Capítulo 21 Un lindo beso a papá

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Sé que...en este punto de lo que ha ocurrido, debería tener miedo de papá, sin embargo hay algo en sus ojos que cuando soy capaz de verlo, me dan mucha tranquilidad, paz y podría decirse algo de cariño, es muy raro pero a veces tengo la sensación de que fueran sentimiento de algunos recuerdos de alguien más, mi corazón late con mucha velocidad cuando estoy cerca de él, me da miedo pensar que pueda quererme, se que te has esforzado para poder guardar ese sentimiento de odió hacia mí. ¿No te lo pongo fácil verdad?, Lo siento...aunque no voy a negarte que desearía que al menos en esta vida, mi padre verdadero me quisiera.
-Conejo...- volviendo a mi realidad, los ojos de papá seguían viéndome fijamente, pero está vez ya no se veía adormilado su mirada reflejaba más bien algo de nostalgia y asombro. Pero...¿Por qué me dice conejo?.
-Eres mi conejo...lo sabés ¿Verdad?.- Hmm que querrá decir con conejo, ah ¿Tal vez mi cabello le recuerde a un conejo? O ya sé, los conejos son lindos, ¿querrá decir que soy bonita?.
-Oye, Ava ¿puede hacer una pregunta?.- el rostro de Candeb nuevamente se volvió distante y frío.
-¿Qué es?.- se levantó para poder sentarse en cama.
- Tú...eres mi papá.- Candeb me miró sorprendido, acerqué mi pequeña mano a la suya, quería volver a sentir ese cosquilleo relajante que el me producía.
-Ava puede...¿llamarte ahora así?.- La inmovilidad de Candeb comenzaba a preocuparme, tal vez lo puse incómodo o enojado, pero ¿Cómo debía llamarlo ahora?.
-¿Es eso lo que quieres?.- preguntó Candeb con seriedad.
-Si...es que...me gustas.- me giré hacia él para que nuestros ojos se encontrarán y le dedique unas de mis sonrisas más tiernas que pueda hacer.
-¿No me tienes miedo?.- preguntó con la misma expresión.
-Hmm no.- le confesé sinceramente.
-¿Ni aunque te diga que aún quiero matarte?.- Ni aún así, si sigo escapando, tu volverás a buscarme y solo traeremos tristezas a los que nos rodean, tal vez fue por qué intentamos terminar una relación que nunca permitimos comenzar, podría ser que la voluntad de la razón de la que esté en este mundo contigo es porqué debemos estar juntos. Aunque un día me mates...seguiré a tu lado, no huiré más.
-Hmm...pues.- tu mirada dice otra cosa candeb.- No, porque estás mintiendo.- fui sincera con él, debo admitir que hemos avanzado mucho, si hubiera sido como antes me hubiera echado de su habitación a gritos.
-¿Por qué piensas que estoy mintiendo?.- no hay manera de romper tu caparazón ¿verdad?
-Bueno crees que soy linda.- Candeb me miró sorpresivo.
-¿De dónde sacaste eso?.- me acerque más a él para que pudiera admirar mi hermoso rostro.
-dijiste que Ava era tu conejo, es por qué los conejos son blanco, hermosos y tiernos.- eleve mis manos para imitar las orejas de un conejo.
Candeb me miró perplejo, por un segundo la habitación quedó en silencio, fue entonces cuando ahora yo había quedado perpleja, sorprendida y creo que encantada. Candeb soltó un carcajada por toda la habitación, era la primera vez que escuchaba su risa, era como el canto de una angel, su sonrisa era muy tierna, podía causar un paro cardíaco a cualquier persona. Me alegra...me alegra que por fin olvidará la tristeza, me alegra verte feliz, deseo poder siempre endulzar tu corazón.
- Los conejos se la pasan escabulléndose en todos lados, son solo ratas feas, ¿De quien aprenderias ese narcisismo?.- ¡Eh! ¿A eso te referías? ¡Qué grosero, tengo una belleza inigualable! Además somos iguales.
-¡Eh!, Pues Ava es igual a papá.- me defendí molesta, lo que incrementaba sus carcajadas definitivamente hoy lloverá.
No pude evitar seguir esas carcajadas también, el ambiente de la habitación ya no era tan melancólico, ahora podía respirarse el aroma armonioso.
Luego de esa burbuja de tiempo, su carraspera interrumpió nuestro agradable momento.
-¡Lo siento!, escuchamos de algunas doncellas, que el emperador estaba riendo, ¡quería verlo por mi mismo!.- me sorprendió escuchar la voz de Octavius, estaba de pie junto a la puerta, con Richel, Merlina, Lauke, Víctor y Aferth, una multitud en la entrada.
-Que hermosa aura veo a su alrededor majestad, ¡una escena tan encantadora¡.- Merlina daba saltitos de emoción, yo diría que sus ojos parecían unos corazón mirándonos.
-¿No les pongo el suficiente trabajo para estar perdiendo su tiempo?.- si puede verse un semblante gris en sus rostros.
-Nuestras disculpa majestad.- Víctor cerro las puertas sacando a todos de la habitación.
-¡Pero Víctor, yo quiero seguir viendo a nuestra hermosa princesa¡.- gritó Merlina.- ¡Ehh es tan injusto su majestad la quiere para el solo!- parece ser que Candeb no tiene más paciencia, puedo ver cómo sus ojos cerrados aún palpitan del estrés.
-Es su hija, claro que debe querer estar con ella.- Candeb se levantó tranquilamente, creo que va hacia la puerta.
-¡Silencio Octavius! Oye, yo tambien quiero estar con la princesa.- Candeb furioso, abrió la puerta de golpe. Pero está vez solo estaban Octavius y Merlina.
-¡Salgan de aquí si no quieren ser castigados!- vaya...serían muy buenos en el atletismo. Frustrado, cerró la puerta, me miró nuevamente y caminó hasta a mí.
-No es necesario que me llames papá...estarás solo...- claro tal vez el tío Lauke se ponga triste si ahora le digo papá a Candeb.
- Si, tal vez mi papá Lauke se ponga triste si yo...-fui interrumpida por el abrupto comentario de Candeb.
-Debes saber que las personas solo tienen un padre, tu único padre soy así que no tienes porque seguir diciéndole papá a mi hermano Lauke.- Me levanté emociona en la cama, corrí hasta quedar frente a él.
-Entonces ¡Si puedo llamarte asi!, ¡Papá gracias!- le sonreí tiernamente, sentí una mano de gran tamaño en mi rostro, su leve impacto me dolió un poco pero más que eso me confundió.
-No sonrías así, me provoca una sensación extraña...odio eso.- tomé su mano con las mías, la retiré de mi rostro para poder ver su expresión, pero me era imposible ya que miraba a otro lado, he escuchado mucho esa frase, espero que algún día pueda cambiar esa palabra... Papá.
-Gracias papá.- Por darme la oportunidad de intentar acercarme a ti, abracé su alto y fuerte cuerpo, bueno mejor dicho abracé su cintura.
Pensaba que iba a quitarme de su lado pero no, permaneció en mis brazos.
-Eres mi conejo...recuerda eso siempre.- bueno aunque quisiera escuchar "Eres mi hija", creo que eso fue un gran avance.
Un toc toc sonó en la puerta seguido de una presentación.
-Majestad soy Aferth, acerca de la orden que me dió ayer, quiero informarle que ya tengo a los caballeros en fila esperando que sus majestades visiten el campo de entrenamiento.- ¿Caballero?, ¿campo de entrenamiento?, ¿Majestades?, Oh ya se tal vez, Papá y Richel vaya a entrenar después de todo ambos, son caballeros.
-Muy bien, estaremos ahí pronto, retirate.- ordenó Candeb, escuché como los paso de Aferth se iban alejando, mi padre se alejó de mí y caminó hasta lo que parecía ser un cuadro de cristal transparente en la pared, puso su dedo en el cuadro y salió algo parecido a un rayo que simultáneamente brillaba con el toqué.
-Es el vociferador mágico, funciona con nuestro poder, lo usamos para dar algún aviso a otras habitaciones, genera el sonido de un trueno cuando llega a las demás habitación.
-Majestad.- habló una mujer.
-Pasa Lilian.- una mujer mayor con vestido azul y cuello largo entró a la habitación.- Lilian quiero que le muestre a Ava el palacio Bellwhite, de ahora en adelante ella se quedará ahí,  por favor encárgate de asignar doncellas a ese palacio, ya hablare con Aferth sobre la seguridad, arreglela y llevenla al campo de entrenamiento dentro de media hora.- Ordenó papá, ¿Palacio Bellwhite?, ¿No volveré con él?, Escuchar eso me hizo sentir triste, pensé que estábamos avanzando.
-Por supuesto alteza, ¿Acaso la princesa va a tomar el entrenamiento?- preguntó la señora respetuosamente.
-No, solo es presentación.- dijo seco, otras doncellas vestidas igual que Lilian pero con olanes blancos en sus delantales bordados, entraron a la habitación.
-Majestad, prepararemos su baño, entraron a una puerta dorada que conectaba con la habitación.
-Vamos princesa la llevaré a qué se prepare.- Lilian tomó dulcemente mi mano, caminamos hasta la puerta, miré una última vez a papá, pero estaba sentado en el sofá dándome la espalda, leyendo lo que parecía ser unos papeles.
Lilian y yo dejamos la habitación, en el caminó se encontró con algunas otras doncellas con las que mencionó algunos nombres, ellas asintieron y se fueron.
-Sabe princesa, durmió mucho, la mayor parte del día de ayer, seguramente hoy está con mucha energía ¿No es así?- me preguntó gentilmente Lilian
-Hmm si, la verdad es que quiero jugar con Richel, también me gustaría poder visitar a mis tíos, a mis primos, a mis amigos, y a... Amelia.- dejé de caminar, recordando que desde ayer que termine de jugar con Richel no volví a verla. Lilian se puso de cunclillas quedando a mi altura, me miró y me sonrió dulcemente, sabía que Lilian no era mala, se sentía su buena voluntad y amor sincero.
- Sabe, dicen que cuando deseamos algo con todo nuestro corazón, si nuestro deseo es puro, los dioses son capaces de escucharlo y cumplirlo, usted es una niña de buen corazón, después de todo ha logrado que alguien del carácter de su majestad se riera después de mucho...eso sin duda es un acto valiente y puro, su majestad no suele tener sentido del humor.- ambas reímos por el comentaría de Lilian, puso un dedo de sus labios para susurrar un tshh.- Pero no diga que yo dije eso, su majestad podría molestarse, que sea nuestro secreto ¿Sí?.- yo asentí divertidamente, creo que el mal sentimiento estaba desapareciendo.
-Oye Lilian, Amelia ¿podría trabajar aquí también?- le pregunté curiosa mientras ambas caminábamos.
-Pues seguramente su majestad no le negara nada, ¿por qué no intenta pedircerlo? Los papás son más volubles cuando una hija, se los pide, ya sabe las mujeres son más dulces.- Es cierto tal vez si se lo pido a mi padre no se negara, bueno pueda que al principio si pero seguramente acepte después.
Lilian y yo caminamos por un largo jardín este no parecía el jardín mágico que vi la primera vez, de hecho a mí parecer creo que era el jardín de exhibición, es decir había un largo camino con estructuras que simulaban un puente, creo que conectaban  hacia el recibidor de otro castillo, el palacio de Clawwind es enorme y hay otras áreas que aún no conozco, el palacio Bellwhite solo es una parte de lo que pertenece al palacio real.

serás tú, mi majestad. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora