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-Vayamos yendo - Adrien asiente y comienza a caminar hacia el mar una vez que me despedí de Dyul y Silver de Silvia.

Adrien va el primero, yo por detrás y Akihiko acompaña a Silver varios pasos detrás de mí. El hechicero vuelve la vista atrás y disminuye el paso hasta que lo alcanzo. Aún con el a mi lado no me apetece hablar de nada, sigo pensando en lo que acaba de decirme Akihiko.

"Nunca dejes que las opiniones de los demás te desvíen de lo que tú crees que es lo correcto"

No debería importarme que Silver se enfade conmigo, se le pasará. Pero había algo dentro de mí, que me pedía a gritos que diera la vuelta y me quedara en las montañas sin hacer nada. Pero eso no puede ser así, debo actuar, si no, era posible que los dragones desaparecieran por completo.

Suspiro pesadamente cerrando los ojos por unos segundos.

-¿Ocurre algo princesa? - Pregunta Adrien virando la vista hacia mí.

-Conflictos internos - Pensé que con esas palabras el contrario no diría nada y me dejaría en paz, pero Adrien vuelve a abrir la boca.

-Eso es lo más normal en una princesa, si hasta yo tengo conflictos internos por mí. Imagínate si tuviera que controlar un reino entero.

-¿Insinúas que no quieres ser rey? - Cuestiono virando mi cabeza hacia él.

El niega con la cabeza lo más rápido de lo que es capaz.

-¡Ni de broma! Todo el rato pendiente de todos, me caigan bien o mal. Es un suplicio - Introduce las manos en los bolsillos-. Prefiero poder elegir de quien preocuparme.

Me llevo una mano al cuello de la chaqueta que llevo puesta durante unos momentos. Inspiro profundamente e intento no pensar en ideas descabelladas.

Llegamos al mar negro pasada la hora del mediodía y nos escondemos tras una gran roca mientras Adrien nos explica que ocurrirá a continuación.

-Haré un hechizo para que Kumi respire bajo el agua, le ataremos una cuerda a la cadera y cuando tenga la perla en sus manos la sacamos de un tirón.

-¿Kumi sola? - Pregunta Silver con una mueca-. ¿Crees que voy a dejar que mi princesa entre ahí completamente sola sin protección? No se como tratan a los soberanos en tu reino, pero...

-Es la única manera de que no nos descubran, créeme que también me preocupo de la seguridad de Kumi - Me mira durante unos instantes y yo a él. Pero Silver corta cualquier conexión que pueda cargar esas miradas.

-Por favor, ¿intentas insultarme? - Poso una mano sobre la de Silver y lo miro directamente a los ojos para que vea lo tranquila que estoy.

-Estaré bien, Silver. Se cuidar de mí misma también, recuérdalo - Sonreí, el chico se queda en silencio unos momentos sin saber cómo reaccionar. Despacio asiente con la cabeza y yo doy un leve apretón en su mano-. Bien.

Adrien coge dos trozos de hierba y la agarra por sus dos extremos mientras va tirando de cada uno. Los pequeños trozos comienzan a alargarse poco a poco tomando más tamaño y grosor. Adrien sigue alargando la soga hasta que se forma una montaña de ella que consigue alcanzar mi cuello.

-Creo que será suficiente - Agarra un extremo y se acerca a mí-. ¿Me permite?

Me enseña la soga y yo asiento levantando los brazos. Se agacha y comienza a rodear mi fina cintura con aquel fruto de su magia mientras la oscuridad comienza a hacer acto de presencia en el cielo.

El silencio es absoluto mientras Adrien amarra la cuerda alrededor de mí y cuando se pone de pie mantiene su mirada sobre mí unos momentos. Tose y rodea la roca pidiendo que lo sigamos. Unos pasos más alejados, la arena comienza a empaparse y nuestros pies se enfrían. Cuando llegamos a la orilla Adrien se acuclilla al borde del agua.

Fantasía de pesadilla Donde viven las historias. Descúbrelo ahora