Suk observaba a la parejita que conversaba sobre algo que él no alcanzaba a escuchar, su amigo parecía sentirse cómodo con Alejandra, bueno, cómodo y embobado. Le pareció que eran como polos opuestos, su amigo: suave, inocente, sincero, gracioso y juguetón; ella: sensual, de temperamento imponente, altiva y sin pelos en la lengua para decir lo que pensaba. Se preguntaba qué podría salir de esa mezcla tan extraña y le causaba algo de gracia imaginárselo.
Ingresaron al lugar y se sentaron en una mesa, está demás decir que Yong Hwa se apresuró a sentarse al lado de Alejandra totalmente ajeno a la incomodidad de Paola al caer en cuenta que no le quedaba otra opción que sentarse junto a Suk, no era que le desagrada, era más bien que no sabía cómo reaccionar a su cercanía, no sabía cómo manejar la corriente que se apoderaba de su cuerpo cuando era conciente de la calidez que aquél cuerpo desprendía, su perfume varonil que le llenó los pulmones, la frescura y elegancia que emanaba con cada movimiento aunque él también se encontrase nervioso.
Cada uno pidió su sabor favorito y al principio el incómodo silencio se hizo presente, ninguno de ellos tenía idea de qué decir.
- Así que… ¿vinieron de vacaciones? –fue Alejandra quien se dispuso a romper el hielo.
- Mmm, algo así –dijo Suk y Yong Hwa dejó salir una risita
- En realidad Kurt y yo vinimos a prevenir una catástrofe –dijo riendo, a lo que Suk lo fulminó con la mirada.
- ¿Catástrofe? –cuestionó Alejandra
- Temíamos que Suk cometiera alguna burrada como lanzarse de un puente o colgarse de alg –no pudo decir más porque el aludido estiró el brazo y le tapó la boca, las mujeres intercambiaron miradas y terminaron riendo ante lo gracioso de la escena. Aunque a Paola le pareció que algo de serio había en aquella broma. Comenzaron a hablar de lo bonita que era la ciudad, Alejandra les recomendaba sitios interesantes para conocer y comida rica que deberían probar antes de irse.
Paola comentaba algunas cosas, pero estaba más concentrada en su helado de fresa, o eso creía ella, lo cierto es que se había quedado pensando en lo que en su imprudencia Yong Hwa reveló, tan concentrada en su pensamiento que al llevarse un bocado a la boca se quedó mordiendo la cuchara, acto que no pasó desapercibido por Suk, que miraba embobado envidiando al objeto aprisionado entre aquellos suaves y húmedos labios, tragó saliva y apartó la mirada para no terminar cometiendo una locura.
- Yo lo encuentro divertido, ¿qué te parece Suk, vamos? –pero Suk parecía encontrar muy interesante el florero de la mesa porque se quedó viéndolo sin prestar atención a sus palabras –Suk, ¡hey!
- ¡Ah, sí claro! –improvisó, porque no tenía idea de lo que estaban hablando.
- ¡Genial! –aplaudió su amigo
- Yo… no creo que pueda ir –francamente Paola no se hacía a la idea de pasear por ahí como si fuera una cita doble
- Vamos Pao, hace mucho que no salimos, una caminata por las cascadas en la montaña será perfecta para respirar aire puro, será en tu día libre, necesitas relajarte y hacer algo además de trabajar –rogó Alejandra –además, si te parece raro que vayamos los cuatro, podemos invitar a Diana para que nos acompañe, ¿si? –y le hizo ojitos a su amiga quien suspiró en resignación.
- Y nosotros traeremos a Kurt –agregó entusiasmado Yong Hwa
- Ok, pero ya vámonos porque tengo mucho que hacer –dijo Paola recogiendo su mochila.****************************
Ambas amigas iban de la mano por toda la tienda, una Alejandra muy entusiasmada como niña en tienda de dulces, tiraba de Paola para todas partes ayudándole a buscar ropa para ella y Paola parecía un maniquí probándose todo lo que su amiga le ponía en frente. Llevaron varias prendas al probador para probarse cada uno de los atuendos y modelaban frente al espejo halagándose la una a la otra.
- ¿Es todo lo que piensas comprar?, al menos lleva una muda más
- Ale, no puedo darme el lujo de llevar más por el momento, tres mudas serán suficientes y las puedo combinar, te prometo que el próximo mes compraré lo que sienta que me haga falta.
- De acuerdo, dejaré que formes tu estilo de a poco, no olvides que debes vestir algo cómodo el día de la excursión –dijo guiándole un ojo
- Ay Ale, ni sé por qué acepté esa locura de ir de excursión contigo y con esos hombres que apenas conocemos
- ¡Miren quién habla ahora!, si mal no recuerdo eras tú la que suspiraba por ese guapo escritor que ni siquiera habías visto ¿y ahora que lo conoces te hechas para atrás?, no mi amiga, necesitas conocer gente, abrir tu mente para hacer amistad con la gente real y no solamente con los personajes ficticios de las historias que lees.
- Lo sé Ale, pero no es algo que me resulte tan fácil como a ti.
- No pongas excusas y hazme caso, además, se nota que ese escritor de pacotilla anda que se le cae la baba por ti, Yong Hwa me dijo que se la pasa hablando de ti –le dijo con una mirada sugerente con una ceja levantada.
- ¿Qué?, ¿en qué momento te dijo todo eso?
- Pues… anoche que me llamó por teléfono –y sonrió algo ruborizada
- ¡Ale!, ¿hablaste con él un par de veces y ya le diste tu número?, no, no, no, espera ahí, ¿te acabas de sonrojar?, ¿desde cuándo te sonrojas? –y miró a su amiga como si acabara de ver un extraterrestre.
- Yo, yo no me sonrojé –dijo Alejandra poniéndose seria y tocándose ambas mejillas con las manos, como si ella misma no fuera consciente de sus propias acciones, como si acabara de descubrir una función de su cuerpo que antes no conocía.
- ¡Pero si pareces un cherry!, tus mejillas tienen un rojo que nunca te había visto –dijo mirándola más de cerca y poniendo en dedo índice apenas, como si estuviera tocando algo raro.
- ¡No es cierto!, ¿o sí?, ¡ay Pao, quítamelo, quítamelo! –dijo zapateando en el mismo lugar y sacudiendo sus mejillas con las manos como si quisiera quitar un bicho.
- Ale…¿ese muchacho te gusta?
- ¿Me gusta? –puso cara de que ella misma se sorprendía con aquello -¡oh cielos, me gusta! –tomó su cabello entre sus dedos y apretó
- No es la primera vez que te gusta un hombre Ale, siempre parece que fueras la cazadora y los hombres tus presas, te gusta alguien y de repente te aburres de él, te he visto salir con muchos pero nunca te había visto sonrojada, ¿qué es diferente ésta vez?
- Es que… los hombres siempre están dispuestos a una relación sin compromisos, a coquetear y alagar tu cuerpo, a dar un beso o más y hacer como si no te conocieran, buscan contacto físico lo antes posible y no quitan los ojos de tus atributos hasta que consiguen lo que quieren y luego van a la conquista de otra mujer, ¡todos son iguales!... o al menos eso creí hasta que… éste hombre no mira mi cuerpo Pao, él mira mis ojos y se queda embobado, es como si él viera algo dentro de mí y eso lo atrajera, como si le gustara lo que ve en mi mirada, su trato es tan suave, tan gentil que sus palabras son caricias para mi alma, sus gestos inocentes le dan esa frescura que lo hace parecer un adolescente y me hace sentir como una quinceañera conociendo a un muchacho por primera vez.
Y Paola lo vio –vio a su amiga como nunca antes, con una mirada limpia, carente de la soberbia y desconfianza que estaba acostumbrada a ver en sus ojos, la vio sonreír como si fuera una niña, con ese bello tono rosado en sus mejillas.
- Ale, ¿te enamoraste?
- ¿Yo?, b-bueno, yo no sé lo que está pasando por mi mente –sacudió la cabeza para despejar aquello que la estaba abrumando –hablemos de eso luego, vamos a pagar por toda ésta ropa que aún debemos ir a recoger tus lentes –y sacó a su amiga de esa tienda antes de que le hiciera más preguntas.***********************
Acá estoy de nuevo hermosas, las abandoné porque estuve internada en el hospital, el covid casi me manda para el otro mundo. Gracias a Dios estoy en casa ahora, pero la recuperación es lenta y dolorosa porque además sufro de una anemia que me deja sin fuerzas. Hoy no podré etiquetar a las personitas que me comentaron, estoy que me caigo del sueño, pero promesa que les dedicaré el próximo capítulo. Cuídense mucho, coman bien y no se me enfermen, las amo❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️
ESTÁS LEYENDO
MI ÁNGEL, MI INSPIRACIÓN /Jang Keun Suk♥️
FanfictionJang Keun Suk es un famoso escritor al que rompieron el corazón, de repente sus libros sólo cuentan historias tristes, viaja a latinoamérica para huir de la presión y la tristeza, ahí conoce a una bella rubia que es muy descuidada con su aspecto, pa...