CAPÍTULO 23

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Como a eso de las tres de la tarde alcanzaron la cima de la colina, llegaron algo cansados por lo que se detuvieron a tomar aliento un momento.

- ¿Les parece si hacemos equipos para montar las tiendas? –sugirió Kurt

- Ale y yo armaremos las tiendas –dijo rápidamente Yong Hwa

- Paola y yo buscaremos leña para el fuego –agregó Suk, a lo que la rubia lo miró sorprendida mas no se opuso.

- Genial, entonces éste fortachón y yo prepararemos los sándwiches y sacaremos los malvaviscos –dijo Diana dándole una fuerte palmada al brazo musculoso de Kurt y éste no pudo evitar soltar un leve quejido para luego sonreír ante el gesto de la muchacha que lo miraba con los ojos brillando en ilusión. 

Se dispersaron cada pareja a sus labores asignadas, Alejandra y Yong Hwa se pusieron manos a la obra, sonriéndose tímidos mientras torpemente intentaban fingir indiferencia cuando sus manos se rosaban al ensamblar las varillas de la primera tienda, ambos con el corazón acelerado tratando de entablar una conversación casual sobre sus pasatiempos favoritos, música, comida, colores, mascotas, etc.

Diana reía por los malos chistes de Kurt, chiste que a otros les hacía voltear los ojos por lo malos que eran, pero que a la chica de sonrisa infantil le parecían graciosos justamente porque no tenían gracia. Él agradeció internamente que su pequeño público aplaudiera mientras se reía zapateando con ambos pies, pocas veces se había sentido tan aceptado como en ese momento, porque vamos, la gente halaga lo mejor de uno pero no siempre celebra sus falencias o defectos. Sonrió mientras cortaba los panes sobre una de las mesas de madera que ahí había y apreciaba la sincera y divertida conversación de su nueva amiga que frente a él cortaba un tomate en rodajas.

En otra parte de ese bosquecillo, una desconfiada Paola recogía ramitas secas tratando de mantener distancia de un entusiasmado Suk que la seguía tanto como ella se alejaba mientras se hacía al desentendido recogiendo ramas para hacer una buena fogata. La miraba de reojo, ¿era normal que se viera tan bien luciendo esa ropa holgada?, ¿era normal sentir su aroma a cerezas a más de tres metros de distancia?

- ¿Me estás evitando? –soltó de repente con una sonrisa

- ¿Por qué habría de evitarte?, no te tengo miedo –dijo ella sin más demostrando total serenidad aunque por dentro su cuerpo hormigueaba ante la cercanía y el hecho de estar solos. 

- Miedo no, ¿qué tal nervios? –dijo socarrón

- ¡Já!, vaya confianza la suya, deje de ser presumido que su fama y su fortuna no me deslumbran ni me hacen temblar –respondió con la suficiencia y seguridad que había ganado al verlo babear por ella en el río.

- Ya Paola, deja de hablarme formalmente por favor, me hace sentir viejo –se quejó con un puchero y ella pareció pensárselo.

- Lo haré con una condición.

- La que quieras –sonrió- Que me cuentes... -dudó un instante -¿por qué tus últimos libros tienen finales tan tristes o trágicos?, no me malinterpretes, creo que todos tus libros son maravillosos y atrapan desde el primer capítulo pero...los primeros eran tan luminosos y con finales tan hermosos que me desconcertó la oscuridad y la tragedia que tenían los últimos.

La sonrisa de Suk desapareció lentamente, tragó saliva y bajó la mirada a alguna parte frente al suelo que pisaba, Paola se detuvo ante la reacción y se arrepintió un poco de haber preguntado al notar melancolía en aquellos ojos que hace un momento estaban brillando y ahora parecían opacarse.

- Lo siento no quise...

- No –la interrumpió serio –está bien que preguntes, creo que es hora de sacarlo, como fan y lectora de mis historias te mereces al menos una respuesta –sonrió un poco mirándola con el montón de ramas aún en sus manos.

- Sólo era curiosidad, no estás obligado a contestar –dijo dulcemente

- Sólo puedo decirte que últimamente las cosas no han salido como yo esperaba, que las personas que yo amaba no eran lo que imaginé. ¿Sabes? -comenzó sin mirarla, recogiendo ramas secas mientras hablaba -los escritores no sólo escribimos y narramos fantasía, en cada libro vertimos un poco de nuestra propia alma, un poco de nuestros propios sentimientos, un poco de nuestros sueños, de nuestra realidad mezclada con fantasía. A veces escribir no es sólo un pasatiempo o una profesión, sino también un refugio, un medio de escape para el corazón, pero a veces el dolor es tan fuerte que nos persigue y nos alcanza aún dentro de ese refugio, es entonces cuando las historias se tiñen de melancolía y la tragedia alcanza también a los personajes. 

Se agachó para recoger una más pero, tal vez agobiado por el peso del amargo recuerdo, se quedó en cuclillas dejando las ramas ahí y suspirando para tomar algo de aire para conseguir algo de alivio, alivio que sólo llegó cuando sintió dos brazos rodeándolo por la espalda. Al principio se tensó ante el toque, pero luego sintió cómo el frío que, hasta ese momento no sabía que tenía en el alma, se fue transformando en una oleada de calidez que lo sumió en una profunda paz. Cerró los ojos y tomó una bocanada de aire impregnado del aroma a cerezas de la rubia, aroma que inundó sus pulmones al instante. No supo en qué momento Paola se había acercado tanto, tal vez conmovida por sus palabras, tal vez curiosa de escuchar un poco más, había dejado de lado su timidez para acercarse despacio y sin más aviso abrazarlo con la sincera intención de consolarlo, de aliviar su herido corazón y quizás también el suyo propio.

❤️ ❤️ ❤️ ❤️ ❤️ ❤️ ❤️ ❤️

Hermosas lectoras, me disculpo por haber desaparecido, mi papá se lastimó seriamente la espalda hace tres semanas y estamos haciendo lo posible para que sane pronto. Acá les traigo un capítulo más que espero que les guste.

Dedicado a las damitas que comentaron el capítulo anterior :

NOPregunten

gigiarevalo311

Jung-Hanna

KimNormal

OneMoreUser

PorcelainDollon

Amy_Cash

Muy agradecida por las lecturas, los votos y comentarios.





MI ÁNGEL, MI INSPIRACIÓN /Jang Keun Suk♥️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora