Sentimientos en duda 2/2

191 17 12
                                    


El timbre para el primer recreo sonó y todos los chicos salieron para disfrutar antes de tener que regresar al salón de estudios, el descanso era bien merecido.

—Oh, Naruko-chan, ¿te acompaño? —preguntó el chico pelinegro a la rubia, quien sonrió alegremente ante la propuesta, ya que se dirigía a comprar algo de comer y le era difícil meterse en medio de la turba de desesperados.

—¿De verdad? Gracias, Sai-san, qué amable eres —dijo Naruko, con las mejillas ligeramente rojizas—. Siempre me cuesta mucho conseguir lo que quiero.

—Entonces iré contigo, soy bueno con las turbas —Sai mostró su sonrisa, haciendo a la joven quedar hipnotizada unos segundos, en serio le agradaba muchísimo ese chico.

—D-Disculpen, Sai, ¿podemos hablar un rato? —dijo Ino, que se paró a un lado de ambos, a pesar de que no tenía nada que decir, solamente quería evitar que se fueran juntos.

—Lo siento, Ino-chan, ahora estoy algo ocupado, luego nos vemos.

Sai y Naruko se alejaron mientras hablaban muy animadamente, e Ino sólo los veía alejarse con su rostro un poco triste. Bajó su mirada y se sentó, no podía estarle pasando esto a ella, ¿realmente era invisible para ese chico?

—¿Qué te sucede, Ino? —Sakura se sentó a su lado y le preguntó, ya que la notó muy mal, eso no era normal en la alegre y ególatra rubia.

—No puedo soportar que Sai y Naruko-chan se lleven tan bien, ¿qué puedo hacer, Sakura?

—Ino... ¿ese chico te gusta? —cuestionó, apoyando una de sus manos en el hombro de la Yamanaka—. Dímelo, puedes confiar en mí.

—Si me gusta, pero parece que él se olvidó por completo de mí desde que Naruko-chan está en la escuela. La trata completamente diferente a los demás, estoy segura de que a él le gusta.

—Ino... —la Haruno no supo qué decir, no conocía mucho a Sai, se le hacía una persona un poco misteriosa y, aunque le llamaba un poco la atención, no sabría qué opinar respecto a él.

....

—Entonces era verdad, maldición... —Gaara observaba apoyado en un árbol como Matsuri y Sasori estaban muy acaramelados en el patio, solamente estaban charlando, pero se sonreían mutuamente y se tomaban de las manos, en esos momentos, él deseaba que el supuesto subdirector loco apareciera y les llamara la atención.

—Gaara, cálmate, es mejor así, ya vas a rendirte de esa apuesta, ¿verdad? —le preguntó Sasuke, podía notar lo cabreado que estaba su amigo y, claro, también lo celoso, Gaara ni siquiera podía disimular.

—Por supuesto que no.

Sasuke frunció el ceño.

—Pero Gaara, creí que al verla con su novio ya te ibas a alejar de ella —dijo con fastidio y cierto enfado, él no era un ejemplo de persona, pero no sería tan estúpido de hacer algo que ya había visto que resultaba mal—. ¿Qué tiene de divertido tratar de destruir su relación?

—Yo no perderé, ya te lo dije... nadie nunca me ganará —Gaara apretaba con rabia sus puños al ver que el imbécil de Sasori poco a poco acercaba sus labios a los de Matsuri, robándole un pequeño beso, eso en serio le hizo hervir la sangre—. Ese tipo no me vencerá.

—No hay caso contigo —el Uchiha solamente rodó los ojos, ya no tenía sentido que le dijera nada, ese idiota era demasiado terco y, al final, el único que saldría lastimado sería él mismo, por patán.

En ese momento se les acercó Neji, quien se acababa de despedir de Tenten, ya que ésta quería pasar un rato junto a sus amigas.

—Hola, chicos... ¿qué le pasa a Gaara? —preguntó al ver el rostro malhumorado de su amigo.

Amores de Secundaria (Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora