Amores de Secundaria (Editada)

Un deseo pedido a una estrella 2/2

—¿Cuánto piensan tardar estas chicas? —se preguntó Gaara, él y Sasuke estaban de pie junto a la piscina, esperando a sus "citas", las cuales estaban demorando más de lo que hubieran esperado, si solamente se iban a poner un traje de baño, ¿qué les tomaba tanto?

—Esperas que pase algo, ¿verdad, Gaara? Me refiero a Matsuri —habló Sasuke, llamando la atención de su amigo, el cual desvió la mirada, no quería hablar sobre eso ahora.

—No sé de qué hablas.

—De otro modo no la habrías invitado, sé que quieres ganar esa apuesta... —insistió el azabache, notando que Gaara fruncía el ceño—. Pero ¿crees que está bien apostar los sentimientos de una chica?

Su amigo le miró incrédulo.

—No sé a qué te refieres —respondió—. Tú también lo has hecho, ¿no?

—Sí... pero ya sabes cómo terminó todo, a esa chica... le hice mucho daño y eso no me lo perdono, no quiero que cometas el mismo error —fue la respuesta del Uchiha, que por primera vez mostraba algo de cordura ante las locuras y arrebatos de Gaara, porque sí, el año pasado, Sasuke hizo una estúpida apuesta sobre alguien y las cosas terminaron del peor modo para esa persona, no le gustaba recordarlo.

—Ya es tarde para eso, acepté la apuesta y no voy a perder, ya sabes que nunca pierdo —respondió el terco pelirrojo, sólo provocando que su amigo suspirara resignado.

—Como digas, Gaara, sólo espero que ni ella ni tú salgan lastimados de esto, no vaya a ser que luego por idiota te enamores de ella —dijo, agarrando una lata de soda que estaba sobre la mesa junto a él, para beber un poco.

Gaara rio sarcástico, aquello que acababa de decirle Sasuke, era lo más estúpido que alguien le había dicho en su vida, o eso quería creer él.

—Yo jamás podría enamorarme de alguien como ella —respondió fríamente ante la absurda suposición.

—Estamos listas —escucharon ambos la voz de Hinata, así que se voltearon para ver a las muchachas, pero, ninguno de los dos pudo pronunciar palabra, incluso el orgulloso de Gaara se había quedado pasmado al observar el hermoso cuerpo de ambas, pero, en especial, el de la castaña, que parecía querer cubrirse inútilmente con sus manos.

—Ho... hola —Matsuri estaba muy nerviosa, jamás había usado un traje de baño tan revelador, ella siempre se empeñaba en ocultar su cuerpo, por eso solamente utilizaba aburridos trajes de una sola pieza, que la hacían ver como una monja y no una adolescente.

Por su parte, Hinata, a pesar de que era tímida, estaba acostumbrada a ponerse lo que quería, quizá porque siempre estaba rodeada de chicas en su antigua escuela y, ante ellas, no sentía vergüenza.

—Hola, chicas, tardaron —dijo Sasuke, esbozando una leve sonrisa, en lo que su amigo permanecía en completo silencio. Gaara no dejaba de ver a Matsuri y Sasuke lo había notado, así que no pudo evitar reír internamente, su tonto amigo estaba cayendo en su propia trampa, lo sabía—. Te lo dije, Gaara, si te enamoras pierdes —pensaba, mientras Gaara continuaba ido.

Por su parte, el pelirrojo comenzó a sentir que el calor estaba aumentando de pronto, ni siquiera sabía por qué, pero se sentía sofocado y, mientras Matsuri lo miraba con curiosidad, él sintió que se ahogaba, así que se lanzó a la piscina sin más, en un intento por deshacerse de esa temperatura que lo estaba matando.

—Cielos... Matsuri se ve realmente hermosa, aunque trate de ocultarse con sus manos, ella es... —la voz de Gaara hablaba en su cabeza, mientras salía de debajo del agua para respirar—. Cielos, pero ¿qué digo? Se supone que yo sólo debo cumplir la apuesta y nada más, sin embargo, no puedo dejar de verla... —se removió un poco de agua del cabello y decidió dirigirse a ella—. ¿Qué haces ahí, ni... Matsuri? Ven, ¿o te da miedo?