Cierre del Buro Juridico

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Parecía desesperada, las lágrimas recorrían su rostro sin cesar, era más que evidente que su alma estaba rota o al menos así lo reflejaba su cara, su hermosa cara, pasó de ser un rostro feliz y lleno de ilusión a ser un rostro triste y desolado.

El dolor parecía carcomerle el alma, un alma pura y sincera, sino haría todo con el corazón, prefería no hacerlo así era ella.

Hasta que él, el hombre a quien le había entregado su ser, a quien había amado con esa alma pura, la traicionó de la peor manera, dejándola destrozada y el corazón con el que lo había amado tanto, hecho pedazos...

Al llegar a la oficina, luego de dejar hasta la última lágrima en la ducha, le pide a Vicky que cancelara todas sus citas, porque estaría ausente por mucho tiempo, mientras caminaba, evitaba mirarla, siempre lo hacía con una sonrisa en su rostro, y en esa ocasión traía la cara al piso y los ojos casi aguados, dejaba notar su tristeza, y su dolor por encima de la ropa.

Sin detenerse a pensarlo Vicky, se le va detrás ansiosa, queriendo saber que le estaba pasando, por qué sus ojos reflejaban esa ira; aunque creyó que esta no lo había notado, Vicky se caracterizaba por ser muy observadora. Al preguntarle que pasa con tanta interesa, alega no poder cerrar la oficina sin haberle dado una explicación, no entendía lo que estaba pasando y menos por que el cambio tan repentino. Sigue negándose a mirarla, la desesperación lleva a Vicky a pedirle que lo haga. La ignora, mientras se hace un silencio como de 10 segundo, esta vuelve y pregunta ¿Qué pasa?

Con la cabeza baja, pero bañada en lagrimas mantiene su posición, no quería darle explicaciones, cada palabra que decía sobre el tema, le dolía en lo más profundo de su ser. Pasaron varios segundos cuando por fin le pidió que tomara asiento. Mientras lo hace, Vicky no le quita ni por un segundo la mirada de encima, verla así empapada en lágrimas, le arrugaba el corazón

— La oficina se cierra por tiempo indefinido —. Con una actitud imponente, de aquí se hace lo que yo diga.

Al dejarla sorprendida, no tardo para responder de manera alarmante, poniéndose de pies impulsivamente y preguntando que iba a pasar con los clientes y su trabajo.

Se siente interrumpida y con una actitud hostil le pide de favor que la deje terminar de hablar, señalando la silla, dejándole dicho que tome asiento

Cumpliendo con las peticiones anteriores Vicky, cedió a tomar asiento y hacer silencio, por lo que la Doctora siguió diciendo de manera más alentadora, que no se preocupara por los clientes que ella se iba a encargar— por tú trabajo tampoco, yo te pagaré tu liquidación y no te quedaras sin empleo —esto lo dijo mostrando una sonrisa con los labios sellados.

No queda conforme y vuelve a preguntar: por favor dígame que le pasa, en esta ocasión con un tono angustioso, pero ella no responde, era más que evidente que algo le estaba pasando. Vicky era insistente y vuelve a decir amablemente— la veo muy mal, sabe disimular perfecto, aunque conmigo no le funciona; me puede contar sin problemas, recuerde que aparte de compañeras de trabajo, somos amigas, confíe en mí —mientras le brindaba su mano

Esta la toma y fija la mirada, con esos ojos tristes, enrojecidos ya cansados de llorar—. Si confío en ti. Confío tanto en ti, que dejo mi oficina en tus manos —Terminó diciendo sarcásticamente, provocando las risas de Ambas

Vicky, no podía evitar preocuparse, le restregó su preocupación en la cara— valoro mucho que me digas eso y se siente muy bien, pero deberías confiar más en Álvaro, que en mí ¿no crees? —terminó preguntando y aumentando inconscientemente el dolor y la ira de la Doctora

La misma se levanta rápidamente del asiento mientras evade la pregunta— creo que esta es la última ves que nos veremos, dame un abrazo, y cómo te dije: no te preocupes por nada yo lo resolveré antes de irme.

No dejaba de sorprenderla— ¿Antes de irse? ¿para donde? — Mientras fruncía el ceño

Volvió a dejarla con la duda, dándole un fuerte abrazo, agarra su bolso y se retira diciéndole que cerrara bien la oficina, que dejaría las llaves a su cargo por si algún día las necesitaba. Mientras sale, sarcásticamente vuelve a decir

—Por favor no cambies tu número ni tu dirección; hazlo por mí.

(sonríe)

Con pasos muy cortos y el rostro decaído se va alejando, de repente se detiene, con las lagrimas recorriendo su rostro y una tristeza enorme ¨Espero y algún día nos volvamos a ver¨ volvió a decir refiriéndose al lugar donde logro cumplir sus sueños de ser abogada, el lugar que la empujó a un Doctorado en leyes... llegando hacer una de las abogadas más reconocidas y exitosa de la ciudad.

Amor en el campo(#1)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora