MI ÁNGEL, MI INSPIRACIÓN /Jang Keun Suk♥️

CAPÍTULO 15

Saluditos para: @Mia-fernandez000 @EstephaniAymara @MinaJhonson  @Apriljks  @VeniAymara   

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Alejandra no era una persona que acostumbrara expresar muy seguido sus emociones y sentimientos, era más el tipo de mujer práctica, a la que le gustaba trabajar tanto como le gustaba divertirse, sin duda tenía el corazón cálido y sensible, pero se le había hecho costumbre esconder esa faceta suya. Había crecido viendo cómo su madre era maltratada y engañada por su padre, quien aprovechando que era bondadosa y sentimental, iba y volvía de su vida constantemente, la engañaba, la trataba mal, se iba y tiempo después cuando se quedaba solo regresaba como si nada y por supuesto ella lo perdonaba dispuesta a seguir siendo maltratada. Alejandra se prometió no correr con la misma suerte y desde muy pequeña se entrenó a sí misma para no mostrar debilidad, se mostraba segura y fuerte todo el tiempo, decía lo que pensaba sin miramientos, caminaba con porte y sensualidad casi siempre en tacones, perfumada y vestida de manera que paraba el tráfico, su pelo cambiaba de color cada cierto tiempo y no escatimaba gastos para llevar hermosos accesorios y perfecto maquillaje cada vez que salía a la calle, aunque fuera para comprar el pan en la tienda de la esquina.

Lo cierto es que, a pesar de su imagen siempre impactante, su corazón escondía la inseguridad de no ser amada como ella quería, de ser utilizada y desechada como su madre, eso la llevó a cerrarse y no involucrarse seriamente con nadie. Los hombres se sentían atraídos hacia ella, pero cometían el error de ir demasiado rápido con el contacto físico, ella reaccionaba como si perdiera el interés, pero en realidad por dentro se asustaba y por lo mismo dejaba de frecuentar los encuentros hasta alejarse completamente.

Se podría decir que Paola y Alejandra eran dos polos completamente opuestos, ¿por qué eran amigas siendo tan diferentes?, justamente porque la una encontraba lo que le faltaba en la otra, de alguna manera se sentían como dos mitades de una misma persona y tal vez el equilibrio entre ambas formarían una mujer perfecta, pero eran dos seres diferentes y no había manera de ser una sola. En ello iba pensando Alejandra al salir del edificio, cuando se topó con algo que no imaginó encontrarse.

- ¿Buscan a alguien? –preguntó al ver a los dos hombres que claramente iban tocar uno de los timbres pero que dudaban cuál.

- Emm, ¿usted vive aquí?, buscamos a Paola –dijo uno de ellos visiblemente impactado por la belleza de la mujer y recorriendo disimuladamente el cuerpo de ésta.

- ¿Uno de ustedes es el escritor Jang Keun Suk? –dijo poniendo cara de pocos amigos y cruzando sus brazos, sospechando de quiénes se trataría.

- S-soy yo –dijo el otro que no había hablado aún

- ¿Así que usted es el idiota que hizo llorar a mi amiga? –le dijo hablando con los dientes apretados -¿al menos es consciente de todo el sufrimiento que le ha ocasionado?, ¿acaso su madre no le enseñó a tratar a las mujeres? –y le dio un golpe en la frente con la palma de la mano, logrando una expresión de sorpresa en ambos hombres.

- ¡Hey, por favor pare señorita!, me lo va a dejar más idiota si lo golpea en la cabeza –dijo Yong Hwa poniéndose en medio, mientras Suk se frotaba la frente sorprendido pero bien consciente de que se lo merecía.

- ¿Qué hacen ustedes dos aquí?, les aseguro que si vienen a molestarla los demandaré por acoso –amenazó acercándose a Yong Hwa el cual llevó la cabeza atrás ante la repentina cercanía, por un instante se perdió en la mirada de esos imponentes ojos color avellana y olvidó respirar, a lo que Alejandra lo miró extrañada, dándose cuenta de que había invadido su espacio personal, sintiendo la respiración contraria rozar su cara. Ella suavizó la mirada, se alejó un paso aclarándose la garganta sin quitar la vista del que recién recuperó el aliento para contestar, pero no lo hizo porque Suk tomó la palabra al observar que su amigo estaba como ido.

- A-bueno, la verdad es que yo sólo vine a disculparme de Paola, sé que fui muy torpe y grosero. Si pudiera ayudarme se lo agradecería, yo sólo quiero tener la oportunidad de decirle que lo siento –Alejandra levantó las cejas por aquello que no se esperaba, pero rápidamente recuperó su expresión de molestia y respondió

- Si quiere disculparse tendrá que esperar a mañana, ahora mi amiga está descansando, trabaja durante la noche y debe dormir, así que si me disculpan –les dedicó una mirada y con elegantes pasos se alejó de ellos haciendo resonar sus tacones con cada paso, Yong Hwa se le quedó viendo, observando el contoneo de sus caderas y el movimiento de su melena agitada por la brisa. No fue hasta que sintió un codazo en sus costillas que se dio cuenta de que la estaba mirando con la boca abierta.

- ¿Te traigo un barril para recoger tu baba? –le dijo Suk con expresión de burla.

- No sé de qué hablas.

- Ajá, seguro que no, si de milagro tu mandíbula no toca el piso.

- Es en serio Suk, es sólo que era mujer sí que sabe cómo intimidar, ¿la escuchaste?, ¿viste su mirada?

- Lo único que vi fue que te quedaste embobado frente a una mujer que debería darte miedo –dijo Suk y se sentó sobre la acera

- Sí me dio miedo, pero también curiosidad, la verdad es que nunca conocí a alguien que fuera capaz de ser tan hermosa e intimidante al mismo tiempo, ¡wow!, definitivamente me impresionó.

- ¿Ahora eres masoquista! –bufó

- No soy masoquista, sólo sé reconocer a una mujer interesante a la primera, no como tú que se amarga y no sabe apreciar lo bonito de las chicas.

- Golpe bajo Yong, deja de recordarme lo estúpido que fui y ayúdame a pensar en algo para disculparme de Paola –se puso de pie y empezó a caminar por donde vinieron.

- ¿No que te ibas a disculpar? –lo siguió

- Ya oíste a su amiga la mandona, está dormida y debe descansar, regresemos al hotel para pensar en una manera de arreglar éste lío.

- ¿Y por qué debo ayudarte yo a pensar en algo?, tú solito te metiste en esa bronca.

- Porque si me ayudas tal vez puedas volver a ver a la "hermosa intimidante" –dijo con sarcasmo.

Definitivamente lo ayudaría, por nada del mundo podía perderse esa mirada que minutos atrás le había robado el aliento, sonrió ante la idea y siguió a su amigo.

Suk por su parte, tenía un desorden de ideas en su cabeza, la amiga de Paola le había mencionado que tenía que trabajar durante la noche, ¿dónde lo haría?, no tenía idea, pero sabía dónde encontrarla en la mañana, así que no perdería tiempo y trataría de sorprenderla para ganarse su perdón. 

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Hola hermosas, ¿me extrañaron?, bueno pues al parecer la historia tiene vida propia y toma su propio rumbo. Empiezo a escribir con una idea y de repente la cosa toma una dirección que ni siquiera estaba en mi cabeza, sorprendiéndome a mí misma. De todas maneras espero que la disfruten. 🤗♥️