Fantasía de pesadilla

38.

Todos quedan en silencio y Lionel vuelve a mi lado tras haber curado la herida de la dragona.

-No es muy profunda pero hay que mirar que no se infecte - Me explica -. Le enseño como se desinfecta para que pueda curarla en su viaje.

-No hará falta - Silver me quita la palabra y Lionel eleva la vista.

-Sino se cura como es debido puede ser una infección grave

-No me refiero a eso, déjame acabar niño - Le da un golpe en la frente con los dedos indice y corazón. Posa ambas manos en su cadera -. Irás tú con Kumi al mar del norte.

-¿C-cómo? - el chico deja caer las cosas al suelo y mira atónito -. ¿Y-yo c-con l-la... la r-reina?

-Sí - Contesta Silver algo molesto.

-¿A-a s-solas?

-¿Hay algún inconveniente Lionel? - Pregunto a su espalda. El muchacho se sobresalta y mira hacia mi negando con las manos.

-¡E-en absoluto!

-Pues bien, prepárate - Tomé un mechón de su cabello pasándolo detrás de su oreja despacio y el chico se sonrojó mucho más de lo que ya estaba. Es tan lindo. Sonrío-. Partiremos en cuanto estés listo.

Alejé mi mano y me di la vuelta. No me percaté de que el muchacho se había desplomado en los brazos de Silver.

(...)

-Creo que con esto ya está todo - Coloco la última tela de comida en el lomo de la dragona y le acaricio el morro. Lionel está a mi lado abrazando el maletín médico y con la vista gacha visiblemente avergonzado. Me giro hacia él y le aparto el flequillo de la cara-. Si agachas la cabeza el pelo te cubre el rostro.

El chico se sonroja aún más.

-¡Ah! ¡Eh! E... esa es la i-intención.

-¿Intención? ¿Quieres esconderte de mí? - Pregunto aparentando estar dolida.

-¡No! - se aparta bruscamente y niega con la cabeza-. No quiero esconderme de usted es sólo que... que... que yo... que...

No puedo evitar sonreir de oreja a oreja. Es demasiado tierno y hace que mi corazón se derrita.

Apoyo mi mano en el lomo de Silvia y acerco mi rostro al suyo. No entiendo por que me gusta molestarle ni tampoco porque quiero tenerlo cerca. Básicamente ya no pienso con claridad.

-¿Es que te intimido? - Pregunte viendo como el muchacho ya no cabía dentro de sí con tanta vergüenza.

Escucho un carraspeo detrás de mí y miro por encima de mi hombro. Silver está de brazos cruzados y el ceño fruncido. A su lado se encuentra Akihiko mirándonos curioso.

-¿Interrumpo algo? - Pregunta Silver.

-en absoluto.

Retiro mi mano y Lionel parece que se le saldrá el alma del cuerpo en cuestión de segundos. Me acerco a Silver.

-¿Ya partís?

-Esa es nuestra intención.

-¿No quieres reconsiderarlo?

Frunzo el ceño.

-Creo que ya lo dejé bien claro

-Kumi, el chiquillo va a desmayarse como te le acerques a menos de un metro ¿no lo ves? - Miro hacia atrás y veo como Akihiko, entre risas, abanica a Lionel para que coja algo de aire.

Sonreí.

-Es divertido

-¿Divertido? - Miro a Silver que me mira desconcertado.