Capítulo 45

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(POV Ren)

Después de estar un tiempo más en casa de Saki, me despedí y aunque me habían invitado a quedarme a dormir (Keika-chan) tuve que declinar debido a que tenía que ir hacía el Parque. Llegando hasta el Parque había organizado todo con Isuzu para mañana, pero lo extraño era que me miraba con una cara bastante roja y evitaba mirarme a los ojos, lo cuál me hacía pensar que aún no superó el que la haya intentado besar, bueno, sólo necesita algo de tiempo. Ahora mismo estaba junto a Rias y Sona, solos los tres debido a pedido mío.

Rias: ¿Para que nos llamaste Ren?-. Estando un poco nerviosa y feliz preguntó.

Ren: (…Me siento algo culpable de verla tan feliz por solo invitarla a hablar)-. Pensé para mi. No la evitaba ni nada, pero tampoco la trataba más que una simple amiga a pesar de que me gusta, se debía a que no quiero que piense demasiado en su compromiso y que disfruté de su vida escolar.

Ren: (…Dos años, eh)-. Sabiendo el tiempo que faltaba para su “boda”, no pude evitar pensarlo. En mi estado actual sabía que era imposible el vencer al joven maestro del Clan Phoenix, pero, tampoco podía acelerar las cosas, sólo esperó poder encontrar la solución con el Maestro espadachín que Nee-san fue a buscar.

Sona: …¿Necesitas ayuda?-. Ajustándose las gafas pregunto. Era lo único que se le ocurrió para que Ren las llamará a ambas, y algo que la confundía era que no estaba del todo muy feliz por ello a pesar que ella misma le dijo que podía pedirle ayuda si la necesitaba. (N.A: Por sino se entendió, Sona está “feliz” de que Ren confíe en ella y pida ayuda, pero al mismo tiempo no lo esta debido a que sólo la llamó para pedirle ayuda, y no porque quiera hablar con ella).

Sona: (…¿Porqué me pone de mal humor?)-.

Ren: …Algo así-. Sacando todos mis pensamientos negativos, dije con una sonrisa irónica.

Rias/Sona: ¿?-.

---Salto en el Tiempo---

Después de explicarles mis razones para aumentar mi fuerza vital, ya había pedido permiso a Latifah para hablar de sus circunstancias a Rias y a Sona, luego les pregunté si podían presentarme a alguien que supiera usar Senjutsu y si era posible que me enseñará a utilizarlo (al menos hasta que Nee-san vuelva) y aunque estaban sorprendidas de que supiera lo que era Senjutsu, no me preguntaron dónde lo escuché, cosa que lo agradecí. Por supuesto también les dije de la “magia” que recibí de Latifah y cómo funciona, lo que hizo que me mirarán con ojos baste aterradores, por suerte su sorpresa fue mayor así que no había ningún “problema” por ahora.

Sona: *Secar Lágrimas*…Conozco a alguien, pero…-. Dijo mientras miraba en dirección de Rias.

Rias: …Si eres tú, Ren. Estoy segura que podrás curar sus traumas, pero solo si ella está de acuerdo de hablar de su pasado -.  Teniendo aún los ojos un poco húmedos, le hablo seriamente a Ren.

Ren: ¡¡!!...Lo prometo-. Aunque estaba algo confundido dije con gran resolución. 

Sona: *Pequeña Sonrisa*-.

Rias: *Asentir*. Confío en ti, Ren. Aunque sus heridas se curaron bastantes al vivir en tu Mansión, aún siguen sin sanar del todo…Quién te puede ayudar es…-.

---Mansión de Rías---

Estando solo dos personas en el gigante campo de entrenamiento, la figura más pequeña fue la primera en hablar.

Koneko: ¿Por qué me trajiste hacía aquí, Ren-senpai?...¿También que era esa habilidad que usaste?-. Aunque sabía que Ren podía teletransportarse cuando vio su entrenamiento con Grayfia, no sabía que podía teletransportar gente.

Ren: Te hablaré de ello, pero primero sentémonos-. Sentándome en el piso dije con una sonrisa. Creo que era la primera vez que los dos estábamos solos en el mismo lugar.

Koneko: …Está bien-. Con su voz monótona habitual, se sentó, pero no en el piso, sino en el regazo de Ren.

Ren: (¡!...¿Por qué no te sentaste al lado mío?)-. Haciendo una sonrisa irónica pensé.

Ren: …¿Estás cómoda?-.

Koneko: *Asentir*-.

Aguantando soltar un suspiró, le expliqué a Koneko sobre mi habilidad, también le dije que no le contará a nadie sobre ella, ni siquiera a Rias, cosa que ella prometió no hacerlo, aunque noté que le fue muy difícil el hacerlo.

Koneko: …Aunque fui la que preguntó…¿Por qué me cuentas sobre algo tan importante?-.

Ren: Porque confío en que guardaras el secreto, pero no es que no confíe en Rias y las demás chicas de la Mansión, es sólo que las circunstancias no me permiten hablar de ello-.

Koneko: ¡!…¿Puedo preguntarte algo, Ren-Senpai?-.

Ren: Por supuesto-.

Koneko: …¿Porqué quieres ser más fuerte?-.

Ren: Por que quiero tener la fuerza para proteger a las personas que quiero, por supuesto también estás incluida-. Con una sonrisa confiada y sería dije con una voz tranquila.

Koneko: ¡!...Eres un humano, y eres más débil que Yo…¿Cómo piensas protegerme?-. Aunque la pregunta podía parecer una burla hacía Ren, Koneko estaba feliz de que dijera que también era alguien importante para el y que la protegería.

Ren: (¡Aunque se que no tenías ésa intensión, tu pregunta si que dolió Koneko-chan!)-.

Ren: …Utilizar la fuerza no es la única forma…Dar amor, contención y estar siempre a su lado también son formas de proteger a alguien-.

Koneko: …¿No es algo que una persona débil diría?-.

Ren: Ughh…¿Te estás burlando de mí?-.

Koneko: …Un poco-.

Ren: …¿Es así?-. Con una sonrisa, empecé a hacerle cosquillas.

Koneko: ¡¡¡!!!...¡H-Hehe…p-para…hehehe…me r-rindo!-.

Después de una pequeña ronda de cosquillas, Koneko cayo rendida sobre mi pecho, su pequeña figura estaba agitada mientras intentaba recuperar el aliento, pero aunque no se notaba a simple vista, una pequeña sonrisa se dibujaba en su rostro.

Koneko: …¿Qué necesitas que haga, Ren-senpai?-. Descansando su cabeza en el pecho de Ren pregunto, se sentía bastante tranquila escuchando los latidos de su corazón.

Ren: …Koneko-chan…¿Puedes enseñarme Senjutsu?-.

Koneko: *Temblar*. ¡No!-. Gritando fuertemente, y miró fijamente en dirección de Ren.

Ren: ¡!...¿Koneko-chan?-.

Koneko: ¡No, si lo hago R-Ren puede terminar cómo Nee-san, no quiero eso!-. Agarrándose la cabeza empezó a llorar en silencio.

Era la primera vez que veía a Koneko tan alterada y asustada, pero no podía dejarla así. Envolviéndola en mis brazos, la contuve mientras le acariciaba la cabeza suavemente.

Ren: Está bien, Koneko-chan. Estoy aquí contigo-. Con la voz más suave y tranquila que puede hacer no dejé de abrazarla. Y aunque Koneko tenía más fuerza que la mía, no hizo ningún intento de alegarme.

Koneko: …-.

Después de permanecer así en silencio por varios minutos, Koneko empezó a hablar en voz baja.

Koneko: …Después de que Mamá y Papá fallecieron, Nee-san y Yo vagamos por muchos lugares en busca de un lugar en el cuál vivir, no teníamos nada más que a nosotras mismas…Hasta que un Demonio hizo de Nee-san su nobleza, creí que al fin había encontrado un lugar al cuál llamar hogar…Pero…-.

Ren: …-. Suavemente la abrace en silencio, mientras seguía acariciando su cabeza.

Koneko: …Nee-san era una genio en Senjutsu y Youjutsu, tanto que en poco tiempo superó al Demonio que nos había dado un hogar…Pero se dejó consumir por el poder y lo termino matando, se convirtió en un “demonio fugitivo” y me dejó atrás…Gracias a Sirzechs-sama y a Rias-Sama sigo con vida…*Sollozar*…No quiero que Ren-Senpai sea consumido por el poder cómo Nee-san, muchas personas estarán tristes si algo te llegará a pasar Ren-Senpai…No quiero eso…*Sollozar*-.

Ren: (Esto es más complicado de lo que pensé, al menos que escuché la otra versión de su hermana, va a ser difícil el poder curar su trauma…¿Cómo hare para encontrar a un “demonio fugitivo”?)-. Aunque estaba un poco triste por no poder aprender Senjutsu, no estaba dispuesto a hacer que Koneko sufra por ello. Así que deje de pensar en ello.

¿?: Esa no es toda la historia, Shirone-.

Ren/Koneko: *Temblar*-. Debido a la voz que escuchamos, ambos nos pusimos de pie y miramos en dirección de donde vino.

Koneko: ¡¡¡!!!...Kuroka Nee-san…-. Con el poco aliento que le quedaba dijo esas palabras.

Ren: (¡Aquí está!)-. Grite sorprendido, mientras miraba a la Nee-san de Koneko.

Kuroka cómo la llamó Koneko, era una hermosa joven con un cuerpo voluptuoso, cabello largo y de color negro con un flequillo dividido, y unos ojos felinos color avellana. Además estaba vestida con una hermoso kimono negro el cuál mostraba bastante el escote, también tenía un par de orejas de gato que sobresalían de su cabeza y dos colas también de gato color negro cómo su cabello, y su edad debía de estar entré 16 o 17 años.

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