Capítulo 23 Aken

107 9 0
                                    

-Vamos señora Margaret deje de llorar.- susurró uno de los mozos que atendían la mesa.
-Hace tiempo que no veía a sus majestades con sonrisas.- ¡¿Ehh?! ¿a eso le llaman sonreír? Sin embargo tal vez están esforzándose, ahora que lo pienso, es la primera vez que comparto una comida con papá y Richel, mejor dicho es la primera vez que estamos reunidos de forma pacifica, estar entre ambos es un poco incomodo, de vez en cuando me dedican un par de miradas, cabe admitir que las sonrisas de Richel son mas satisfactorias que la expresión acerba e irascible de papá, de todas maneras no dejo de sonreírle, si creo que ya esta iniciando a fruncir el ceño, será mejor que me detenga.
-Oye ¿Cuándo vas a dejar de mirarme?.- el tono desapacible de papá no era sorpresa para nadie, creo que todos estaban aguardando algún comentario o actitud malhumorada de su parte.
-Oh es que, papá parece un diamante, su rostro siempre esta brillando, ¿Ava puede seguir mirándote?.- al parecer todos gustaban de mis comentarios, creo que hasta eran cautivadores para el resto, pero papá eran mas de los que desconfiaban de mis cumplidos, su cara poco complaciente lo hacia notar, tal vez sea mi imaginación porque por un momento pensé que había sido de su agrado, llegue a ver un rostro sorpresivo en su él, seguramente es mi imaginación.
-Oye hermana, puedes sonreírme a mí si quieres.- Richel tomó mi mano para darle un beso, la sonrisa que venía después hizo robar algunos suspiros de las mozas de la habitación, y pensar que apenas eres un niño, ¿Qué te deparara cuando te conviertas en un hombre?, seguramente será tan guapo y perfecto como Candeb.
-Yo...no me molesta, hazlo si quieres.- Dicho esto Candeb llevo a su boca un trozo de carne, su mirada serena y pacifica robo mi atención, solo tiene esa expresión cuando duerme, mentiría si dijera que no es adorable, papá tiene el don de poder transmitir sus sentimientos a las personas, al menos conmigo es así. Ver ese lado tranquilo y complaciente de papá me llena de satisfacción. Y veo que no solo de mi lado es así, ¿es acaso una risilla en Richel?
-Majestad, perdone que interrumpa sus almuerzos, el sastre real ha llegado, esta listo para ver a su majestad la princesa.- escupí sin querer el jugo que tomaba, por suerte lo hice hacia mi servilleta, ¿sastre real?, Wow yo solo podía escuchar esa palabra en libros o películas.
El rostro estupefacto de papá hizo que me pusiera roja de la vergüenza, al menos no arroje el jugo por la nariz, ah cierto olvida ese problemita, ¿será lo mismo aquí? solo espero que los dioses se apiaden de mí y me permitan que en este mundo al menos no escupa los líquidos por la nariz, Dios dragón si estas escuchando por favor, aun recuerdo los problemas que me daba en mi mundo, ¡oh que problema!. La risa de podía escucharse muy suave, ¡vaya! mi hermano tiene una risa perfecta, y papá parece un ángel cuando ríe, oh no hay duda que es todo un emperador.
-Hahaha, creo que esta lejos de ser un ángel.- ¿Quién dijo eso?, escuche una voz desconocida, aparentemente nadie mas se dio cuenta de esa voz. Lo único que había era un pequeño zorro blanco sentado afuera en la ventana, parecía un cachorro apenas, ¡es tan hermoso!...aguarden él... ¡Cielos!, no pensé que esto llegara a pasarme, creo que estoy volviéndome loca. Definitivamente estoy loca. Aunque a este punto eso espero. -Lilian, que la princesa vaya con el sastre, después quiero verla en el estudio real.- ¿por qué no me lo pide?, hola estoy aquí, seria mas sencillo si pudiera decírmelo a mí. -Entendido majestad, por favor princesa acompáñeme.- Lilian me hizo una pequeña reverencia, rayos que mal, aún no termino de comer, sin decir nada me levante de la silla y seguí a Lilian, fui seguida por Amelia, Neth y Rosie. Al salir del comedor miré por ultima vez a papá, me sorprendió ver que él también me miraba. Pero rápidamente cambio su dirección, las puertas fueron cerradas por los guardias que vigilaban el pasillo. Recorrimos una gran parte del castillo para poder volver al Bellwhite, podía escucharse como los caballeros seguía entrenando, esta vez había otros mas, parece ser que no eran de la guardia de Zircón, bueno tiene sentido este palacio, mejor dicho este reino tiene mucha seguridad, creo que será costumbre ver a toda hora del día personas entrenando. Al llegar al Bellwhite, las doncellas a cargo de mí me recibieron muy alegres, se presentaron con Neth y bueno veo que Gisel ha quedado encantada con Neth, si bien Gisel es una chica de tez blanca su cara parecía una pequeña cereza, y su cabello de un cobrizo anaranjado la delataba, veo que en este lugar los colores del cabello son muy variados y es algo normal, eso me gusta. -¡Pero que es lo que ven mis ojos!, ¿es ella la princesa de Clawwind? sin duda es como dicen los rumores, ¡una preciosa joya de verdad!.-¿rumores?... Neth en todo momento estaba junto a mí, creo que así será por el resto de los días, es algo a lo que tendré que acostumbrarme, sin embargo me da algo de tranquilidad. -Discúlpeme, ¿dijo usted rumores?.- preguntó Amelia, el sastre la miró maravillado, se acerco un poco a nosotros. -Si, hace poco comenzaron a circular rumores, sobre que Clawwind tendría a una nueva princesa, al principio todos pensamos que el príncipe Richel había sido comprometido, lo que puede ser algo natural siendo el próximo sucesor, ya sabe las familias lo arreglan, pero hubo quienes no lo creyeron debido a la selección, por ese lado comenzaron a decir que el emperador Candeb tenía una hija de la que nadie conocía, admito que nos sorprendimos al escuchar a la duquesa Naru, pedirnos de parte de su majestad algunos vestidos para la princesa, en este momento de adaptación.- dijo el sastre, se agachó hasta quedar a mi altura.- Los rumores hablaban de una princesa tan bella y brillante como un diamante, y veo que los rumores eran ciertos.-me sonrió fascinado, no tuve mas que devolver el gesto con una "gracias".
-Princesa disculpe la falta de cortesía de mi esposo, mi nombre es Jade Rowe, junto con mi esposo Jasper, somos los sastres reales, es un honor para nosotros hacernos cargo de sus nuevo guardarropa, la vestimenta de un miembro real es muy importante, mas allá de ser simple ropa, representa su personalidad misma, dicho de esta manera buscamos la personalidad de una princesa, de una adorable hada ¡Ya sé! ¡"la princesa hada es el concepto que buscamos!.- decía hablando con voz alta, los demás ayudantes de los sastres estaban muy atentos escuchando.- ¡Que comience el reto!- gritó la sastra, si que se toman su trabajo muy enserio. Aunque estoy un poco preocupada acerca de lo del hada.
-Princesa por favor acompáñenos.- dijo Jade mientras me daba la mano, Neth intento seguirnos pero fue detenido por Jade.- Alto ahí caballero, solo necesitamos a la princesa, usted no puede seguirnos.- Neth hizo caso omiso y continuo de pie a mi lado.
-Soy el caballero personal de mi princesa, por ordenes de su majestad el emperador tengo que cuidarla a cada lugar que vaya, me quedare afuera cuidando la puerta.- Jade no tuvo de otra mas que resignarse a la situación, Gisel nos guio hasta mi habitación seguida de Aneth y Lorie, jade y yo íbamos detrás de ella junto con Neth, seguidos por las ayudantes de los sastres, al llegar Neth permaneció afuera de la habitación, Gisel y Lorie se hicieron a un lado para que la sastra hiciera lo suyo, después de unos minutos entro Amelia, estaba revisando que todo se llevara bien. Los ayudantes colocaron un baúl enorme en la habitación al abrirlo había muchos vestidos.
-No se preocupe Princesa, la duquesa Naru se encargo de decirnos que hacerle, sin duda se vera hermosa con estos vestidos.-¿ Como es que pueden tener todo esto para mí?.- Nuestro sistema de trabajo es muy veloz y podría decirse que algo... mágico, en situaciones como estas, son algo que yo llamo exprés, después de todo somos los sastres reales, no hay nada que no podamos hacer. Por ahora dejaremos algunos vestidos con usted, que son una parte de nuestra obra maestra, mañana le serán enviado el resto, espero sean de su agrado princesa .- Ahora lo entiendo, la tía Naru es muy considerada. La sastre saco el primer vestido, el cual causo mucho revuelo en la habitación, quede maravillado por el diseño tan hermosos, adorables y tan ¿mágicos?, el color celeste del vestido y los toques de dorado en los detalles que adornaban el vestido, era como una mezcla de mamá...otra vez el corsé, aunque es un poco incomodo creo que me acostumbrare, los detalles de aquel corsé eran parecidos a las decoraciones del palacio, aquel vestido simulaba el cielo azul y el brillo de sol acompañándolo, la tela de las mangas hacían juego con el corsé, eran tan delgas y finas que caían como una cascada. Ver ese pequeño vestido, me hacia pensar en un hada ¡Ah a eso se referían!. Los demás vestidos fueron del mismo concepto, "la princesa hada", otro era azul adornado con pequeñas mariposas y una capa larga y delicada tejida al vestido, lo que pienso es ¿y si me caigo al caminar?, el siguiente fue morado que era adornado con pequeñas flores lilas en el corsé y magas. Al menos las faldas no son pesadas. -Sastra Jade, no olvide el vestido del que se hablo, será para cuando la princesa tenga que ir con sus santidades, confiamos en que ambos vestidos para el ritual dragón estarán listos.- Jade miró a Amelia y asintió, su expresión era algo seria. -Por supuesto, todo será como su majestad ordenó madame.- le sonrió jade. No sé por qué había tanto misterio en la manera de hablar de estas personas, aún creo hay muchas cosas que tengo que descubrir, mejor dicho hay cosas que los demás ocultan.
Después de un largo tiempo con los sastres, por fin se fueron, amenazando que pronto nos volveríamos a ver, antes de la presentación dragón, me dejaron tomar un respiro en el jardín del palacio de Bellwhite, me desilusiona que no puedo ver aquel jardín en el que los pajarillos cantaban, el jardín que hay en este palacio no es tan asombroso como ese. A decir verdad hace mucho que no lo visito, tal vez...podría ser buena idea. Ya que todas las doncellas estaban ocupadas organizando el palacio y Amelia era sobrecargada de tantas decisiones, me dejo ir al jardín a jugar con Neth, tarde mucho en convencerlo pero pude lograrlo.
-Princesa no creo que sea buena idea irnos sin mencionarle a Amelia. Estará preocupada.- la voz preocupada de Neth era tan adorable, prometo recompensarlo con una cantidad razonable de mis galletas favoritas. -Neth, Amelia nos dejo ir a jugar al jardín claro que...nunca mencione cual.- solté una risa de diversión, el suspiro decepcionado de Neth me hizo sentir un poco de lastimar de él, esta bien tomare su mano para que no se preocupes.- Tranquilo Neth, Ava te cuidara, prometo recompensarte con unas deliciosas galletas que Margaret hizo para mí. -Cielos, usted si que es increíble.- aunque fuera un cumplido no sonó como si lo fuera del todo.
-o lei o lai , o lei o lai.- Cantaba para alegrar un poco el caminó.- Bien lo que hay que hacer ahora es caminar invisiblemente por el campo de entrenamiento. -Majestad, ¿a donde exactamente vamos?, los jardines del palacio del emperador están en dirección contraria.- Neth se refería a los principales del palacio, pero no es lo que busco.
-Es por que, hay un jardín mágico en otro lugar Neth.- susurre emocionada.- -¿Jardín mágico?, ¿hay algo como eso aquí?.- vaya ahora quien esta cuidando a quien.-Seguí caminando emocionada de la mano de Neth, quería ver ese lugar cuanto antes, además se que dentro de poco comenzarían a buscarme y tendría que estar bajo la vigilancia de 6 doncellas y Neth. -¡Hermana!- El gritó de Richel hizo que muchos caballero cerca de nosotros, que probablemente no nos habían visto por su enteramientos nos miraran, aquí va un suspiro de frustración y decepción ahora te entiendo Neth -¡Es su majestad la princesa! ¡Todos reverencia!.- todos se detuvieron para girarse hasta mí y hacerme una reverencia, ahora soy yo la que estoy nerviosa y avergonzada. -¡Princesa!.- gritó la voz de una mujer, trate de mirar por todos lados, para ver el dueño de la voz, hasta que vi que Harper se acercaba corriendo, al estar frente a mí hizo otra reverencia.- okey esto me esta incomodando. -Harper, Ava tiene una idea brillante, en vez de hacer eso con la cabeza hagamos un choque de puños. Los rostros de confusión y blanco de Neth y Harper me hicieron entender que no sabían a lo que me refería. -¡Jamás! ¡nunca podría golpear a la princesa!, primero quemaría mi mano.- oh cielo, es imposible hablar con ellos. Neth no tardo en expresar con horror su pensamiento acerca de esa idea, diciendo que antes de golpearme aceptaría perder su magia. -¡NO!...Ava quiere decir, un saludo...así- dije frustrada, tomé la mano de Harper, cerré sus dedos formando un puño para después chocarla con el mío, ambos quedaron boquiabiertos por el acto que habíamos hecho.- Eso es un choque de puños, es solo un saludo. -Ya veo.-susurró Harper asombrada.- ¡Oigan! ¡La princesa acaba de inventar un choque de puños!.-Neth y yo nos sobresaltamos por sus gritos, fue corriendo hacia los demás.- No, no es un golpe es un saludo, me lo enseño la princesa como regalo especial.-Cielos Harper... -¡Hermana!,-corrió Richel hasta mí, al llegar lo abrace cariñosamente.- ¿Qué haces aquí afuera?. -Ah bueno Ava quiere jugar un rato con Neth.- Richel miró a Neth con una expresión de indiferencia. -Hmm ¿Es eso así?, Neth el caballero que fue elegido para la seguridad de mi pequeña hermana, esta holgazaneando en vez de velar por su seguridad, ehh ya veo.-¿que pasa con ese semblante sombrío de mi hermano?.- Hermana, yo jugare contigo.-Richel juntó nuestras manos y sonrió tiernamente, ¿Qué pasa con ese cambio de ambiente?.
-¡Alteza!, ¡Sera mejor que vuelva al entrenamiento!- lo reprendió Aferth, parece que alguien esta molesto.- -Discúlpame hermana, arreglare un asunto y en breve estaré contigo.- me sonrió dulcemente.-¡Puedo ganarle a todos los débiles que sigan!.- Vaya, vaya que euforia, y ahí va mi hermano, en contra de su voluntad.
-¿Princesa?- escuche la voz confundida de Víctor, probablemente siga molesto por mi insistencia, ¿y si no quiere que seamos amigos?, ¡No!, tengo que evitar eso.
-Ehh, ¡Vamos Neth! llegamos tarde.- jalé la mano de Neth para irnos corriendo. -Princesa las princesa no...-fue interrumpido por mi rudeza al estirarlo para que corriera. Lo siento Víctor, quiero seguir siendo amiga del hombre sol, espero hablar con él cuando este mas calmado. Cuando por fin entramos a hurtadillas al palacio, trate de trazar mentalmente la ruta que seguí aquel día para llevarme aquel jardín, parece ser que no hay mucho movimiento, uhh me equivoque, parece ser que el castillo si tiene mucha seguridad, en el pasillo había algunos guardias, bueno seguramente me dejaran pasar, es solo un jardín, caminé hasta la puerta que daba aquel lugar, los guardias reales me hicieron una reverencia, cuando trate de dar un paso mas me fue impedido.
-Princesa tal vez debamos irnos de este lugar .- dijo Neth con una voz preocupada al ver el jardín. -Lo siento princesa, nadie puede entrar a este lugar.- Solo es un jardín, ¿por qué alguien querría querer cautivo ese bello lugar?, pero ¿Qué hago? -Solo será un momento no me quedare mucho.- trate de convencerlos con mi tierna mirada pero fue en vano. -Lo siento princesa pero nadie mas que el emperador puede entrar.- oh rayos ¿Qué puedo hacer ahora?.
-Tal vez yo pueda ayudarte.-extrañamente volví a escuchar la voz del comedor, trate de buscar de donde provenía aquella voz, pero aparentemente nadie se daba cuenta de aquella voz..- Pero parece que tendremos que alejar un poco a tu caballero también.- volvió a decirme aquella voz.- Bueno después de todo solo será un momento ¿verdad princesa?.
-Si, por favor.- dije sin querer en voz alta, los guardias y Neth me miraron extrañados, de pronto los tres, fijaron su vista a la nada, parecía como si estuvieran dormidos, no parpadeaban para nada, intente tomar la mano de Neth pero él caminó junto a los otros guardias lejos del lugar. Neth ¿estará bien?. -Tranquila, estarán bien, solo están en una ilusión, durara solo un corto tiempo, ¿por qué no entras?.- volvió a decir aquella voz. Debes de ser un hombre ¿verdad? tu voz es gruesa para ser la de una mujer, pero es suave a la vez, como una balada de cuna.- Es cierto que eres inteligente, veo que la belleza no es lo único que posees.- entré al jardín sin más, me impresiono ver que todo estaba como lo vi aquella vez, parecía que este jardín esta muy bien cuidado, quería ver de nuevo aquella cascada con las flores que lo adornaban, caminé hasta aquella cascada pero me detuve en seco al ver que se encontraba ahí...de nuevo era aquel zorro que había visto por la ventana, ¿sería el quien me estaba ayudando?, era muy pequeño tan parecido a un cachorro, su pelaje se veía suave y esponjoso, era de un color blanco como mi cabello, pero en su cola tenia unos rayos dorados, me acerque maravillada por tanta ternura y belleza, actuaba tan tranquilo, solo estaba sentado cerca de la cascada. Al llegar a él fui acercando mi mano a su cabeza lentamente, aquel pequeño zorro acaricio mi mano con su cabeza, parece que le caigo bien.
-Oye dime, ¿fuiste tu quien me ayudo?.- seguía limpiando su cara en mi mano, ahh debo estar loca, no creo que un... -Sí, lo hice, de nada, pero prometiste estar solo un momento.-lo miré estupefacta, no sabía si gritar o seguir preguntando...un zorro acaba de hablarme...él acaba de. -Tú...tu ¿Cómo puedes hablar sin mover la boca?.- el zorro detuvo sus caricias y me miró.
-Pensé que te desmayarías o gritarías, pero veo que no te asombra.-me arrodille frente a él, para poder verlo mejor. -Ava esta asombrada, es solo que...- bueno ya he visto muchas cosas de este mundo, no creo que algo mas pueda asombrarme.-
-Ah ya veo, no eres de este mundo ¿verdad?, puedo sentirlo en tu espíritu.- perpleja ante aquel comentario tapé mi boca para evitar gritar. -Espera...tú sabes que no soy de aquí.-será algún dios, o es aquel que me trajo aquí.- ¿eres alguna clase de dios?.-pregunte aturdida. -Bueno no diría que soy un Dios, pero si estoy muy cerca de ellos...aunque algunos si me consideran una deidad, dejémoslo en que soy un compañero espiritual...oye dime y ya sabes que tienes que hacer aquí.- ¿hacer aquí? ni siquiera se como es que llegue a este lugar.
-Bueno eres un alma mensajera, los dioses te otorgaron ese cuerpo por una razón, es tu deber descubrirlo, generalmente se borran los recuerdos de las personas pero...tú, aún puedes recordar, eso no debería ser bueno...ya que es así no hay nada que se pueda hacer, y tampoco es mi responsabilidad decírtelo. -un animalito tan tierno y es descortés. -Mi vida ha sido un poco dura...no entiendo muchas cosas, creo que lo que debería hacer primero es averiguar que es lo que me ocultan, oye zorro desde que llegue aquí todos dejan frases sin terminar.- el zorro se levanto en sus dos patitas, pego su cabeza a la mía y cerro sus ojos, un fuerte dolor se extendió por toda mi cabeza.- ¿Qué fue lo que hiciste?.- pregunté.
-Buscar información, quería ver los recuerdos de tu vida pasada hasta ahora, creo que necesitaras mi ayuda de ahora en adelante ¿no?- no confió mucho en los zorros de hablan.- -¿No eres un demonio o algo por el estilo verdad?.-solo por si acaso.
- Cielos pero que ofensa, claro que no lo soy, no escuchaste que dije que algunos me consideran una deidad.- tener a una deidad de mi parte que sabe acerca de mí puede ser bueno.- -Oye zorro, ¿Qué pasa si no descubro para que estoy aquí?.- Eso he querido preguntar desde que llegue a este mundo, simplemente no hubiera nadie que pudiera responderme. -Bueno...probablemente las cosas empeoren, soy un espíritu que ha vivido por muchos años, he visto desde nacimiento y muertes de muchas personas, he visto desgracias y maravillas...también puedo ver tu muerte.- aquella ultima frase me congelo la sangre, ¿mi muerte? no sé si eso a estas alturas debe importarme.- He visto cuantas veces has estado al borde de ello, pero hasta ahora, has hecho las cosas correctamente, cada vez puedes irte acercando a la verdad. Lo que puedo decir con seguridad es que, si cumples con lo que se te asignó, podrás regresaras de donde una vez viniste, en cada mundo el tiempo pasa de manera diferente.- Regresar a mi mundo, nunca lo había pensando. ¿Quiero volver allí?.- Por ahora tienes mucho por hacer aquí, enfócate en eso.- asentí obedientemente, el zorro se recostó en mis piernas. -Oye zorro, ¿puedes quedarte conmigo?.-acaricie su pelaje. -Si eso es lo que desea su majestad, además creo que será divertido, pero para quedarme contigo tenemos que hacer un pacto.- ¿un pacto?, espero que no sea nada extraño como de sangre.- Tranquila, solo necesitas decir.- se acerco a mi oído mientras susurraba una frase extraña. -Pero no sé...-fui interrumpida por la suave voz y relajante del zorro. -Eres descendiente de dioses, la magia corre dentro de ti, tu espíritu sabrá decirlo, la magia es libre, solo mentaliza lo que quieres decir, ¿esta bien?.- me miró a los ojos, con esa pequeña, relajante pero penetrante mirada...sus ojos son de un gris brillante. Tomé aire, respire profundo e imagine aquellas palabras en mi mente, deja que la magia fluya como una corriente de viento, la magia es libre como las aves extendiendo sus alas en busca de un destinos yo... -Σε χρειάζομαι, έλα πίσω σε μένα Aken.-¿lo hice?, pude hacerlo, cerré mis ojos como lo pidió él, sin abrirlos y sin hacer preguntas, pensé que no pasaría nada hasta que una sensación de calidez recorrió mi rostro, dos manos suaves y grandes tomaron ambos lados de mis mejillas, una corriente de aire cálido choco contra mi mejilla. -Μικρή αδερφή μου, πριγκίπισσα μου, μπορείτε να σφραγίσετε τους τρόπους μας- susurró cerca de mí aquella voz suave y pacifica, un hormigueo recorrió mi mejilla por un corto tiempo, fue algo suave, ligero y abrasador, algo como...un beso. -¿Que estas haciendo aquí? - Me sobresalte escuchar la alzada voz de mi padre, pero cuando abrí mis ojos aquel zorro ya no estaba mas, seguí pensando en lo que acaba de ocurrir, podría jurar que alguien beso mi mejilla, una persona, no creo que Candeb lo hubiera hecho. Una firme y resistente mano agarró bruscamente mi brazo, sentí algo de vértigo por la manera brusca con la que me habían levantado del suelo, de un momento a otro termine sintiéndome acechadas por las dos manos que me impedían moverme. Y nuevamente, de nuevo volví a encontrarme con esa mirada de tristeza y resentimiento, de nuevo de ese hielo abrasador, no...por favor...no vuelvas a sentirte triste. -Te pregunte ¿que estas haciendo en este lugar?.- ni siquiera me daba un momento para responder, su actitud, su frialdad me hacían guardar silencio, acaso puso algún tipo de magia en mí.- ¡Este lugar esta prohibido!, nunca vuelvas a entrar aquí, ¡Jamás!. -su rostro cambio de un momento a otro, se quedo pasmado mirándome, mientras iba apretando mas su agarre, sus manos lastimaban mis brazos, creo que hasta comenzaron a ponerse rojas, no pude aguantar mas el dolor y grité que se detuviera, pero seguía sin escuchar, me acerco hasta quedar cara a cara y dijo. - No quiero verte nunca, perra.- inconscientemente deje de sentir aquel dolor que provocaba su fuerte agarre. Mis ojos no podían reflejar nada mas que decepción, asco y molestia en ese momento, sentí como mi cuerpo caía en el suelo, el silencio inundo aquel jardín y cuando pensé que seria eterno un pajarillo comenzó a cantar , no tardo para ser seguidos por mas aves con la misma melodía, si sin duda eran los mismos de aquella vez, papá miró a su alrededor sorprendido, un pájaro se detuvo en su hombro para después seguir volando, perplejo en aquella escena papá volvió a mirarme, pero esta vez inquieto y no, debo estar loca ¿arrepentimiento? ¿Candeb?, se agachó hasta donde estaba, al tenderme su mano la rechacé con un manotazo, lo miré molesta.
-¡Majestad!.- gritó Neth, que al vernos en el suelo se acercó corriendo. Al mismo tiempo llegaron Lauke, Octavius y Víctor. Al ver a Neth cerca de nosotros lo abrece rechazando toda la ayuda de papá, y bueno estando con él no pude evitar soltar unas lagrimas.
-Neth, Ava esta asustada.- escondí mi rostro en el cuello de Neth, el tío Lauke, entró junto con los demás. -Neth llévate  a la princesa al Bellwhite.- me retorcí en los brazos de Neth para que me bajara, al estar en el suelo, junte el coraje suficiente para mirar a Candeb.
-¡Te odio!.- dicho esto corrí fuera del jardín, corrí y corrí, yo misma llegaría al palacio, claro Neth pudo alcanzarme, sentí como alguien me cargo en sus brazos nuevamente. -No debería correr así, puede lastimarse.- la mirada de Víctor me dejo perpleja, estaba en los brazos del hombre sol.- Ahora sea una buena princesa y deje que Neth la lleve al palacio.- incapaz de negarme a sus peticiones asentí cabizbaja, solo pude observar como Víctor me regalaba una sonrisa tranquilizadora.
Neth me sujetó en sus brazos y caminamos lejos de ahí, viendo como Víctor regresaba con mi padre. Trate de relajarme en el hombro de Neth. -Princesa un zorro nos esta siguiente, que raro nunca había visto uno dentro del palacio, probablemente se escabullo hasta aquí, tal vez busca comida. ¿no le parece bonito?- decía Neth para tranquilizarme, eso es muy dulce de su parte, mire hacia abajo y aquel zorro que prometió quedarse a mi lado venia siguiéndome...gracias Zorro. -Es mi nuevo amigo, acabo de adoptarlo, lo encontré en aquel jardín, debió asustarse, ahora es mío.- si acabas de prometer que te quedarías conmigo.
- y así será mi princesa, pero por favor llámame Aken.- ¿Aken?...gracias Aken, le sonreí sabiendo que esta conversación nadie mas podía escucharla.
...

-¿Que hiciste con ella?- pregunté furioso. Ese zorro no hacia mas que sonreír
-Me pidió que permaneciera a su lado, y creo que puedo cumplirle ese deseo...después de todo morirá dentro de poco ¿no es así?.-me miró con una risa burlona, lo que dije en ese momento...no se lo dije a ella. -En el jardín, vi... volví a ver ese espíritu que apareció cuando Merlina despertó su poder dragón, en ese jardín, vi su rostro...el rostro de esa mujer..-dije desesperado, no puedo evitar recordar aquella mujer egoísta.
-Ávalon es tan parecida a ti, si no logras tener su corazón, tu plan no funcionara, y creo que eso será un problema ella ahora te odia...pero piénsalo, es algo bueno después de todo tu la sacrificaras, no tienes que lamentar que sienta desprecio por ti ¿no es así?.- así debería de ser...sin embargo, no puedo evitar sentir un malestar en mi pecho, no puedo evitar sentirme furioso al recordar aquellas palabras suyas.
-Odio esas palabras...no quiero volver a escuchar que dice algo como eso.- pero que me pasa, no debería importarme, no debería pero...esas palabras fueron las mismas que dijo su madre, cuando me abandono. Es como si en realidad no quisiera lastimarla. Pero...esa niña no me importa...mi hija no me importa...ella...mi hija. -Será mejor que vaya con ella, con mi princesa, te dejo pensando en tu paternidad.-dijo el despreocupado de Aken, antes de que hiciera cualquier otro movimiento agarre el cuello de esa ropa extraña que usa. -¿Mas te vale no tocar a mi hija con tus asquerosas manos, y mucho menos te atrevas a jugar con ella.- amenace furioso y con total intransigencia, no quiero que ese loco este cerca de ella.
-Hmm ya veo...algo esta cambiando ¿no es así?, tranquilo papá no lastimare a tu hija, la protegeré...después de todo ahora soy su guardián espiritual .- ¡no puedo creerlo!, esa cosas es su guardián espiritual.- Oye que grosero después de todo, seguimos siendo los elegidos de los dioses, además creo que se avecina algo fuerte y será mejor que me quede a vigilar cerca. Adiós mi emperador .- solo se esfumo de la nada, me sorprende como puede convierte en esa apestosa criatura para acercarse a ella.

✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨

Σε χρειάζομαι, έλα πίσω σε μένα Aken
Te necesito, vuelve a mí Aken.

Μικρή αδερφή μου, πριγκίπισσα μου, μπορείτε να σφραγίσετε τους τρόπους μας-

Mi hermanita, mi princesa puedes sellar nuestros caminos.

serás tú, mi majestad. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora