Leí los periódicos y los portales de internet, no podía creer que habían expuesto a mi familia de esa forma. Mi padre estaba detenido y acusado de infinidades de delitos, no se cómo llegaron a nosotros de esa forma porque ahora todos los burdeles que teníamos en New York fueron derribados haciendo añicos uno de nuestras fuentes de dinero. Era momento de volver, las muertos salen de sus tumbas y eso haría, primero me cargaría a los que se metieron con nosotros para luego centrarme en mi segundo objetivo, mis hijos, llegó la hora que ellos estén con su padre, son mis herederos además necesito meterlos en el mundo de los negocios familiares.
— Señor — dice una de mis empleados.
— Dime — hablo.
— Tenemos la información que nos pidió — agrega dejándome un sobre sobre la mesa y luego retirarse.
Puse a la pocas personas que tengo a mi servicio a investigar sobre quienes estaban detrás de esta mala jugada contra mi familia, el prestigio que teníamos se perdió cuando los Meitzner nos golpearon en nuestras cuentas bancarias, sin dinero hasta los que creías tus amigos te abandonan. Dejarlos creer que estaba muerto fue la mejor opción, soy el loco y la oveja negra de la familia, así que el mundo creyendo que no existía más fue mucho más fácil volver a reconstruir nuestro dominio por eso empezamos con los burdeles, prostituir a una mujer trae demasiado dinero.
— Hija de puta — mascullo al ver quién puso en alerta a la policía.
Danna tenía las horas contada de su vida, no la mate años atrás porque estaba embarazada, ahora no me impide nada no hacerlo. Esa maldita mosca muerta la conocí años atrás, fue tan fácil manipularla y enamorarla que cayó en mi trampa, no esperaba que quedará embarazada eso sí no estaba previsto solo la iba usar como medio para llegar a mi mayor objetivo Madison. Ahora no me importa nada de ellos, solo quiero a mis dos hijos, soy su padre y deben conocerme.— ¿Hola? — dice del otro lado cuando atiende mi llamada.
— ¿Cómo estás, cariño? — digo.
— Hijo de puta — me contesta.
— Como extraño follar esa maldita boca respetuosa que tienes — acoto divertido.
— Maldito loco, no te quiero cerca de mis hijos — sentencia haciendo que suelte una gran carcajada.
— Uno de tus hijos es nuestra, Lucía debe conocer a su padre y con respecto a Hunter, él es solo mío porque la loca de su madre está más muerta que viva — mascullo.
Uno de los peores errores de mi vida fue aliarme con la loca de Alana, conocerla fue mi perdición y destrucción, por eso la primera orden que había dado fue que terminarán con su vida, de seguro que a esta hora ya estaría más que muerta.
— Son mis hijos, solo míos maldito psicópata — exclama.
No recordaba que ella fuera así, siempre fue más sumisa ahora que quiera enfrentarme, me cabreaba bastante, debía demostrarle de nuevo quien manda.
— Dannita de mi corazón — digo con ironía. — Deja de hacerte la guerrera porque cuando menos lo esperas voy a encontrarte, sufrirás tu impertinencia y verás como me llevo a mis hijos para que nunca más los veas — agrego con seguridad.
— No te tengo miedo, antes que toques a mis hijos voy a ser yo la que te mate — me responde.
Sonrío al escucharla. — Nos vemos pronto, cariño, cuida a nuestros hijos — digo para cortar la llamada. No podía hablar mucho tiempo con ella, si su teléfono estaba intervenido podían dar con mi paradero, por eso saco el chip para tirarlo en la chimenea.
Todavía no es momento de volver, de a poco dejaría que piensen que me olvidé del tema porque mí jugada será cuando menos lo esperan.
Nadie podrá salvar a Danna de su destino, ahora que pienso no iba a matarla porque no hay mejor manera de verla sufrir que cuando le quite a nuestros hijos y no sepa nunca más nada de ellos, ese será mi castigo para ella.
* Dieter no está muerto y por eso quería hacer este capítulo. Lo seguimos odiando más que antes.
Los próximos capítulos entraremos de nuevo al infierno.
Nos vemos el viernes ❤️
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Redimirse (2° SAP)
RomanceSegunda historia de la Saga Atracciones Peligrosas (SAP) Ella vivió un pasado tormentoso, dónde le quedó dos hermosos regalos que son su mayor tesoro en su vida. Para Danna su mundo son sus hijos, lo demás no importa. Él es el segundo al mando, la s...