MI ÁNGEL, MI INSPIRACIÓN /Jang Keun Suk♥️

CAPÍTULO 7

Él la miró, primero confundido con la frente fruncida, luego algo extrañado cuando la reconoció y finalmente sorprendido al notar que ella estaba sobre él con las manos sobre su pecho, sus ojos fijos en él y sus labios entreabiertos igual de sorprendida. Fue tan solo un segundo que permanecieron así, mirándose fijamente sin reaccionar, tan cerca.

Ella reaccionó primero, retirando su mirada y levantándose torpemente mientras recogía todo lo que se le había derramado, él por su parte no le quitó la mirada mientras lentamente se ponía de pie.

- L-Lo siento, lo siento señor, estaba distraída y no me fijé -dijo ella evitando la mirada y bajando la cabeza muy nerviosa.

- ¿Eres estúpida? -espetó Suk con la frente arrugada mirándola con evidente enojo

- ¿Qué? -preguntó ella, en voz baja sin dar crédito a lo que oía.

- ¿Tienes algún problema mental o algo así?, ¡fíjate por donde caminas!, ¿quieres que ponga una queja con la administración?, ¿quieres perder tu trabajo?

- ¿Eh?, discúlpeme por favor, lo siento de verdad no fue mi intención cometer semejante imprudencia -estaba al borde de las lágrimas pero se limitó a pedir disculpas mientras agachaba la mirada.

Él la miró de pies a cabeza, mientras sus dos amigos se miraban estupefactos ante la inusual reacción del tercero, Jong Hwa le apretó suavemente el brazo, como para darle a entender que ya fue suficiente. Suk pareció entender, a lo que solo quitó la vista de la chica y comenzó a caminar alejándose de ahí.

Ambos amigos lo siguieron en silencio, lo apreciaban y a pesar de su relación tan cercana que parecían hermanos, ellos bien sabían que Keun Suk enojado era algo que era mejor no enfrentar, daba miedo. Sin embargo Kurt dudó un momento y dio la vuelta para regresar donde había quedado la muchacha, tiesa como una estatua, la vio de espaldas y se acercó despacio, cuando estuvo frente a ella no supo titubeó un poco porque no sabía cómo hablarle.

- Emm, siento mucho que mi amigo la haya tratado así, no suele ser así, sólo que éstos días ha estado algo tenso.

- No se preocupe -respondió bajito todavía con los ojos fijos en el piso -yo cometí una falta.

Entonces notó que por sus mejillas corrían un par de lágrimas, la miró sin saber cómo reaccionar, no pudo evitar llevar una de sus manos a la cara de la chica y con su pulgar limpió las gotas en ella. Sintió la suavidad y calidez de la piel ajena, ella lo miró a los ojos y cayó en cuenta de que su comportamiento estaba totalmente fuera de lugar, retiró su mano un poco avergonzado.

- Lo siento, y-yo debo irme, adiós -no dijo más y se apresuró a darles alcance a sus amigos sin esperar respuesta.

*

Ella entró con una cara de desconcierto a la tintorería del hotel, puso las sábanas sucias a lavar, puso el detergente e incluso puso las lavadoras en marcha, pero parecía que su cuerpo hacía todo eso con el piloto automático al mando, porque ella seguía con la mirada perdida y la mente hecha un remolido de dudas y preguntas. Dos de sus compañeras estaban ahí observándola con un enorme signo de interrogación sobre sus cabezas. La más cercana a ella se le acercó y agitó su mano frente a la cara de Paola, tratando de traerla de regreso a la realidad.

- ¿Todo bien? -preguntó suavemente para no asustarla.

- ¿Eh? -respondió mirando a su amiga - estoy bien Dianita, es solo que pasaron algunas cosas extrañas.

- ¿Los clientes te dieron problemas?

Paola no sabía cómo explicar lo que acababa de pasar sin mencionar que prácticamente había robado una foto de la basura de una de las habitaciones y que además conocía a uno de los huéspedes, que el hombre que ella admiraba con todo su ser acababa de gritarle por haberlo tirado al piso, que lo había visto el fin de semana y lo había notado triste. No sabía cómo explicarle todo eso a su amiga.

- ¿Tú conoces a Jang Keun Suk? -Dijo sin más

- ¿Quien?

- Jang Keun Suk, el escritor novelista

- Pao, yo veo novelas ¿pero leer?, qué flojera amiga de veras. La come libros eres tú, yo no le entro a esas cosas -dijo siguiendo en sus quehaceres.

- Bueno pues... entonces no lo conoces. Es un escritor asiático, más específicamente coreano, muy famoso y exitoso.

- ¿Y? -le dijo con el rostro ladeado tratando de descifrar lo que le estaba tratando de explicar.

- Pues que está hospedado en éste hotel -le dijo bajito como si revelara información ultra secreta.

- ¿Y eso te tiene así?, muchos famosos vienen y se hospedan aquí -dijo restándole importancia.

- ¡Ay Diana, tú no me entiendes!

- Bueno no te enojes y explícame

- ¡Literalmente es mi crush!, lo admiro desde que empecé a leer sus libros, no tienes idea de lo románticas y profundas que son sus historias.

- Ohh, ya entiendo, entonces tu crush está hospedado aquí, lo viste y por eso perdiste la cabeza.

- Básicamente -soltó un suspiro

- Bueno pequeña saltamontes, no es como si tuvieras alguna oportunidad con él, somos simples mucamas, así que deja de lado tu romanticismo y ponte a trabajar que nuestra jornada termina pronto y debemos terminar con esto, no querrás hacer horas extra ¿o sí?

Ella no dijo más, se limitó a seguir con sus actividades hasta la hora de salir, pero se quedó pensando en los hechos recientes. Un poco triste porque admiraba al hombre aquél, lo había idealizado por todo lo que había leído sobre él, por sus historias de amor y su forma de expresar sentimientos y profundos pensamientos. Se supone que debería ser un hombre sereno y tierno, de mirada amigable y sonrisa franca, pero al verlo reaccionar de manera tan violenta con ella ya no sabía qué pensar

¿Acaso era una persona diferente?

¿Su personalidad era siempre tan tosca?

¿Por qué ella tenía un concepto tan distinto de él?

Su amigo le había dicho que él por lo general no era así de grosero, ¿su mal humor tendría algo que ver con la foto y aquella carta rota?

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Dedicado con mucho cariño a @EstephaniAymara que me apoya leyendo y votando por cada capítulo. Soy nueva en ésto así que no muchas personas conocen mis historias, pero gracias de todo corazón a quienes gustan de mis locuras plasmadas en mis escritos.