Capítulo 24 ¿Mi prometido?

131 11 2
                                    

Al llegar al palacio Amelia me llamo la atención, dijo que ahora que soy la princesa debo estar mejor vigilada, según ellas ya no puedo hacer las cosas que hacía antes, que ¿Escapar?, Desde el momento en el entré al palacio, marqué para siempre mi vida, todas las niñas alguna vez soñamos con ser una princesa, también alguna vez lo soñé pero...ahora es diferente, Neth me llevo a mi habitación y salió junto con Amelia al pasillo, creo que le estaba contando lo que había pasado.
-Señorita ¿quiere merendar?.- me preguntó Aneth desde afuera.
-No, no quiero.- otro suspiro salió de la boca de Aneth, ya me había echo la misma pregunta 5 veces.
-¿La princesa va a tomar su merienda?.- le preguntó Darcy.
-No, aún dice que no quiere, sigue triste.- la voz decepcionada de Aneth hizo preocupar a Darcy.
-Me preocupa que tampoco quiera cenar, demosle un momento, tal vez más tarde vuelva su apetito. ¡Ya se! Le pediré a Margaret que haga galletas.- se emocionó Darcy, no sé por qué ansían verme sonriendo todo el día.
-Esta bien la princesa solo está cansada, seguramente más tarde querrá volver a jugar y cenará.- Comentó Neth, que ha estado en el pasillo desde que entré a la  habitación. Pude escuchar como los pasos de las doncellas se alejaban, un toc toc sonó del otro lado de la puerta.
-Princesa soy Neth ¿puedo pasar?.-con una leve voz le confirme que entrara, al verme sentada en el sofá, me dedico una sonrisa tranquilizadora.
-Veo que ese pequeño zorro se adapto muy bien con usted.- es cierto Aken ha estado tomando una larga siesta a mi lado.
-Sí, es mi nuevo amigo, se llama Aken.- Neth se acercó para poder ver mejor a Aken.
-Vaya que bonito nombre pensó para el princesa, creo que ambos se llevarán muy bien...eh princesa.-Neth se arrodilló frente a mí.- Necesito ir a mi entrenamiento, como nos preocupa que esté sola vendrá unos de los caballero para cuidarla mientras yo regresó.- Oh ya veo Neth no puede dejar de entrenar después de todo el imperio también lo necesita.
-¡Oh! Neth es fantástico, necesita entrenar todos los días para poder ayudar a la gente ¿Verdad?.- El nervioso de Neth se ruborizo tanto que me hacía reír.                                      -Bueno eso es cierto mi señorita, pero antes que proteger al imperio, ahora mi único deber es el protegerla, le seré fiel hasta que muera...- ¿Viviré tanto tiempo?, Según Aken, si no cumplo con lo que debo de hacer, cosas malas seguirán pasándome, es hora de adaptarme por completo a este mundo, según las historias que leía sobre la reencarnación, si alteraban algún suceso en el tiempo, se abrían nuevos caminos, ¿será algún castigo divino?, De todas formas estoy en desventaja, tengo que comenzar a información, además no se porque presiento que tendré que cuidarme de muchas personas, según a lo que he escuchado la familia Clawwind es la familia mayor bendicida por los dioses dragón, el reino de Clawwind es el más poderoso, es poseedor del maná más fuerte, pero también debe existir algo más, no es lógico que solo se deseé el mana. Tal vez Clawwind está escondiendo algo más valioso, tal vez algo que no debe ser tocado por otras personas.
- Así que por eso señorita puede confiar absolutamente en mí, hoy y futuramente.- cielos casi olvidó a Neth, que vergüenza no escuché mucho de lo que me decía, pero escuchar esas palabras me hacían respirar, seguramente te necesitaré mucho.
-Ava está muy contenta de escuchar a Neth, muchas gracias por hacerme compañía.- Neth sonrió feliz ante mi respuesta.
-Neth, puedes ir a entrenar ahora, yo cuidare de su majestad.- Neth y yo miramos en dirección al dueño de aquella voz.
-¿Víctor?, Creí que Harper sería quien me cubriría.- comentó confundido Neth.
-Sí bueno...creo que probablemente alguien ya está maldiciendome, la envié a hacer un trabajo, el resto estaba ocupado así que vine yo, puedes irte.- Neth soltó una pequeña risilla apenas audible, amablemente me regaló una sonrisa que fue acompañada por una reverencia. Me levanté del sofá para acercarme más a  Neth, estando frente a frente elevé mi pequeña mano formando un puño.
-Creo que olvidas algo.- dije seria.
-Majestad yo no me atrevería a...- cerré mis ojos para dar un largo suspiro de cansancio.
-Bien parece que Neth no podrá cuidarme más.- estaba apunto de regresar a mi sitió cuando sentí un roce muy suave y leve en mi puño.
-¿¡Así está bien princesa!?.- preguntó con Nerviosismo, parece que Neth es muy manejable.
-¡Sí!, Mucho mejor, Ava está feliz.- satisfecha mostre un brillo de calidez en mi rostro.
-Ehh, señorita regresaré a su lado lo prometo.- dicho esto Neth salió de la habitación dejándome al cuidado de Víctor.
-Aken, despierta.- tomé en mis brazos a Aken para despertarlo, Aken abrió sus pequeños ojos grises, miró por la entrada para ver a Víctor.
-Princesa ¿Cómo se encuentra?.- la voz tranquila y relajada de Víctor me hizo recordar cuando lo ví hace algún rato, y en aquella vez que parecía un poco molesto.
-Oye hombre sol, ¿no estás molesto conmigo?- dije sin más, Aken giró su pequeña cabeza hacia mí.
Víctor me miraba de una forma melancólica.
-¿Por qué estaría molesto con la princesa?.- lo miré cabizbaja, rayos siento mucha vergüenza, cada vez que me encuentro con Víctor el ambiente se siente muy relajante, cómodo y armonioso.
-Hehe Ava lo siente...aquella vez que quería que el hombre sol fuera mi caballero, no quería y estaba obligándote, Ava lo siente.- puse mi sonrisa más tranquilizadora que tenía, quería mostrarle que de verdad me sentía mal ante mi acción, a decir verdad entiendo que no le gustará la idea de cuidarme, según he escuchado, Víctor va a las guerras, y trabaja a lado de papá, debe ser muy difícil, tener que cuidar de un niño, ahh después de todo yo tampoco soportaba a los niños, y la ironía del destino es que ahora soy una.
-Majestad...nunca me molestó que me eligiera como su caballero, para todos en ese día significaba una importante decisión, pero...para algunos caballeros nos era imposible tomar esa grande y importante responsabilidad, hay peligros que nos persiguen. Usted es un nuevo diamante para todo el imperio, y si me permite revelarle un secreto, muchos la consideran un pequeño ángel divino.- Víctor se acerco a mí pare revelar ese último secreto, me sorprendí tanto que Víctor río ante mi rostro anhelante.
-Ehh, así que Ava es un ángel divino, Hmm tal vez eso pueda ser cierto...-  ¿Un angel? ¿el hombre sol piensa que soy una angel?, De nuevo...de nuevo siento el poder y la belleza en mis manos, ¡Se cumplió mi deseo de ser hermosa y adorable! Sí ahora en este mundo soy...soy como...una diosa. Hahahaha
-Acaso...¿Esta hablando usted sola?.- me preguntó ¿Seré igual cuando sea adulta?, No tal vez yo...oh por Dios...¡Seré un completo prodigio!
-Vaya la he perdido ¿No es cierto?.- Mamá prometo ser tan hermosa como tú, tal vez...podría aumentar la belleza si me vuelvo una genio, también podría aprender algo de esgrima ¿Será lo mismo aquí?, Me enseñaré a montar a caballo, ohh g
gracias por esta apariencia Dioses del cielo.
-Princesa...princesa.-El hombre sol me considera un ángel, no es algo grandioso. Salí de mi trance mágico y extraño que a veces tengo para recordar que estaba con Víctor.
Aken me miraba disgustado, ¿Lo habré dicho en voz alta?, No lo creo.
-Entonces ¿Víctor, no está molesto con Ava.?.- pregunté tímidamente.
- Eso sería imposible princesa, mi más grande deseo es protegerla...la mantendré a salvo desdé las sombras.- ¿Cómo un hombre del sol quiera estar en las sombras?, Lo mire queriendo descubrir a qué se refería. Pero solo podía ver preocupación en su mirada, pero ¿De qué?.
-Oye hombre sol pero, también jugaras conmigo verdad?.- Víctor sonrió alegremente asintiendo a mi petición.- Oh y ¿también jugaras con Aken?.- sujeté a Aken en mis brazos mostrándoselo a Víctor quien por un lapso pequeño le dedicó una miraba lúgubre. Al darse cuenta que me percate de su reacción inmediatamente cambio por una sonrisa feliz.
-Claro princesa, jugaré con los dos, ¿Que me dice de salir al jardín a ver el atardecer?- ¡un atardecer con Víctor! Es un regalo del cielo, debo tener un hada madrina.
-¡Sí! ¡Ava irá al jardín con el hombre sol!.- salte de felicidad, Víctor me tendió su mano la cuál acepte con dicha.- Vamos Aken.- tomé al pequeño zorro con mi otra mano.
Víctor y yo caminamos por todo el largo pasillo, habitación tras habitación, hasta que finalmente salimos al jardín del Bellwhite, también era hermoso, la fuente que tenía era la forma de una mujer de gran cabellera, descalza miraba hacia el cielo, una de sus manos parecía querer alcanzar las estrellas, tal vez como antigüamente era un castillo para las esposas de los emperadores mandaron hacer esa estatua. Una mujer atrapada en estás paredes, queriendo...ansiando la libertad.
-Oye hombre sol, ¿Quieres ser amigo de Ava para siempre?.- Corte el ambiente silencioso que nos rondaba.
-Para siempre es mucho tiempo princesa...un día puede despertar y no querer ser más mi amiga ¿No cree?.- !mentira! Cómo no querría ser amiga de unos caballeros tan geniales.
-No dejaré que eso pase, ¡Víctor siempre será amigo de Ava!, descuida no tengas miedo también te protegeré como a Neth.- grité eufóricamente decidida a proteger a mis amigos y no ser una carga para ellos, no quiero ser una princesa que tengan que rescatar siempre.
-Trabajare muy duró para ser muy fuerte, como Harper y Nova, aprenderé a usar mi magia y poderes.- ¡Me esforzaré!, Víctor me miraba con gracia, sé que le parece divertido que una niña como yo diga eso. Pero esperen mundo que seré la mejor.
-Se que lo hará, usted puede lograrlo, con la ayudará que recibirá, sin duda harán de usted una princesa poderosa.- di saltitos de emoción al escuchar aquellas palabras, le ofrecí mi puño gustosa, ahora era mi amigo y como amigo tenemos que hacer nuestro saludo.
-Oh vaya...¿Solo tengo que hacer esto.?.- Con el puño cerrado Víctor me dio un muy leve y suave golpecito.
-Siii, sabes no le digas a los caballeros pero eres más inteligente que Harper y Neth.- Víctor soltó un pequeña risa, creo que opinaba lo mismo que yo.- Pensé que al estar en el jardín Ava se sentiría más feliz pero, me sigo sintiendo triste, creo que Ava solo hace sentir mal a papá.- Sé que mi sonrisa era falsa e indiferente pero no quiero demostrarle a nadie que eso me afectó, ni siquiera a Candeb.
-Princesa ¿Quiere ver algo que nunca más nadie ha visto?.- me preguntó Víctor muy despacio para que nadie escuchara.
-¡Si claro!.- grité emocionada, al percatarme de mi volumen de voz, tapé mi boca con ambas manos, Víctor dejó ver sus perfecto dientes blancos por fugaz “lo siento”.
-Pero esto debe ser un secreto, nadie puede saberlo, ¿Puedo confiar en que la princesa guardara mi secreto?.- me susurró Víctor, no había ningún rastro de maldad o alguna trampa en sus intenciones, se podía ver un Víctor sincero que buscaba tratar de sacarme un sonrisa.
-Lo prometo, voy a guardar tu secreto, por el meñique.- alcé mi dedo meñique esperando el suyo, solo que olvidé que tal vez él no sabía de que hablaba, su mirada confundida me lo confirmaba todo.
-Ah lo siento, el meñique quiero decir que es una promesa sellada, ehh como una llave.- Víctor se sorprendió por mi inteligencia de manejar mis manos, creo que debo de dejar de hacer todo lo que no es normal aquí.
Víctor alzo su meñique para entrelazaron con el mío, una sensación de corriente de fuego recorrió de mi dedo hasta llegar a mi pecho, adolorida y con rapidez quité mi dedo del suyo, Víctor me miró un poco preocupado. Aunque yo no sabía que había sucedido, no quería que se sintiera mal, probablemente era mi culpa últimamente mi magia no estaba del todo controlada.
-Lo siento, debe ser mi magia y poder que aún no controlo, Merlina dice que el maná de Ava se ha desbordado.- Pero parecía que no convencía a Víctor con mi excusa, tratando de evadir este tema, retome su oferta anterior.
-Por favor Hombre sol, quiero ver el secreto.- susurré emocionada, me miró un tanto inseguro, pero finalmente acepto a mostrarme aquel secreto-.
Víctor y yo nos adentramos más al jardín para alejarnos un poco más del palacio, elevemos sus manos y de ella salió una energía de luz amarillenta, al salir hizo una pequeña explosión que provocó que cerrara los ojos, la intensidad era un poco fuerte al principio pero iba desvaneciéndose poco a poco hasta quedar en una nitidez sutil. Frente a nosotros una bola de luz amarillenta titilaba una y otra vez, fue extendiendose un poco, parecía una masa siendo moldeada, se estiraba y estiraba como si estuviera tratando de tener alguna forma, estuvo así por unos segundo hasta que de pronto un rugido de lo que parecía ser un dragón resonó en aquel jardín, aunque fue muy bajo logro asustarme, la luz amarillenta tomo la forma de un dragón, ¡Un dragón! Era algo largo pero de mi estatura, no se eran como los dragones bonitos que imaginaban, y el ronroneo que hacía al verme no ayudaba mucho, traté de borrar toda inmovilidad que existía en mí, fui haciendo hacia atrás poco a poco tomó una de las manos y piernas de Víctor para poder ocultarme atrás de él, Víctor se puso de cunclillas a mi lado, me tomó de mis brazos y me acercó un poco más al dragón. ¡¿Qué te sucede estás loco?! ¿Quién en su sano juicio se acercaría a...
-Cuidado, el puede leer lo que estás pensando.- Oh no, estoy perdida, oh mejor dicho muerta, frita o lo que sea en qué me convierta ese dragón.- Princesa no tenga miedo, su nombre es Drayra, tan solo es una pequeña dragona, no le hará nada ella la obedece a usted.- ¿Hay un dragón que me obedece a mí?, No es algo que se escuche a menudo.
Dudosa y aún no de acuerdo con la idea, camine aún tomada de la mano de Víctor hacia aquel dragón de luz, al acercarme soltó un ronroneo pequeño, el dragón se acercó a mí, y comenzó a dar vueltas a mi alrededor.
-Esta diciendo que le agrada, vamos no le tenga miedo. Llamela por su nombre.- Sugirió Víctor feliz, parece que le divertía mi reacción nerviosa.
-Dray...drayra.- dije tartamudeando, al decir ese nombre la dragona comenzó a caminar entre el aire, usaba sus pequeñas alas para poder moverse entre el aire. Acercó su cara a mi cuerpo para limpiarse, vaya, nunca tuve una mascota pero jamás imaginé que te tendría un dragón como mascota, ni siquiera imaginé tener a un zorro a mi cuidado. Drayra corrió lejos de mí, parece que quería jugar un poco, así que intente perseguirla, lo extraño era que yo no podía tocarla, pero cuando ella me tocaba a mí sí podía sentirme, tal vez por el hecho que es un ser proveniente de luz. Jugar con Drayra resultó ser algo inesperado pero mágico y divertido a la vez, me gustaría también tener un dragón propio.
-Oye Hombre sol, ¿Drayra es tu amiga?.-pregunté aún persiguiendo a la dragona.
-Sí lo es, aunque aún es pequeña, crecerá en no mucho años, los dragones tiene un proceso de crecimiento un poco acelerado para llegar a la adultez, pero después de eso suelen vivir muchos años, sin duda Drayra será una buena compañera.- Algo nuevo que aprender, me preguntó ¿cómo puedo conseguir un dragón?.
-Ava no puede tocar a Drayra, ¿Por qué?.- Víctor caminó hasta mí y observo con mucho cariño a Drayra.
-Eso es por qué no está físicamente conmigo, pero puedo hacer que su esencia se traslade aquí por medio de nuestras conexiones, cuando se elige a un compañero dragón lo que se vincula entre ambos es el poder mana, es por eso que el dragón puede obedecerlo.- Víctor alzo su mano nuevamente e hizo que Drayra volviera hacer una esfera de mana, extrajo nuevamente la esfera que al volver a él su cuerpo soltó una especie de lo que llaman aura amarillenta.
-Oye Ava ¿También podrá tener a uno?.- pregunté entusiasmada.
-Probablemente sí, tal vez será cuando crezca un poco, pero hasta que eso ocurra, no hable acerca del tema de los dragones, ¿Recuerda? Es un secreto.- bueno aunque me gustaría preguntarle a Richel o a Merlina, es cierto que se lo prometí con el meñique. Así que debo mantener mi promesa.
-Lo prometí por el meñique, Ava será un candado.- agarré la mano de Víctor para acercarnos nuevamente al Palacio, ahora que me daba cuenta no veía a Aken cerca, tal vez fue a dormir de nuevo.-Oye ¿me dejaras jugar con Drayra otro día?.-pregunté emocionada y con la esperanza que así sucediera.
-Por supuesto, si su majestad lo desea...¿dígame ya no se siente triste?.- ¿acaso me mostró esto para que no estuviera triste?, Sin duda el hombre sol es un excelente amigo, Neth, Harper y Merlina tendrán que esforzarse. Los demás caballeros son más normales.
-¿El hombre sol me dejó ver a Drayra para que estuviera feliz?.- Víctor asintió con una sonrisa tierna, ¡ehh! Víctor es muy guapo, seguramente debe ser muy popular.
-Muchas gracias hombre sol, ¡me divertí mucho!, Hmm el hombre sol debe ser muy popular ¿Verdad?.- Víctor se detuvo en seco y comenzó a tartamudear, parece que los hombres en este mundo son muy tímidos, si bueno algunos...creo.
El rostro de Richel, el niño tomate, Merlina y hasta el mismo Candeb están en mi mente ahora. Dios ¡Largo!.
-Pri...princesa por supuesto que no, ¿A qué se debe esa pregunta?.- oh vaya pero que agradable color rosado en sus mejillas, en realidad solo lo hago para molestarlo. Tal vez lo haga con Neth.
-Bueno el hombre sol es muy hermoso, y Amelia dice que las personas hermosas tienen novios y se casan.- Sí aún recuerdo esa conversación “Princesa no debe de preocuparse usted es la más hermosa del reino, las personas hermosas siempre tienen novio y terminan casándose con alguien apuesto tambien”. Ehehe.
-Me pregunto que es lo que le enseña su institutriz y las doncellas en este palacio.- Concuerdo con lo mismo.
-Majestad, oh sir Víctor.- Saludo Rosie con una leve reverencia.
-¿Es hora de la cena de la princesa?- le preguntó Víctor.
-Asi es, venía para llamarla pero...ha llegado su majestad el emperador y pide ver a la princesa, se encuentra en sus aposentos princesa.- miré preocupada a Víctor, tal vez venía a decirme más cosas y la verdad no estaba de humor para sus juegos. Aunque por el miedo de Rosie en su cara probablemente no puedo decirle que le diga que se vaya por un tubo.
-La llevaré en seguida, no te preocupes.- sabiendo lo que iba a decirme, caminé primero para ponernos en marcha, Rosie y Víctor me seguían. Caminamos por todos los pasillos y habitaciones del castillo, apesar que era más pequeño que el palacio principal, para mí seguía siendo muy grande. Subimos las escalares, me detuvo en la puerta de mi habitación nerviosa, Víctor me miró y me susurró un ánimo. Abrió la puerta para mí y ahí estaba él, sentado en uno de los sofás cruzado de brazos mirando a Aken. Parece que hasta un pequeño zorro lo molesta.
Rayos ¿Cómo debo llamarlo?.
-Majestad.- saludé haciendo una reverencia frente a él. Dirigió su vista hacia mí lentamente, me miró unos segundo y volvió a retirarla.
-Majestad eh, así que ¿Ya no soy papá?.- ¿Qué quería que le dijera? ¿Algo tierno? ¿Quería que me lanzará a sus brazos y ya? ¿Esta completamente loco.
No me percate en qué momento Víctor y Rosie habían salido de la habitación.
-¿Qué haces aquí?.- pregunta distante, caminé hasta el sofá donde estaba Aken y me senté a su lado.
-¿No se me permite entrar a mi palacio?.- En muchos años este palacio ha sido tocado por tu presencia dudo que te fuera placentero visitar aquí.- Por cierto, ¿Dónde conseguiste a ese animal?.- me preguntó con aire de molestía, parecía que no estaba para nada contento en qué yo tuviera una mascota.
-Lo encontré, así que decidí adoptarlo, es muy grande aquí, así que...- fui interrumpida por la tranquila pero severa voz de mi padre.
-No se quedará aquí, no me gustan los animales.- me provoca diversión que aún se crea en posición de exigir.
-En este palacio solo vive Ava, y de todas manera no importa, por qué tal vez me mude.- al principio el rostro de Candeb se veía como alguien que acabas de amenazar, enojado y preocupado, puede que si este molesto pero preocupado lo dudo.
-¿Mudarte?, ¿Eres una niña a dónde piensas mudarte?.- tomé a Aken en mis brazos para acariciar su suave pelaje.
-No te preocupes Ava no será una molestia, me mudaré con el niño tómate.- Candeb dió un sorbo a su taza de té.
-No puedes mudarte con Evan, él un príncipe, además no puedes irte a vivir con hombres.- ¿Vaya pero que le pasa?.
-Bueno entonces me iré con mi tío Lauke y...- volvió a interrumpir mi frase nuevamente.
-Lauke es tu tío, no puedes vivir con ellos.- ¡Basta estoy cansada de esto!.
-Pues entonces me mudaré al jardín.- ¿Pero que rayos estoy diciendo?, el jardín ni siquiera es tan bueno.- Bueno...no importa, al menos tengo a Aken, el no me abandonará.- acerqué al pequeño zorro a mi pecho para poder estrujarlo un poco.
-Ese zorro feo se irá cuando tenga algo que hacer o cuando tenga hambre.- Ja parece que piensa que todos son como él, verlo en este momento solo hace que quiera gritarle. Aunque me considero una persona más civilizada.
-¿Necesitaba algo de Ava?.- pregunté sin rodeos y un poco cansada de toda esta conversación.
-Bueno yo... probablemente vine a...ver cómo estabas.- ¿que como estaba?, ¡¿Qué como estaba? Ah no sé tal vez molesta por llamarme del modo en que lo hiciste, gritarme y por lastimarme, ¡No lo sé, creo que Stoy muy bien!
-Ava está molesta y triste, quiere estar sola.- dije la mirada en el suelo.
-¿Quieres estar sola pero sin embargo estaban con Víctor y tus doncellas jugando en el jardín?, Más bien creo que no quieres verme.-Vaya que listo es mi padre.
-Sí usted lo dice, entonces tal vez así es.- al levantar mi vista vi su mirada intensa fija en mí. A decir verdad me ponía un poco nerviosa nunca se sabía lo que pudiera estar pensando.
-Tu aún...ya sabes, ¿me odias?.- me sorprendió un poco el tono de su pregunta, parecía desanimado, su mirada parecía perdida y decepcionada, no debo estar equivocada. Pero su pregunta me hizo preguntarmelo seriamente, ¿Lo odió?. Es algo cómico, me has hecho muchas otras cosas pero aunque lo diga, no puedo odiarte, eres como una maldición, alguien cruel y bello, pero que es imposible odiar, tal vez esa es nuestra maldición, tal como yo lo soy para ti.
-Hmm, me siento lastimada, siempre que Ava está a su lado duele. Pero aún así...me gusta verlo, y pienso que es el más hermoso de todas las personas que he visto. Aun así...no creo.- La mirada de Candeb era un poco más relajada pero aún seguía esa sombra de decepción en él.
-Entonces nunca lo digas, nunca vuelvas a decir algo como eso.- ¿por qué hay tanto anhelo en tus ojos?.
¿Por qué siento anhelo en mi corazón?.- Y...nunca vuelvas a irte,
aunque sientas que te lastimo...no te vayas, no quiero sentir ese sentimiento de nuevo, lo detesto, me incómoda...solo quiero...ver esa sonrisa absurda que siempre pones al estar con alguien, quiero ver cómo corres mientras duermes como un conejo.- cuánto egoísmo y narcisismo tienen esas palabras, sin embargo aunque así suene, hay algo que me hace querer estar atada a su lado, cuando veo las veces que me ha lastimado, recuerdo esas pequeñas facetas gentiles y bondadosa que ha tenido en este tiempo. Recuerdo el terror de sus ojos al ver a Richel lastimado en el suelo, era un padre preocupado por su hijo, o cuando vi su sonrisa por primera vez. Sé que lo más fácil sería irme con el abuelo, tendría una vida más seguridad, tranquila y armoniosa, pero ¿Que pasaría si?...
-Tal vez si me voy con el abuelo tú...- mi cuerpo quedó en estado de shock al escuchar aquellas palabras.
-Lo siento...eso que dije... no pensaba en ti... sé que estás asustada, puedo verlo en tus ojos, además único has sonreído más para ese zorro. Pero...no pensaba en ti... quédate, solo elígeme a mí, elíge quedarte conmigo, no dejare que nadie te lastime, te protegeré pase lo que pase, por favor.- En un abrir y cerrar de ojos mis brazos estaban estrujandolo, era lo único que quería escuchar, solo quería escuchar ese "elíge quedarte conmigo" es lo único que mi corazón necesita, no sé en qué momento mis piernas se movieron instintivamente, pero agradezco que así lo hicieran, también prometo esforzarme para que un día, puedas decirme que me amas. Pondré todo mi empeño y esperanza, sé que un día tu corazón será mío su majestad.
-Es... Esto... tú ¿no te irás?.- me miró directamente a los ojos sorprendido, creo que mi abrazo le había gustado, solo que es muy orgulloso para aceptarlo.  Le dediqué una sonrisa dulce y sincera, llena de cariño y felicidad, antes de abrazarlo nuevamente.
-Cuida de mí... papá.- y yo cuidare de ti.
                               ...

serás tú, mi majestad. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora