Yo solo puedo ser feliz cuando estoy contigo

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Llega el siguiente día, patricia está sentada en el sofá con la computadora trabajando, patria quien estaba en la cocina le pregunta que hace a lo que esta responde que estaba trabajando, seguido de esto le pregunta cómo está, Patricia cierra la computadora.
Y le dice—ya sé por donde vas.

—es que me preocupas, te ves muy calmada y se que te duele lo de Marcos.

—es que ya estoy cansada de llorar, de nadar contra la corriéndote. De que me duele me duele; pero evito pensar en el, me concentro en el trabajo eso me ayuda mucho.

—Pat no sabes cuanto lo siento.

—créeme que yo lo siento más.

—bueno ya no hablemos de eso.
Qué tal si damos una vuelta por el pueblo.

Esta se niega con la justificación de querer topar a Marcos, Vanessa ohh una de sus acompañantes

—bueno está bien entiendo.

Patricia le pregunta si no iría a la universidad, patria responde que si tiene clase, pero por lo que le sucedió a su mamá no iría, Patricia le pide que no se preocupara que ella se podía quedar con su mamá, pero antes la llevaría a la universidad, ella acepta y se marchan.
Llegan a la universidad, se bajan de la guagua y patricia la acompaña. Al dar la vuelta sale alguien y dice—esa es tu hermana la que Marcos dejó para casarse con Vanessa.

Todos se ríen. Patricia quien estaba avergonzada sale huyendo. Patria sale tras ella Pat, Pat espera, Pat— pero ella la ignoro, iba muy avergonzada

Patria fue donde la chica que hizo un pésimo comentario sobre su hermana, mientras la empuja—Que sea la última vez que dices algo que incomode a mi hermana, le planta tremenda cachetada y vuelve a decir la próxima vez recogerás los dientes del piso.

Patricia se montó en la guagua y se marchó lo más rápido que pudo

Al llegar a un parque se desmonta y se sienta, quería relajarse, el comentario de la chica la había hecho sentir muy mal, no era cierto, Marcos no la dejó, ella fue justa, tuvo empatía, pero muy pocas personas en este mundo saben lo que es ponerse en el lugar del otro.

Estaba tan de mala suerte de ella llega Vanessa.
—-Hola Patricia —la saluda descaradamente

—hola Vanessa —ella responde

—Marcos y yo nos vamos a casar —le informa

¡felicidades! —exclamó

Se levanta del banco con la intención de marcharse

—no te vayas —le pide Vanessa

Patricia le advierte —Vanessa ahora no.

—solo quiero invitarte a la boda.

—está bien.

—antes de irte asegúrame que ahí estarás.

está bien Vanessa ahí estaré. Bueno ya me tengo que ir...

Patricia se marcha y Vanessa se queda muerta de risa, según ella logró humillarla porque patricia aceptó ir a la boda.

Patricia en verdad si le dio rabia, pero no dejó que Vanessa se diera cuenta, no le iba a dar ese gusto.

Patricia piensa
(que estupida eres patricia, debiste decirle que no, que no podías ir, lo que sea menos que si que ibas a ir; pero en qué estabas pensando, piensas ir a la boda donde el amor de tu vida se casa con otra, que idiota patricia)

Prende la guagua y marcha

Estaba tan airada, sin darse cuenta condujo hasta llegar al río, se sienta en la orilla. Se pone melancólica y empieza a recordar esos momentos hermosos que pasó con Marcos en aquel lugar.

—por qué todo tubo que terminar así Marcos ¿que hago con todo esto que siento por ti? ¿Que hago con todo este amor? ¿Por qué la vida es tan injusta y no nos deja ser felices con las personas que queremos?

—No importa el tiempo que pase, se puede estirar, pisar, maltratar y no se romperá —dijo Marcos, quien llegó disimuladamente sin hacer ningún ruido.

Patricia se levanta rápidamente, se seca las lágrimas y dice sorprendida— ¿Marcos que haces aquí?

—Cuando quiero estar cerca de ti, cuando pienso mucho en ti vengo aquí, en este lugar siento que estás aquí conmigo, recuerdo los maravillosos momentos que pase contigo

—ya me iba.

—no te vayas dice mientras la agarra de la mano.

Patricia le mira la mano, luego lo mira a los ojos y al cabo de un rato dice— no está bien que estemos aquí solos.

—no está bien que estemos separados, ademas, no estamos haciendo nada de lo que debamos avergonzarnos.

—Marcos

—ven siéntate aquí junto a mi —mientras se acomoda en la orilla, ella no lo duda y accede a su petición

¿cómo va todo? ¿El trabajo? ¿Cómo haz estado ?

—todo bien gracias a Dios, el trabajo va bien...

—que bueno, no sabes cómo me alegra saber eso.

Duraron horas hablando y riendo.
Para ellos estar hablando de sus vida, de cómo estaban y de cómo llevaban el día a día era lo mejor del mundo.

Al cabo de varias horas después de estar agotada de reír y echar cuento con Marcos— me tengo que ir, ya llevo varias hora fuera de la casa, mamá no está bien y no es bueno que dure tanto tiempo sola

Marcos se levanta y la ayuda a levantarse, mientras le acariciaba el pelo le dijo— fue una de las tarde más maravillosa que he pasado en mi vida.
Solo quiero que me prometas que te vas a cuidar y que aunque no sea conmigo vas a hacer muy feliz.

—Marcos por favor... no le digas esas cosas

—prométemelo patricia.

¿es tu despedida?

—perdóname por no cumplir mi promesa de hacerte feliz— la toma de las manos y repite
—perdóname patricia.

Patricia no aguanta la emoción y llorando se le va encima y lo besa, Marcos responde al beso, patricia se aleja diciendo— yo nunca voy hacer tan feliz como lo fui contigo, no me pidas que te prometa eso; porque no cumpliré esa promesa, yo solo puedo ser feliz cuando estoy contigo, a tu lado es mi lugar favorito

Patricia se marcha y ya estando algo lejos le grita—ojalá y nuestro hilo resista.

Marcos se queda mirándola mientras ella se va alejando, sonríe y dice—si va a resistir patricia, tiene que resistir.

Amor en el campo(#1)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora