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Jibeom no mencionó el tema por el resto de la semana ni lo haría después. Era algo lo suficientemente grave para hacer llorar a Jaehyun pero también parecía incómodo con la situación, así que no preguntaría.

Hoy es su última clase de tutoria y es una forma de escape para Jibeom.
Desde navidad quiere alejarse de Bong pero simplemente las circunstancias no están a su favor. Esta es su última oportunidad para mantenerse al margen con su amistad.

Jibeom es tonto, pero no sería tan cruel como para dejar a Jaehyun de un día para otro, mucho menos después de todas las cosas lindas que han pasado juntos, y los "te quiero" que el mayor le dedica.

Suspiró en su asiento.

El profesor recién llegaba y parecía que tenía un anuncio. Siempre pone esa sonrisa aterradora cuando les dirá algo, y que por lo regular no es lindo a sus ojos.

— Chicos. - Comenzó. - Hoy tenemos a dos chicos nuevos, ellos vienen de Japón y estarán con nosotros lo que resta del ciclo escolar.

Todos en el salón comenzaron a murmurar, hace tiempo que no hay alumnos extranjeros.

Dos jóvenes entraron por la puerta con sonrisas contagiosas.
Para Jibeom no fue la gran cosa hasta que uno de ellos tuvo que sentarse al lado de Jaehyun.

— Youngtaek, ahí hay un asiento y Jangjun, tu puedes ir al de más atrás.

Bong levantó su mano para indicarle la silla vacía al chico nuevo y una vez que se sentó, lo saludo de forma tranquila.

— Es un placer verte de nuevo Youngtaek.

— Lo mismo digo Jaehyun, es genial encontrarnos aquí. - Respondió sonriente.

Jibeom intentó escuchar pero el profesor tenía que explicar la tarea justo ahora.

No pudo concentrarse bien gracias a las sonrisas que ambos tenían pegados al rostro, y de todas veces que Youngtaek acariciaba la mano de Bong o tocaba su pierna para llamar su atención.
Lo peor es que Jaehyun no parecía incómodo.

Todas las clases fueron así, incluso el almuerzo y Jibeom estaba pensando que no lo soportaría.
Sus amigos aún regresaban de sus vacaciones así que pasaba el receso con Bong y todo había sido lindo, pero hoy tuvieron compañía.
Una ruidosa y pegajosa compañía.

Al salir, Jaehyun le dijo que llevaría a Jangjun y Tag a la biblioteca para que la conocieran y pudieran hacer sus tareas más fácilmente.
El menor no se pudo negar. Quiso hacerlo pero finalmente la biblioteca no era suya y ellos tendrían la sesión de tutorias así que los podrían alejar.

Caminaron juntos charlando de su llegada al país y de lo linda que era la escuela.

Al parecer los chicos nuevos son amigos y solamente Tag conocía a Bong gracias a un viaje en el que coincidieron.

Eso significa que Youngtaek también viene de una familia adinerada.

Tomaron asiento en la planta baja, a un lado del ventanal.
Jaehyun a un lado de Kim y los otros dos frente a ellos.

— Así que aquí estudian. - Dijo Jangjun recorriendo el lugar con la mirada.

Bongjae asintió por los dos.

— Jibeomah. - llamó Tag. - Jaehyun dijo que le das clases particulares.

— Si... - Iba a continuar pero no supo si sería bueno mencionar que sería la última vez o hacer algo con esa pregunta para que se fueran.

— ¿Puedes darme clases a mi también? El ritmo que llevan es muy rápido así que quiero ponerme al corriente.

Jibeom lo pensó, no era mala idea considerando que la tarifa que Jaehyun impuso era muy buena y eso también le ayudaba a estudiar.

— Supongo que tal-

— No.- Interrumpió Bong. - Lo siento Taggie, Jibeom me da clases toda la semana y termina muy cansado. - Habló como si fuera algo lamentable.

Youngtaek apretó los labios con resignación mientras observaba como Jaehyun tomaba con sus dos manos el brazo de Kim.

El menor solo se quedó callado gracias a la sorpresa que tenía. Más bien no entendía que estaba pasando.

— ¿De verdad? Creo que no quieres compartir a Jibeom. - Bromeó Jangjun.

Bong comenzó a reír con vergüenza pero seguía sosteniendo el brazo contrario.

— Jaehyun tiene razón, pero puedo ayudarte cuando lo necesites.

Tag asintió con una sonrisa, estaba bien con esa opción.

— Deberíamos irnos Jangjunie, aún debemos desempacar.

Lee se levantó antes de despedirse en voz baja de los chicos frente a él.
Tomaron sus mochilas para salir del lugar, y justo como Jibeom lo suponía, ellos también tenían chófer.

Jaehyun no se había movido mucho, seguía jugando con las costuras del suéter del menor con una mano y la otra se paseaba de vez en cuando por los dedos estáticos de Jibeom.

El menor carraspeo logrando que Bong se sobresaltara un poco y finalmente se alejara.

— Debemos aclarar el contrato Jaehyun.

El mayor asintió pasándose a la silla de en frente.

Jibeom estaba hablando y de vez en cuando le preguntaba si estaba de acuerdo a lo que solo decía un bajito si.
Pero no estaba prestando atención.

El ventanal detrás de Jibeom dejaba pasar la luz del día e iluminaba su cabello y algunas partes de su rostro.
Ya lo había notado, sin embargo en ese momento las largas pestañas de su amigo se veían realmente lindas y podía ver más detalladamente como sus labios se volvían un poco blancos cuando los apretaba con los dientes al pensar en algo, pero después regresaban a ese tono rosado que, no podía negarlo, le gustaba mucho ese color.

— Jibeomah.

El mencionado lo observó aguantando un suspiro molesto por ser interrumpido.
Pero Jaehyun no decía nada, se había quedado mudo y con un color intenso en las mejillas.

— ¿Estás bien?

Beom acercó su mano hacia el rostro contrario para tomar su temperatura, pero apenas tocó su piel, Bong soltó una risa nerviosa alejando su mano.

— Si estoy bien, lo siento. Solo no estaba escuchando.

El menor bufó un poco irritado por la falta de atención.

— Yah, es el análisis de tu progreso, debería importarte un poco. - Reclamó tan bajo como podía.

— Perdón. - Dijo apenado.

Regresaron su vista al cuaderno lleno de apuntes y flechas donde Jibeom explicaba (de nuevo) todo lo que había avanzado Jaehyun en ese tiempo.

— Lo había olvidado, hoy es nuestra última clase.

Kim asintió con los labios apretados.

— Pero te sirvió mucho, ya dominas por completo los temas intermedios.

— Entonces sigue siendo mi maestro. - Dijo sonriendo.

Jibeom contuvo la respiración.

— No tienes nada que pensar, sólo di que si y vayamos por un sandwich.

Jaehyun lo miraba con el rostro iluminado y un puchero pequeño mientras apretaba su mano entre las suyas.

El menor soltó el aire, debía decir que no ahora.

— Esta bien, vamos a comer.


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