La mañana comenzaba y el primero en despertar fue kopa, se encontraba en la punta de la roca del rey emocionado por el encuentro con la joven cachorra que había conocido el día anterior, quería conocerla más hasta llegar al punto de hacerla su amiga, pero mientras tanto se encontraba imaginando sus facciones, lindos ojos cafés, pelaje grisáceo un poco descuidado, una linda voz, su personalidad de superioridad. Kopa se encontraba en plena fantasía hasta que su padre le interrumpió sus pensamientos.
Simba: ¿Kopa que haces despierto tan temprano?
Kopa: nada papá solo veo el amanecer
Simba: alguien se encuentra feliz
Kopa: si ayer conocí a una cachorra de mi edad, me invitó a pasar el día con ella y quería saber si podía ir.
Simba: mmm bueno lo hablaremos con tu madre cuando regrese.
Kopa: Está bien papá.Simba se acercó a su hijo y lo tomo con su pata para lamer su rostro en señal de despedida, el joven solo arrugó su nariz en señal de disgusto ya que no le gustaba que su padre hiciera eso.
Kopa: papá ya estoy grande para estás cosas— Simba solo pudo soltar una pequeña sonrisa al ver el gesto del joven principe.
Simba: kopa no importa que edad tengan tu y tu hermana son lo más importante que tu madre y yo tenemos en esta vida—Kopa solo pudo soltar un pesado suspiro
Kopa: lo entiendo papá pero eso no significa que me trates como un pequeño, yo seré el futuro rey y me tengo que comportar como tal.
La sonrisa de Simba desapareció y su rostro paso a no tener expresión alguna se colocó de pie y sin decir mas se fue a patrullar, kopa no le tomo mucha importancia a la actitud de su padre así que se coloco de pie y entro a la cueva mientras veía a todas las leonas durmiendo el se quedó mirando a sus abuelas y a su madre durmiendo juntas mientras que Adira dormía entre las patas de Sarabi el soltó un pesado suspiro y se dirigió al rincón donde había pasado la noche.
La mañana transcurrió y las leonas se habían levantado con los cachorros para hacer sus obligaciones, salieron de cacería y luego de comer se recostaron en la sombra a disfrutar de la tarde como siempre lo hacían, kopa esperaba impaciente el regreso de su padre mientras los demás dormían, su desesperación crecía sin saber si Tama estaba en el punto de reunión o si ya se había ido por tanto esperar, hasta que por fin la silueta de su padre se vio a lo lejos se acercó al grupo y se acomodo en una roca apartada debajo de la sombra, kopa corrió con emoción mientras su madre lo seguía para recibir a Simba.
Simba se recostó en una roca bajo la sombra se encontraba cansado después de una larga jornada de patrullaje y de mantener el orden en el reino, al levantar la vista pudo ver a su amada reina y a su pequeño príncipe aproximarse a el.
Kopa: ¡Padre!— el cachorro se acercó y le dió sus respetos a su padre con una pequeña reverencia
Simba: ¡kopa! — Simba no se movió de su sitio y se quedó sorprendido con la actitud de su hijo ya que el no era así.
Nala: ¿como te fue mi pelirrojo?
Simba: estuvo bien, todo normal y tranquilo.
Nala: me alegro mucho— Nala se acercó a Simba colocando una de sus patas sobre la roca para poder rozar su cabeza con la de el hasta que su hijo los interrumpió haciendo un gesto que llamo la atención de ambos reyes— ¿Que pasa kopa?
Kopa: con respeto madre, pero se suponía que papá hablaría contigo de algo que le pedí en la mañana— Nala se sorprendió y miró a Simba con curiosidad y duda
Nala: ¿Que pasa Simba?— Simba suspiro para luego mirar al cachorro con un pequeño disgusto
Simba: tu hijo conoció a una joven ayer, quería ir a pasar el día con ella pero le dije que primero tenía que hablarlo contigo.
Nala: ya veo, con razón estuvo extraño todo el día— Nala soltó una pequeña risa— por mi parte no hay problema. ¿Que dices tú Simba?— Simba soltó un pesado suspiro antes de contestar a la pregunta.
Simba: está bien puede ir pero tiene que regresar antes del atardecer.
Kopa: ¡Si.. Gracias padre!— el joven cachorro hizo una pequeña reverencia antes de ir a abrazar a su madre, pero justo cuando lo hacia su pequeña hermana se encontraba sentada mirando la escena de cerca.— ¡Gracias madre!
Adira miro feliz la escena sin saber que ocurría, recibió a su padre para luego averiguar lo que pasaba.
Adira: ¿Que pasa papá?
Simba: tu hermano saldrá por un par de horas mi princesa
Adira: ¿Yo puedo ir?— kopa arrugó su rostro al escuchar las palabras de su pequeña hermana antes de que pudiera decir algo al respecto su madre lo interrumpió
Nala: no mi pequeña tu te quedarás con tus amigos, tu hermano saldrá solo.
Kopa dejo mostrar una enorme sonrisa antes de despedirse de sus padres y darle un pequeño empujón a Adira, haciendo que está se quejara pero antes de que sus padres pudieran decir algo ya el joven se había ido.
Se encontraba en las praderas dirigiéndose al punto de reunión. Hasta que algo detuvo su avance provocando que cayera bruscamente en el suelo.
####: ¡Hola príncipe! Por lo que veo sigues con la guardia baja.
Kopa: ja ja hola Tama
Tama: listo para ir a dónde te planeo llevar
Kopa: ¡Claro, estoy listo!
La joven cachorra de ojos castaños posó su mirada en los ojos del principe el cual se encontraba emocionado. Caminaron por un largo rato hasta llegar al gran cañón, el cual se encontraba el río rebosante y lleno de vida gracias a las pocas lluvias.
Kopa: ¿Tama? Yo no debería de estar aquí
Tama: oh... Vamos príncipe no seas cobarde— la joven le soltó una sonrisa petulante y cínica antes de desaparecer entre las rocas del cañón sin que kopa lo notara—
Kopa: ¡¿Tama, Dónde estás!?
Kopa se encontraba preocupado mirando a su alrededor sin poder encontrar a su nueva amiga hasta que se acercó a la orilla del cañón asomándose por la pendiente pensando que tal vez Tama se allá tropezado y caído, pero solo pudo ver el agua romper contra los muros del cañón. Pero una voz interrumpió los pensamientos del principe haciendo que este se alejara de la orilla y pudo observar como un pequeño grupo de leonas lo rodeaban y le gruñían en modo amenazante, provocando que unas pequeñas lágrimas brotarán de sus ojos aunque esté trataba de reprimirlas. Su corazón latía muy rápido nunca había visto aquel grupo de leonas una que otra con cicatrices, sus pelajes se encontraban maltratados y sucios y un poco delgadas. El grupo daba vueltas a su alrededor de un modo amenazante y desafíante, hasta que una leona mayor un poco descuidada se colocó frente a el con una sonrisa maquiavélica y espeluznante, provocando que el príncipe se congelará de los nervios.
####: ¡Hola príncipe kopa!