Al fin en casa

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Emocionada de volver a ver a su familia, después de tanto tiempo de estar alejada de ellos, mirando a su alrededor, dándose cuenta de todo lo que había cambiado el lugar donde creció y, decidió dejar para abrirse paso en lo que para ella era un sueño; estudiar leyes.

Toca la puerta.

Su mamá, angustiada abre, pensó que le había pasado algo, ya era tarde y el bus a esa hora no pasaba, le hizo varias llamas a su celular, pero no contestaba. La emoción la invade al ver a su hija, parada justo ahí, en la puerta de la casa, tan hermosa, con su carita tan tierna que ya no irradiaba esa luz de felicidad que siempre cargaba, sino, que reflejaba el inmenso dolor que traía en el corazón. La abrasa, la besa y la llena de preguntas.

Patricia, igual de emocionada corresponde al abrazo, al mismo tiempo dice— Mamá una a una las preguntas.

La mamá sin haber dejado la emoción a un lado le responde que esta bien, para luego preguntarle un tanto desconcertada, quien la había llevado hasta la casa, ya que a esa hora no había bus.

Mirando hacia la calle— Un joven de nombre Marcos, al que conocí en la parada del bus, suerte que lo encontré o la verdad, no sé qué habría hecho —con la mirada recorre todo el lugar, pero el joven ya no estaba por ningún lado.

La mamá, con cara de agradecimiento y acariciando el rostro de su hija, bendijo al joven que la había llevado a casa.

Maria Cruz de Ramos: es la mamá de Patricia, lleva toda una vida casada con el papá de sus dos hijas: Patricia y Patria, estaba preocupada porque no sabía por qué Patricia había decidido dejar la ciudad, donde tenía su trabajo...bueno, toda una vida e ir a vivir al campo de donde había salido hace muchos años.

Patricia, al entrar a la casa lo primero que hace es preguntar por su papá y su hermana, al parecer tenía muchas ganas de verlos; aunque era de esperarse, tenía mucho tiempo sin hacerlo, Doña María, sin dejar de contemplar lo hermosa que era su hija, y sin creer lo rápido que había crecido— tu papá ya sabes dónde encontrarlo y tú hermana la mande por algo.

—Ok me daré un baño, estoy muy cansada. El viaje hasta acá es algo agotador y para rematar, esta camioneta que le revive el espíritu al más muerto... ¡te lo juro!

Doña María, mientras sonríe— ¿Algo? Yo diría que totalmente agotador, pero ve, anda hija, date un baño y verás que te sentirás más relajada, mientras yo preparo algo de comer.

Amor en el campo(#1)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora