La enfermera de la escuela, que hacía las veces se secretaria de la directora, se encontraba revisando a la pobre y herida Hinata, le acababa de poner un vendaje y también le había dado un medicamento contra la inflamación.
—A ver, Hinata, creo que estarás con este pie vendado unos días, está algo hinchado, así que no debes caminar mucho —aconsejó la mujer, terminando de ayudar a la alumna a ponerse de vuelta su zapato, aunque ésta se quejaba de vez en cuando.
—Ok, Shizune-san, muchas gracias —respondió la joven, esbozando una suave sonrisa a pesar del dolor.
—De nada, es mi trabajo —Shizune también sonrió a Hinata, retirándose a guardar los implementos que había utilizado para auxiliarla.
Naruto había estado presente todo el tiempo, esperando a que acabaran.
—Bueno, entonces te llevaré al salón, Hinata —dijo acercándose a ella para ayudarla a ponerse de pie, ya que Hinata estaba sentada sobre la camilla. Con cuidado, le hizo apoyarse sobre su hombro y sonrió cuando logró sostenerla—. Vamos.
Ella, por su parte, se sonrojó como un tomate por la cercanía, en serio era difícil no sentir algo por Naruto, sobre todo, si él se comportaba así con ella.
—¿Pasa algo? —preguntó el rubio al sentirla temblar, a lo que ella se sonrojó aun más, cerrando sus ojos y haciendo un gracioso puchero.
—N-no es nada, Naruto-kun, sólo vamos, ¿sí?
Naruto sonrió y asintió con la cabeza, caminando despacio junto a la chica, para salir juntos de la enfermería.
—Ay, el amor —murmuró la enfermera, sonriente.
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Sakura estaba saliendo del vestidor de chicas, aferrando si diario entre sus brazos, pues había estado escribiendo algunas cosas en éste.
—Creo que continuar con Naruto no fue una buena idea... —murmuró la chica, soltando un hondo suspiro—. Me pregunto si él y Hinata estarán... —tras decir aquello, movió su cabeza fervientemente en negación—. No, no, no, no debería pensar en eso.
—¿En qué, Sakura? —escuchó una voz masculina detrás de ella, la cual le hizo dar un salto del susto. La peli rosa se dio la media vuelta y se dio cuenta de que la persona que le hablaba no era otro que Sasuke.
—¡Kyaa! —exclamó graciosamente—. Sasuke-kun, no me asustes así.
El azabache dejó salir una muy ligera sonrisa tras la reacción de la contraria.
—Perdón, pero es que no es la primera vez que te oigo hablar sola —dijo a modo de burla—. ¿Te sientes bien?
—Etto... sí... quiero decir, claro, solo estaba pensando en voz alta —respondió Sakura, mientras reía nerviosamente, preguntándose si acaso estaba actuando como una loca frente a Sasuke, aunque no sería la primera vez que quedaba en ridículo en presencia del Uchiha.
—Claro —de pronto, Sasuke desvió su mirada a aquel diario que Sakura apretaba contra su pecho, era el mismo que había leído hace unos días atrás, así que lo quedó mirando con mucha curiosidad, ¿habría escrito de él nuevamente?
—¿Sucede algo, Sasuke-kun? —preguntó preocupada la chica, tras notar que él se había quedado perdido en sus pensamientos.
El azabache carraspeó la garganta.
—No es nada, será mejor que me vaya, Sakura, nos vemos luego —el Uchiha menor se disponía a irse, cuando se le cruzó su hermano por el camino, así que frunció el ceño—. ¿Qué quieres?
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Amores de Secundaria (Editada)
FanfictionEl amor verdadero puede llegar en cualquier etapa de la vida, no sólo cuando ya eres un adulto. Naruto y sus amigos aprenderán, a veces a golpes, cómo es amar y crecer al mismo tiempo. Madurar no es fácil, pero es parte de crecer. Historia re edita...