CAPÍTULO 10

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Increíblemente, Sukkie estaba despierto y bien vestido muy temprano, desde que había entrado en depresión le costaba quedarse dormido por la noche y por la mañana se levantaba muy tarde. Generalmente eran sus amigos quienes a punta de tirones y regaños lo sacaban de la cama, pero hoy no, estaba ya sentado junto a su ventana contemplando la salida del sol, los últimos meses había estado tan absorto en su tristeza que había olvidado lo que se sentía respirar el aire matutino y ver cómo el paisaje se iba iluminando con la salida del astro rey.
¿Qué estaría haciendo Ha Neul en ése momento?
¿Lo echaría de menos?
¿Lo había olvidado?
¿Ya se habría casado?
Su mirada se perdió en la nada, como si viendo al vacío pudiera encontrar respuestas a sus tormentosas preguntas, tragó saliva sin lograr que eso se llevara el nudo en su garganta que le dolía, que se había quedado atorado desde el día en que ella le dijo que no podía seguir con él, que no podía ir contra la voluntad de sus padres. Algo en él estaba quebrado y no había distracción que lo alejara de ese dolor, el paisaje hermoso que debía sanar su dolor sólo lo lastimaba más, porque él se imaginaba disfrutar de aquél lugar con ella, con Ha Neul, estar sólo no tenía sentido para él, era absurdo y aburrido.

Los toques en la puerta lo sacaron de sus pensamientos, se giró y avanzó para abrirla, sin saber si agradecer la interrupción por sacarlo de sus pensamientos tristes o enfadarse por la misma razón. Al abrir se encontró con esos ojos, aquellos que día antes lo habían mirado suplicantes pidiendo disculpas por haberlo tirado al piso, por un segundo sólo se miraron, hasta que ella bajó la mirada tímidamente.

- Buenos días señor, ¿puedo limpiar su habitación? –dijo tratando de sonar segura.

Él solamente se apartó un poco dándole paso para que entrara, ella lo tomó como un sí y pasó, está demás decir que se puso nerviosa porque él no abandonaba el lugar para dejarla trabajar, a lo que ella confundida no sabía por dónde empezar, él sólo volvió a mirar por la ventana, tal vez en un intento de encontrar ahí fuera algo que le pudiera llamar la atención. Paola sólo se limitó a ordenar y limpiar, pero estaba nerviosa, no notó cuando tiró un portarretratos de la mesita de noche, sólo entró en pánico cuando oyó el cristal romperse y se quedó congelada en su sitio sin saber cómo reaccionar cuando él se acercó.

- Te lo pregunto en serio, ¿no tienes algún problema mental?, ¡acabas de romper el retrato de mis padres! –dijo perdiendo la calma al ver el preciado objeto hecho trizas en el piso.
- L-lo siento señor –se apresuró a decir –fue un accidente, lo siento tanto
- ¿Un accidente?, ¿cómo el de ayer?, es que no creo que andes de error en error, empujando gente y rompiendo cosas niña.
- Yo puedo limpiarlo, la foto no está rota, sólo el cristal –dijo arrodillándose para recoger el desastre, pero él la apartó bruscamente en cuanto ella tomó en sus manos algunos trozos, cayendo sentada en el piso.

- ¡No toques nada por favor y sal de aquí!

Lo siguiente que ella oyó, fue que él llamaba a alguien de la administración para quejarse y pidiendo que le manden a alguien competente. Estaba perdida y lo sabía, en eso entró Kurt quien, al estar en la habitación contigua, escuchó a su amigo vociferar enojado y se apresuró a ver qué pasaba, sorprendiéndose al encontrar a la misma muchacha, asustada y llorando sin consuelo. Se conmovió profundamente al ver las lágrimas de ella y no pudo contener sus impulsos de abrazarla para darle consuelo, mientras Suk seguía dándole un sermón con el rostro endurecido.

- ¿Estás loco Suk?, ¡ya cálmate por favor, la estás asustando!
- ¡Es un desastre Kurt!, ¡mira lo que hizo! –dijo señalando con una mano los pedazos de vidrio en el piso.
- ¡La foto está perfecta Suk, sólo es un portarretratos el que se rompió!, ¡estás haciendo un escándalo por un objeto que puedes comprar por tres dólares! –dijo señalando al mismo lugar.

Recién entonces se dieron cuenta de que habían gotas de sangre entre las astillas, Suk miró a la chica y ella escondía en su mano izquierda los dedos de la derecha, en tres pasos acelerados se acercó a ella, quien aún más asustada se encogió en los brazos de Kurt. Sin ningún cuidado agarró la mano de la chica y la miró, se había cortado y en efecto estaba sangrando profusamente.
¡Rayos!
Se llevó la mano a la cabeza peinando con los dedos su cabello y agarrando con fuerza en señal de frustración, algo parecido a remordimiento se instaló en su pecho y el reproche en la mirada de su amigo, obviamente dirigido a él, no le ayudaba en nada. Soltó un suspiro derrotado.

- La llevaré para que la atienda un médico –dijo Kurt saliendo con ella, entró otra muchacha, seguramente enviada por la administración después de la llamada que él hizo.

Suk no pudo concentrarse en nada más en lo quedó del día, se sentía enojado, pero no con la muchacha, sino con él mismo, ¿en qué momento se había convertido en alguien tan impulsivo?, definitivamente se sentía como un ser despreciable. Yong Hwa se mostró comprensivo con él y trató de distraerlo llevándolo a tomar un café fuera del hotel, escuchándolo cual si fuera su psicólogo, sin juzgarlo y buscando sólo que se desahogara.
Kurt por su parte estaba molesto con él, después de acompañar a la muchacha y dejarla en manos de sus compañeras, se encerró en su habitación y no quiso dirigirle la palabra. Se enfadó más al día siguiente al enterarse de lo que ya veía venir, la habían despedido…

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Siento haber demorado, estoy algo ocupada por el trabajo, gracias por esperar y espero que les guste el capítulo aunque está algo corto. Las amo❤️❤️❤️

MI ÁNGEL, MI INSPIRACIÓN /Jang Keun Suk♥️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora