele por ambos.

—Minnie...

—Por favor— le suplicó, casi llorando— no te pediré nada más en la vida, lo juro, solo concédeme esto, ayúdame— lloriqueó, Seokjin que estaba de pie detrás de Jungkook, leyó los documentos y observó al omega con ternura— Yo lo quiero, es mío, solo estará bien conmigo y con nadie más.

Jungkook suspiró.

—Un bebé es un trabajo difícil.

—Lo sé, haré todo, tengo todo, tú no tienes que hacer nada, solo firmar para que me lo den— lloró un poco más— te lo suplico.

Miró al cielo y se rindió, Jimin nunca le pedía algo, era la primera vez que lo veía tan desesperado por conseguir algo de su parte.

—Dime dónde debo firmar.

Se avalanzó sobre él, señalando con desespero cada espacio que requería su firma, número de teléfono, todo lo que fuese necesario.

Luego le arrebató los papeles y volvió a salir corriendo.

—¡Al menos dime como se llama!

—¡NO TIENE NOMBRE! ¡ES UN BEBÉ!

Lo perdieron de vista, Taehyung se acercó a su hijo con Byul de la mano, le observó confundido.

—¿Soy abuelo tan pronto?

—¿Soy abuelo tan pronto?

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Ya sigue el Epílogo

The Alpha's Choice» KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora