El club de música era uno de los más solicitados por la mayoría de estudiantes, era por eso que Sasuke, Gaara e incluso Neji, habían decidido inscribirse, a diferencia de las clases normales, diferentes grados podían asistir y estar juntos.
—Oye, ¿y tú piensas cantar, Gaara? —preguntó Sasuke, al notar lo distraído que estaba su amigo, aunque, tratándose de él, ya no era novedad.
—Claro que no, yo no canto ni amarrado —respondió el pelirrojo, que al fin parecía atento a la situación.
—¿Por qué no? Vamos, si tú cantas muy bien, ¿verdad, Neji? —le habló al mayor, quien claramente estaba en otro mundo—. ¡Hey, Neji!
—¿Qué? —ya era la segunda vez en el día, definitivamente estaba muy intrigado por lo que su tío tenía que decirle y por eso todos le estaban gritando, estaba muy distraído, pues, sin entender muy bien la razón, tenía un mal presentimiento al respecto.
—¿Se puede saber qué demonios te traes? —Sasuke lo interrogó con la mirada, cosa que no pasó desapercibida por el ojiblanco.
—No es nada, son problemas familiares, Sasuke, no tienen nada que ver contigo —Neji respondió de forma cortante.
No era algo anormal de parte de Neji, así que, aunque Sasuke no se quedó muy conforme con la respuesta, sólo suspiró y volteó a ver a Gaara, sin insistir con el tema, a pesar de que se sentía un poco molesto.
—¿Pero es que hoy es el día de los distraídos? —dijo fastidiado el azabache cuando notó como Gaara no sacaba su vista de un lugar en específico y que no le estaba prestando atención en lo más mínimo—. Qué molestia —bufó—. Con ustedes sólo voy a aburrirme, mejor me largo, ahí se ven —Sasuke se marchó con su mano en alto y sus dos amigos seguían sin hacerle caso, uno sumergido en sus pensamientos y el otro con la mirada fija sobre una castaña.
—Qué bien que ya tenemos club, Matsuri-chan —dijo Hinata, sonriendo. Ambas iban por el pasillo, justo fuera del salón de música.
—Sí, lo único malo es esa Shion, la verdad me cayó de la patada, ¿a ti no?
—¿Quieres que diga la verdad o quieres que mienta? —Hinata la miró al mismo tiempo que rodaba los ojos, no le parecía bien hacer un juicio tan temprano sobre esa chica, pero también era cierto que sólo su aura emanaba algo muy pesado y negro, y eso que Hinata no era de creer en esas tonterías.
—Pues... miénteme, a ver... —contestó Matsuri, poniéndose las manos sobre la cintura.
—Me pareció una joven sumamente educada —comenzó a decir Hinata, entre risas—. Además, muy agradable y, sobre todo, toda una dama —terminó soltando una carcajada, la cual Matsuri también siguió.
—Sí, todo un agrado esa niña —reía la castaña, cubriéndose los labios con su mano derecha, fue en ese momento que Hinata se sintió observada, así que su rostro se volteó hacia un costado y descubrió que no era ella el objetivo de las miradas de alguien, sino su acompañante.
—Oye, Matsuri-chan, ahí está Gaara-kun y te está mirando —dijo la ojiperla, señalándolo de forma muy disimulada, por debajo del brazo.
Al escucharla, sin siquiera voltear en esa dirección, Matsuri solamente frunció el ceño.
—No me hables de ese idiota —dijo de modo cortante, sorprendiendo bastante a la ojiperla, no sabía de qué se había perdido esta vez.
—¿Eh? —cuestionó, parpadeando confusa—. ¿Acaso se han vuelto a pelear?
—No quiero hablar de eso —respondió Matsuri, soltando un hondo suspiro—. Mejor vámonos, las clases ya van a comenzar de vuelta.
—Claro —Hinata siguió a su amiga con cierto desconcierto, era bastante evidente que ella sentía algo muy fuerte hacia el pelirrojo, pero ¿por qué se habrían enojado esta vez?
ESTÁS LEYENDO
Amores de Secundaria (Editada)
FanfictionEl amor verdadero puede llegar en cualquier etapa de la vida, no sólo cuando ya eres un adulto. Naruto y sus amigos aprenderán, a veces a golpes, cómo es amar y crecer al mismo tiempo. Madurar no es fácil, pero es parte de crecer. Historia re edita...