Amores de Secundaria (Editada)

¿Me gustas? 2/2

La primera clase del día siguiente era con el profesor Kakashi, todos sabían que él siempre llegaba tarde, así que no se preocupaban por estar ahí temprano.

—Pobre de Naruto-kun —pensaba Hinata, mientras iba hacia la escuela en el auto de su primo Neji. Estaba distraída, solamente miraba por la ventana.

—¿Qué te pasa, Hinata? Te ves muy pensativa —le preguntó su pequeña hermana, notándola en ese estado, aunque Hinata solía siempre estar pensando en algo, metida en su mundo.

—No es nada, Hanabi-chan, solo son cosas de la escuela, sin importancia —contestó, un poco avergonzada.

—Hinata, ayer llegaste tarde a casa y mi tío se preocupó mucho por ti, no le dije que fuiste a casa de Naruto porque lo más probable es que se hubiese molestado —comentó Neji, el cual no apartaba la vista del frente, pero había fruncido el ceño.

—No pasa nada, Neji nii-san, mi padre no tiene por qué molestarse, además, Naruto-kun y yo sólo estudiábamos, incluso su padre estaba allí —respondió Hinata, manteniéndose calmada. Notó que su primo relajaba su expresión, pero igualmente parecía interesado.

—Ah, bueno —fue todo lo que dijo, acomodando el espejo retrovisor.

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En la entrada de la escuela, dos hermanos discutían mientras se apresuraban a entrar, ninguno de los dos parecía de buen humor.

—No es justo, Gaara tenía esa horrible música tan fuerte anoche que ni si quiera pude dormir —decía una desarreglada Temari, con los ojos hinchados por lo poco que había logrado pegar pestaña la noche anterior.

—Tú siempre quejándote por todo, hermana, me tienes harto —le decía Kankuro con la misma cara, él tampoco había dormido por la misma razón, sumándole a eso los gritos de la rubia.

—Pero si tú tampoco pudiste dormir, pero claro, siempre defendiendo a Gaara, todo porque ustedes son hombres, los odio —Temari se fue más rápido para perderse de la vista de Kankuro, el cual solamente bufó.

—Pero qué molesta es cuando le da la gana —dijo para sí, viendo la espalda de la mayor perderse tras el pasillo de entrada. Su hermano menor ya se había adelantado, Gaara prefería siempre

En el salón de segundo año, ya todos habían llegado, a excepción de Kakashi-sensei, que era el único que no se aparecía ni por si acaso; la verdad, es que nadie sabía por qué él siempre se tardaba más de lo debido, y bueno... conociéndolo, tampoco querrían saber en qué ocupa su tiempo.

—Kakashi-sensei es un problemático, como siempre aún no ha llegado —decía Shikamaru, recostado sobre su escritorio. Dio un hondo bostezo, estaba a punto de quedarse dormido del aburrimiento.

—Mejor, así tengo tiempo para practicar con el balón —Naruto estaba parado en mitad del pasillo que se creaba entre los asientos, dominando la pelota de fútbol hábilmente.

—Vaya, ni parece afectado por lo que me contó ayer —pensaba Hinata viendo al rubio, le parecía increíble el cómo él disimulada su tristeza y nadie era capaz de notarlo—. Bueno, es que Naruto-kun es un chico muy alegre —tras la última idea, solamente sonrió.

Sakura, desde su asiento, se quedó mirando a su novio. Hoy no había hablado, fuera de saludarse cuando llegaron, habían estado bastante distantes, Naruto se portaba un poco raro.

—Hola, Sakura, ¿qué tal? —aquella voz la sacó de sus pensamientos, miró hacia su costado y vio con sorpresa a Sasuke, que estaba parado junto a ella, ¿por qué la saludaba? Eso no era normal.