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Jaehyun entró a casa completamente desanimado.

Se sentía incluso un poco tonto.

Pasó directo a su habitación después de saludar a su nana, y se dejó caer en la cama.
Intentaba despejar su mente jugando con las cobijas pero era difícil.

"Olvidemoslo"

Esa palabra se repetía una y otra vez. Realmente no tenía ganas de ver a Jibeom como si nada hubiera pasado.

En este momento lo que menos quiere es ver a Jibeom.
Le gustaría ocultarse por un tiempo, solo hasta que la vergüenza se vaya.

Suspiró al tiempo que ponía la almohada sobre su cabeza.

No sólo debía olvidar ese beso, tiene que dejar atrás sus sentimientos.

Hace mucho tiempo que no tiene una amistad tan linda y le dolería demasiado arruinarla ahora.
Puede soportar un rechazo que ya veía venir, pero no alejarse por completo del menor.

No debió hacerle caso a Bomin.
¿Gustarle a Jibeom? Era la idea más tonta que pudo haber creído.


... ... ... ... ... ... ... ... ... ...


— ¿Por qué comiste eso Jibeom? Sabes que tu alergia puede ser grave.

El joven se llevó una mano al rostro, claro que lo sabía.

— No me di cuenta que llevaba almendras, fue un accidente.- No tenía ganas de discutir.
Recién llegaban del hospital y estaba cansado, también molesto.

La mujer negó con la cabeza.

— Ese chico estaba muy preocupado por ti, ¿acaso fue su culpa?

Jibeom la observó con confusión, para empezar ya no era Jaehyun ni el niño bonito, ahora se refería a Bong como "ese chico", y ella no lo  preguntaba, lo estaba afirmando.

— No mamá, dije que fue un accidente.- Contestó cortante.

Comenzó a caminar hacia su habitación, ahora estaba de un peor humor y ni siquiera podía llamar a Bong.

— Jibeom.- El mencionado se detuvo.- Se que te gusta pero eres consciente de la situación.

Jibeom apretó la quijada.

— Ese chico está en otro nivel, su relación no llegará a nada y sólo serás un obstáculo en su vida.

— Mamá.- Dijo cansado.

— Te lo digo para que no pierdas el tiempo ranita.- Se acercó a su hijo y acarició sus hombros buscando su mirada.

Jibeom giró el rostro para no verla, no quería ser grosero con su madre.

— Son de mundos diferentes Jibeom, lo sabes.

El menor tragó saliva antes de alejarse para encerrarse en su habitación.

Se sentó en su pequeño escritorio viendo un punto fijo de pared.
Aun no se sentía completamente bien y sus emociones no ayudaban.

¿Había hecho lo correcto?

Jaehyun ahora es alguien casado. No puede simplemente tener un romance aparte de su matrimonio.

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