*Harry: puedo oler el miedo
*Simba: no lo creo— Simba miraba a su oponente, tenía una mirada desafiante y al mismo tiempo de inseguridad, el pudo posar la mira en Nala, en sus hermosos ojos color verde esmeralda—¡Nala! ¡Suban a la roca!— la leona asintió, antes de que se fueran el pudo ver a sus pequeños, en sus miradas se reflejaba el miedo y la culpa.
Simba apartó la mirada de sus hijos al sentir algo caer sobre su nariz, al levantar la vista pudo contemplar como el cielo se torno oscuro y gotas comenzaron a caer. El león más grande y de mayor edad se colocó en posición preparado para atacar a Simba, hasta que una voz lo interrumpió.
*Harry: ¡Dark! ¡Déjalo el es mío!— el león mayor se hizo a un lado, mientras su compañero comenzó a dar vueltas alrededor de Simba, el solo se colocó en posición mientras dejaba ver sus colmillos.
Simba solo lo podía seguir con la mirada,mientras su oponente soltaba una carcajada maquiavélica.
*Dark: ¡Ya no juegues Harry y acaba con el!
Harry al escuchar la voz de su compañero se abalanzó sobre Simba, este sin titubear atacó a su oponente, sus cuerpos chocaron bruscamente por la fuerza ejercida de ambos ejemplares.
La fuerte lluvia impactaba en los cuerpos de ambos leones, las leonas y los cachorros solo podían mirar la escena desde la roca del rey.
Ambos leones luchaban ferozmente, recibiendo zarpasos y mordiscos uno tras otro, ambos leones iban parejos hasta que Simba logró darle un zarpaso a su oponente en el rostro, haciendo que este perdiera el equilibrio y caminara hacia atrás tratando de recuperar la compostura, en esa milésima de segundo Simba miró a su familia quienes lo miraban con preocupación, su rival aprovechó la oportunidad y se abalanzó sobre él comenzó a morder su melena