Amores de Secundaria (Editada)

Conquistaré tu corazón 2/2

Después de terminar su almuerzo, Naruto y Hinata habían caminado hasta un sitio más tranquilo en el patio de la escuela, así podrían conversar con calma y sin que nadie los interrumpiera.

—Bien, quiero que me cuentes que te tiene así, mi princesa... —dijo el rubio, que tomó con delicadeza la mano de su novia, mientras ella bajaba la mirada, no estaba segura de cómo empezar.

—Naruto-kun... las llamadas misteriosas son... —hizo una pequeña pausa, tragando saliva por el nerviosismo—. Son de mi madre...

—¿Tu madre? ¿Que acaso no estaba... muerta? —Naruto vio como el rostro de Hinata se llenaba de lágrimas, así que se exaltó—. ¡Lo siento, no debí decir eso...! —exclamó, abrazándola—. Pero cuéntame, no te guardes nada —dijo mientras la estrechaba, tratando de mantenerse tranquilo para no alterarla.

Hinata reposó su cabeza contra el pecho de su novio.

—Al parecer... no estaba muerta... aunque... nos abandonó... —contestó, estaba demasiado confundida, ni siquiera sabía si todo esto era real, pero ella no podía confundir la voz de su madre, incluso si habían pasado años—. Naruto-kun, tengo tanta tristeza... —gimoteaba la chica.

Naruto la abrazó más fuerte, no sabía qué decir ni cómo actuar, así que era todo lo que podía hacer por ahora para tratar de reconfortarla —Tranquila, yo estoy contigo... calma —le susurró al oído, mientras le acariciaba suavemente el cabello, en eso, un pensamiento vino a su mente—. Su madre la abandonó, igual que a mi... pero... mi madre está conmigo ahora... ¿qué debo hacer? —suspiró para sí mismo, tal vez estaba siendo demasiado injusto—. Pobre de Hinata... no sé qué decirle...

—Naruto-kun, gracias —dijo la ojiperla, mientras lo abrazaba más fuerte aún.

Él solo rodeó su cintura para mantenerla así, abrazada hasta que se pudiera sentir mejor, quería ver feliz a su princesa.

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Sakura e Ino salían de la cafetería, habían estado hablando un poco más sobre lo que aquejaba a la peli rosa. Saber que pronto se iría la ponía muy triste, sobre todo, al ver a Sasuke, aunque no fueran nada, lo iba a extrañar muchísimo.

—Oye, Sakura.

La chica se volteó al oír su nombre pronunciado por esa voz que tanto le gustaba —¿Qué sucede, Sasuke-kun?

El chico estaba de pie a su lado, lucía tranquilo como siempre, a pesar de que no era tan usual que él le dirigiera la palabra primero a Sakura.

—Me preguntaba... aun nos quedan unas cosas que arreglar sobre el informe y es para este viernes, ¿sabes...? Y, pues...

Antes de que Sasuke consiguiera terminar su frase, la oji jade sonrió.

—No te preocupes, Sasuke-kun, yo ya estoy por terminarlo... —lo interrumpió, se notaba que su expresión era falsa, algo iba mal con ella y el azabache enseguida se dio cuenta de ello, así que frunció el ceño.

—¿Que te sucede, Sakura?

—¿Eh? —la chica exclamó confundida.

Ino, que todavía estaba ahí, alternó su vista entre sus dos compañeros de clases y decidió escabullirse por el costado.

—Esto... será mejor que yo los deje solos —dijo, saliendo de la cafetería y de la situación. Al estar fuera, chocó contra el pecho de alguien—. Perdón —se alcanzó a disculpar y a levantar la vista, fue cuando notó que esa persona era quien menos deseaba ver en ese instante—. Sai... —murmuró.