Simba mostró sus colmillos, en sus ojos se reflejaban la ira que sentía. Nala soltó un grito desgarrador al ver el cuerpo de Adira en un charco de sangre, Sarabi soltó varias lágrimas mientras la ira se acumulaba en ella y Serafina al igual que su hija soltó un grito de desesperación.
*Simba: ¡Nala, Serafina tomen el cuerpo de Adira y llevenlo al reino, y llevense con ustedes al joven Laynus, su madre debe de estar preocupada.
El cuerpo de Nala se encontraba paralizado, así que Serafina se separó del grupo hasta el cuerpo de Adira, pero antes de que pudiera llegar dos leonas le impidieron el paso, provocando que Serafina se colocará en guardia dejando a la vista sus colmillos y dejando salir pequeños gruñidos.
*Simba: ¡Zira, mi hija está muerta gracias a ti! !Dile a tus leonas que se hagan a un lado si no quieres que acabe con ellas!— la leona al escuchar las palabras de Simba hizo un gesto para que sus leonas se hicieran a un lado ya que no tenía sentido cuidar aquel cuerpo sin vida— ¡Ahora suelta a mi hijo!
Serafina aprovechó la oportunidad y se acercó a Adira y a Laynus con lágrimas en los ojos.
*Laynus: lo siento mucho señora Serafina — los ojos del joven león se quebraron en llanto— no hice nada.
Serafina observó el cuerpo de Adira con lágrimas que corrían por sus mejillas.
*Serafina: no es tu culpa Laynus, no tengas miedo, ya estás a salvo— tomo a la cachorra con sumo cuidado, para comenzar a caminar de regreso con un joven Laynus caminando entre sus patas con sus ojos cristalizados al ver el cuerpo inmovil de Adira colgar de las mandíbulas de su abuela, mientras caían al suelo gotas de sangre dejando un rastro detrás de ellos, al llegar con el grupo colocó con sumo cuidado a Adira en el suelo justo en frente de Simba. Este bajo su cabeza examinando el cuerpo de su hija sin decir una palabra le hizo una señal a Serafina que se la llevará.
Simba: ¡Serafina, sabes a dónde ir!— la leona mira a Simba con un pequeño brillo en los ojos, tomo a Adira para luego salir corriendo hasta el reino.— Nala llévate a Laynus
Nala: ¡No!— Nala se encontraba impotente y furiosa la vida de su hijo estaba en juego, y el dolor de haber perdido a su hija la estaba consumiendo por dentro.
Simba: en esas condiciones no puedes estar aquí— el león pelirrojo dejó su puesto para acercarse a su amada para susurrarle algo al oído— ve con Adira, yo haré todo lo posible por salvar a kopa.
Nala sin mucho ánimo obedeció a la orden de Simba, se retiró del enfrentamiento con Laynus a su lado. Zira miró la escena con algo de confución, tomo al principe y se acercó a la pendiente del río con kopa tratando de soltarse de su agarré.
Simba: ¡No lo repetiré Zira suelta a mi hijo!
Zira: vamos Simba, ¿De verdad crees que voy a permitir que tú linaje siga? ¡Tu acabaste con la vida de Scar, ahora yo acabaré con lo que más amas!— la leona soltó una sonrisa petulante y provocativa, ocasionando que sin previo aviso Simba le diera la orden a las leonas de que atacarán al grupo de Zira.
Esta se sorprendió por el acto repentino del león pelirrojo, soltó un fuerte rugido dándole la orden a sus leonas de que atacarán, ambos grupos impactaron con brutalidad unos con otros.
Zira se encontraba al lado del río viendo la cruel y brutal batalla dejando salir una pequeña sonrisa de sus labios. kopa miraba horrorizado la escena en una cuestión de segundos miró a su abuela Sarabi, se encontraba luchando con dos leonas a la ves pero fue interrumpido al sentir que lo habían tomado nuevamente de su piel, al mirar observó a su padre que se acercaba con rapidez hasta donde el se encontraba, la leona lo colocó sobre la corriente del rio, el pelirrojo al ver la reacción de la leona detuvo su avance.
Kopa: ¡Papá! — el joven príncipe se encontraba asustado y adolorido, ya que los colmillos de la leona se enterraban cada vez más en la piel de kopa provocando que corriera sangre por sus costados— ¡Por favor ayúdame, me está lastimando!— Simba mostró sus colmillos al ver a su hijo en ese estado, la leona solo sonreía y miraba a Simba a los ojos mientras enterraba más sus colmillos en la piel del joven príncipe, provocando que este soltará un grito de desesperación y dolor, lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos ya se encontraban hinchados y rojos de tanto llorar.
Simba: ¡Ya basta!— Simba no sabía que hacer caminaba de un lado al otro sin quitarle los ojos de encima a la leona— ¿Qué es lo que quieres?
Antes de que la leona colocará a kopa en el suelo para poder responder fue sorprendida por una de las leonas del reino, la atacó bruscamente Simba se sorprendió al ver de quién se trataba la leona era su madre.
gracias a ese ataque Zira soltó al pequeño príncipe, se encontraba adolorido y atrapado entre las dos leonas y la pendiente. El rey trato de llegar a su hijo con desesperación, kopa notó la intención de su padre y trató de abrirse paso entre la pelea, pudo notar una pequeña salida, rápidamente se acercó a ella hasta que el grito de su padre lo interrumpió.
Simba: ¡Kopa cuidado!
Al voltear pudo ver cómo las leonas rodaban hasta su dirección, trato de esquivarlas pero ya era demasiado tarde y fue empujado a las tormentosas aguas del río siendo arrastrado bruscamente por la corriente, Simba corrió tras el buscando una manera de salvarlo, estaba tan concentrado en rescatarlo que no pudo notar el ataque sorpresa de una de las leonas invasoras, este con un movimiento rápido la arrojó al suelo y con sus enormes colmillos acabo con su vida mordiendo su tráquea, cuando retomo el rescate de su hijo no lo vio por ningún lado solo pudo ver la corriente correr sin descanso.
Simba: ¡Kopa!