CAPÍTULO 18

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- Ya veo el humo salir por tus orejas Suk, ¿qué pensamiento está sobrecalentando tu cerebro? –preguntó Yong Hwa acercándose a la mesa donde estaba su amigo con la barbilla apoyada en sus manos, mirando hacia la nada como perdido.

- ¿Eh? –Se sobresaltó como despertando de un trance

- No me digas que "ojos bonitos" tiene algo que ver –dijo sentándose

- Pues sí –soltó un suspiro –justamente es ella la que me tiene intrigado

- Rayos, parece que te volvió a batear, ¿hablaste con ella?, ¿te disculpaste?

- ¿De qué hablan? –Kurt acababa de llegar y también se sentó, habían quedado de almorzar juntos como casi siempre.

- Ah, creo que a Suk lo batearon –dijo en tono de burla

- ¡No me batearon!, simplemente que no fue lo que yo esperaba. La esperé en la puerta de la cafetería donde trabaja le di las flores y me disculpé, pero ella estaba a la defensiva, se enojó por los lirios rojos porque al parecer regalar esas flores significa seducción y no las disculpas que yo quería pedirle –bufó frustrado agarrando sus cabellos, a lo que Yong Hwa chasqueó con la lengua negando con la cabeza en señal de desaprobación

- No puedo creer que no sepas que son los lirios blancos los que debes regalar para pedir perdón, debiste preguntar al menos.

Un mesero se acercó para tomar la orden, los tres pidieron, aunque Suk lo hizo de muy mala gana, como si no tuviera apetito.

- Así que... ¿ella trabaja en una cafetería? –preguntó Kurt algo curioso

- Sí, la fui a buscar, me trató con tanta frialdad y ni siquiera me aceptó las flores

- Bueno, si la trataste con la sutileza que usas siempre que la vez, entonces no la juzgo, yo también te mandaría a la fregada con un pasaje de ida sin vuelta mi amigo –dijo Kurt con una sonrisa torcida

- Lo entendería si así fuera, pero les aseguro que fui educado y gentil

- ¿Al menos aceptó tus disculpas?

- La verdad es que ni siquiera respondió a eso, se ofendió por mi supuesta intención con las flores y ya ni me contestó –soltó un suspiro arrugando la nariz

- ¿Y qué esperas para ir por tu respuesta?, no puedes simplemente rendirte, debes reconocer que esa muchacha te trae de cabeza y que obviamente no vas a volver a dormir tranquilo mientras no consigas su perdón –dijo Yong Wha seriamente, Suk frunció la frente con la boca abierta.

- Oye, ella no me trae de cabeza –dijo desviando la mirada –me impresionó pero...no es que me traiga mal, es decir... ella es guapa, qué digo guapa es hermosa, a pesar de sus horribles gafas tiene unos ojos que taladraron en mi cordura desde el primer día que la vi, unos labios carnosos, una figura de ensueño y su pelo dorado... esa mujer es la tentación personificada, no sólo por su físico sino por su personalidad profunda y misteriosa, francamente me vuela los sesos –suspiró dejando caer su frente sobre la mesa

Kurt y Yong Hwa se miraron como si ya se hubieran esperado aquella confesión, aunque Kurt agachó la mirada con algo de incomodidad, esto se iba a complicar para él, todo dependería de la reacción de Paola. El mesero regresó con la orden y todo se veía delicioso, el único que no se atrevió a tocar la comida fue Suk.

- Ya come Suk, te me vas a desinflar y no me gustas así, necesitas energías para insistir con Paola, de seguro que está a punto de salir de su trabajo, debes alcanzarla –a Suk le gustó la idea y empezó a comer lo más rápido posible. No se fijó que Yong Hwa también se estaba atragantando con la comida.

Ni siquiera terminó de masticar su último bocado y ya estaba levantándose de su silla, Yong Hwa no pensaba quedarse atrás y poniéndose de pie lo siguió también con la boca llena, Kurt sólo los observó con una ceja arriba mientras seguía comiendo.

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Paola se disponía a salir ya que su turno había acabado, estaba exhausta y lo único que quería era hundirse en su camita y descansar, espera que su padre estuviese en casa sin causar problemas, no quería tener que buscarlo o esperarlo preocupada. Una voz alegre llamó su atención y le sacó una sonrisa.

- ¡Hola Saltamontitos!, ¿ya nos vamos?, recuerda que debemos ir de compras.

- Ay Ale, ¿podemos ir mañana?, es que hoy me siento muy cansada, mañana no tendré que trabajar de noche, incluso me acompañarías a recoger mis lentes –dijo dirigiéndose a la salida seguida de su amiga

- Te entiendo corazón, vamos, al menos te acompañaré a tu ca... ¿y esas flores? –exclamó con los ojos abiertos como platos.

A Paola no le dio tiempo de contestar porque se dio cuenta de que alguien más tenía los ojos clavados en las flores y no precisamente con los ojos como platos sino que con una enorme sonrisa de oreja a oreja. Alejandra miró hacia donde su amiga veía estupefacta y notó a los dos hombres frente a ellas, y el de facciones más sutiles la miraba con insistencia, no como otros hombres la miraban. Cuando ella llamaba la atención de un hombre se daba cuenta de que dirigían los ojos a su cuerpo, recorriéndola de pies a cabeza, pero éste hombre parecía conectar su inocente mirada a sus ojos, sonriéndole con algo de timidez, aquello removió algo que creyó dormido en el fondo de su ser.

- Gracias por aceptar mis disculpas, aunque no fueran con el color correcto de flores –dijo Suk con un brillo indescifrable en sus ojos, a lo que la aludida sólo pudo desviar la mirada algo avergonzada.

- N-no es que haya aceptado sus disculpas, sólo que no tuve corazón para dejar las pobrecitas flores en un basurero –disimuló torpemente

- Bueno, entonces creo que tendré que esforzarme más –respondió sin dar señales de querer rendirse ni de desaparecer su sonrisa –las invito a tomar un helado ¿quieren?

- Me parece una grandiosa idea –respondió Alejandra adelantándose y Paola la miró con la boca abierta

- Ale, ¿estás loca? –dijo bajito entre dientes

- Vamos Pao, será breve y luego te acompaño a tu casa ¿sí? –rogó tironeando de la manga de su blusa.

- Sí por favor, acompáñennos además, él paga –dijo Yong Hwa señalando a Suk con una sonrisa traviesa, le ofreció su brazo a Alejandra y ella aceptó sin dudar, a lo que Paola casi suelta la quijada hasta el piso totalmente asombrada.

- ¿Vamos? –tímidamente Suk imitó la acción de su amigo, caballerosamente le ofreció el brazo a la rubia, obviamente ella se negó y comenzó a caminar detrás de la otra parejita, Suk sólo caminó a su lado, definitivamente le iba a costar, pero no se iba a rendir


Hermosas, bellas y preciosas lectoras, acá les traigo actualización. No fue sencillo, me enfermé y después se me borró el capítulo que ya tenía listo, cuando quise publicarlo resulta que sólo tenía la mitad, muy furiosa casi le doy una patada a mi computadora, pero conté hasta tres y lo reescribí. gracias por su paciencia. 

Como siempre, saluditos a las nenas que me comentaron en el capítulo anterior:

TatianaPapamija

Daisy_3un

Mia_fernandez000

Haileysweet786

Apriljks

MinaJhonson




MI ÁNGEL, MI INSPIRACIÓN /Jang Keun Suk♥️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora