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Jaehyun se estaba concentrando en estudiar, había encontrado una gran universidad especializada en gastronomía pero para entrar a ella necesitaba un buen promedio final.

Podría decir que su relación con Jibeom había vuelto a la normalidad tanto como se podía.
Jaehyun no era igual de empalagoso, sin embargo ese era el único cambio.
Seguían hablando diario, a veces por las noches y también comían juntos.

Pará Bong era un poco triste. Pero se sentía realmente bien con la compañía de Jibeom. Le gusta mucho ser su amigo, así que intenta hacer sus sentimientos a un lado cuando están juntos.

Hoy de nuevo estaba de buen humor, Jibeom lo había llamado para avisarle que llegaría más tarde a la biblioteca así que tendría que esperarlo.

Eligió un libro de cocina típica oriental y tomó asiento donde siempre.

— Hola Jaehyunie, ¿Vienes solo?

El mencionado levantó el rostro y enseguida sonrió encontrando a la señora Kim frente a él.

— Buenas tardes señora. Estoy esperando a Jibeom.

La mujer asintió con una sonrisa, parecía que quería decir algo así que el joven habló primero.

— ¿Le preocupa algo?

— No.- Dijo bajando la voz.- Es que Jibeomie es muy tímido pero, ¿ustedes están saliendo?

Jaehyun la observó unos segundos, la señora estaba interesada en la vida amorosa de su hijo y eso lo encontraba normal, pero al mismo tiempo lo avergonzaba.
¿Ella piensa que son novios?

— Bueno, nosotros-

— Hola Bongjae.- Habló Jibeom interrumpiendo.- Hola mamá.

La mujer lo saludo bajito y se despidió con un gesto de mano de ambos. Cosa que Jaehyun imitó.

— Tu madre es linda.- Mencionó sacando su cuaderno.

— ¿De verdad? Conmigo no tanto.

El mayor sonrió con ternura.

— Se preocupa mucho por ti.

Kim levantó las cejas por el comentario. Hace mucho que dejó de pensar eso.
Desde que cumplió la mayoría de edad básicamente sólo le interesa que termine de estudiar para regresar al campo y casarse con la hija del señor Jang.

— ¿Traes toto cierto?- Preguntó cambiando de tema.- Me muero de hambre, hay que terminar rápido.

Jaehyun aceptó gustoso, el contrario le había dicho que preparara todas sus dudas así que las había anotado en su libreta.

Son sus sesiones favoritas porque Jibeom utiliza muchos ejemplos de todo tipo y le da tiempo de escribir sus notas con plumas de colores. Son sus mejores apuntes.

— Ranita. - susurró su madre desde lejos.

Jibeom le dio una mirada para que supiera que la había escuchado.

Nunca los había interrumpido, ¿por qué ahora sí?

Desde que llegó se estaba comportando extraña, no había dejado de dar vueltas cerca de ellos, y lo distraía mucho.

— Ahora vuelvo Jaehyunie.

Bong asintió escribiendo en su cuaderno. Había escuchado a la señora y también la había visto más de lo habitual, así que le daba curiosidad.

— ¿Qué pasa?- Preguntó Jibeom en voz baja.

— Ese chico está enamorado Jibeom.

Jibeom negó con molestia.

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