MI ÁNGEL, MI INSPIRACIÓN /Jang Keun Suk♥️

CAPÍTULO 4

Jang Keun Suk bajaba la colina sintiéndose más aliviado, el peso de los últimos acontecimientos estaban haciendo estragos en su salud emocional y mental. Era normal estar bajo presión por su fama y su trabajo, pero estar continuamente enfrentando críticas y comentarios de odio por el mal manejo de su madre, siendo ella su representante, eso realmente le afectó. Pero eso no era todo, era apenas la punta del iceberg. Por eso había viajado tan lejos, era tiempo de respirar aire fresco, ver el mundo con nuevos ojos y superar de alguna manera aquello que le quitaba el sueño y le hacía escribir cosas tristes.
Era un hermoso lugar, sin embargo la brisa refrescante de la mañana parecía no llegar a él, permanecía hermético a todo aquello que debería ayudarlo a aliviarse, simplemente no podía abrirle su corazón a nada que no fuera dolor y melancolía. Mantenía sus pensamientos en aquellos tortuosos recuerdos, hasta que el sonido del celular lo sorprendió, pensó que nadie lo llamaría pero ahí estaba llamada.
- ¿Sí?
- Qué poco cortés estás hermano
- ¡Oh pero si eres tú! – esbozó una sonrisa- la verdad no quería hablar con nadie, pero ya sabes que tú siempre eres bienvenido.
- ¿Ahora estás coqueteando conmigo?
- No digas estupideces que me voy a arrepentir de haber contestado.
- No seas tan amargado y dime por dónde andas que no te encuentro en el hotel
- ¿Qué?, ¿me seguiste? – dijo sorprendido deteniendo su marcha al instante
- No te iba a dejar sólo en un momento tan complicado mi hermano, además no te íbamos  a dejar toda la diversión para ti solo
- ¿Dijiste íbamos?
- Sí, vine con Yong Hwa, así que no nos hagas esperar más y trae tu amargado trasero al hotel.
- Ja ja ja muy gracioso, ya estoy cerca y puedo verlos esperando en la puerta como idiotas.
Suspiró hondo y tragó saliva, no sabía si reír por la terquedad de sus amigos o echarse a llorar por la lealtad que le demostraban. Kurt Jung, más conocido como Big Brother, era un DJ exitoso, pero también el amigo más leal con el que se había topado, era el único que sabía con certeza la situación en la que se encontraba. Eran polos opuestos en realidad, Suk era tranquilo, reflexivo, relajado y meditabundo, Kurt en cambio era osado, enérgico y alegre. A pesar de sus diferencias ellos sabían complementarse y brindar al otro aquello de lo que carecía, tal vez porque entre los dos estaba Jung Yong Hwa, que por su parte era como el punto medio entre ambos, era una persona relajada y tranquila, pero también sabía ser divertido y osado, era un empresario exitoso, serio en el trabajo pero muy risueño fuera de él.
En cuanto se vieron se abrazaron fraternalmente sintiendo alivio frente a la cercanía, entraron al hotel y subieron a sus habitaciones, sus amigos ya habían reservado sus respectivos cuartos ambos lados del suyo.

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Ella sin salir de su sorpresa se quedó por unos minutos esperando a que él se alejara lo suficiente para no ser vista, cuando estuvo segura de que se encontraba totalmente sola soltó el aire que había quedado retenido en sus pulmones sin haberse dado cuenta, salió de su escondite, puso una de sus manos sobre su pecho sintiendo cómo su corazón retumbaba con fuerza en aquel solitario lugar, despacio se fue acercando a aquel sitio donde estuvo sentado su máximo ídolo y recorrió el lugar como si fuera sagrado. Recordó el papel que había sido hecho pedazos y teniendo curiosidad por saber qué había en él para que fuese desechado de ese modo, buscó por el riachuelo, pero el agua ya se había llevado todo rastro, todo, menos un pedacito que se había aferrado a una ramita rehusándose a dejarse llevar por la corriente.
Con sumo cuidado lo recogió entre sus dedos, había algo escrito, la tinta empezaba a correrse por el contacto con el agua pero aún se alcanzaba a leer algo, “es lo mejor para ambos” y más abajo lo que parecía ser la firma “tuya por siempre: Kim Ha Neul”

¿Quién era Kim Ha Neul?

¿Era la razón por la que se lo veía tan triste?

¿Qué estaba haciendo él tan lejos de su país y precisamente en ese lugar tan recóndito?

Demasiadas preguntas en su cabeza y nada que pudiera darle una respuesta, al menos no por el momento.