Hades Bach.
Érebo Bach.
Seth Bach.
Nix Bach.
Cuatro hermanos que ocultan secretos tan temibles como el mismísimo infierno.
¿Te atreves a conocerlos?
Créditos de la portada a: @Aughostn
Obra registrada en Safe Creative.
Código: 2103017057970
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Nuestras miradas se encuentran tan profundamente conectadas que eso hace que mi organismo tiemble y de un momento a otro mi garganta queda seca. Hades produce tantas emociones en mi interior que a veces me asusta.
Es él quien rompe nuestras conexión de miradas al recorrer con sus penetrantes ojos mi rostro, mi nariz mis mejillas ligeramente sonrojadas y finalmente se detienen en mis labios; al observarlos una sonrisa arrogante se ladea en sus carnosos labios.
Para poder salir de la gran laguna mental en la que estoy por ahogarme sacudo mi cabeza, al tiempo que parpadeo un par de veces.
—Pues... tú eres Rades —replico sin pensar en la gran estupidez que ha salido de mis labios.
Apenas mis palabras llegan a su sistema auditivo sus cejas bajan con extrañes.
—¿Rades? —cuestiona con una pizca de diversión en el tono de su voz.
Soy una verdadera estúpida.
Sin saber que responde bajo mi mirada, clavando mis ojos en las líneas verticales del suelo.
—Olvídalo —respondo, negando con mi cabeza.
Oigo que una pequeña sonrisa lo abandona.
—Charlotte, quiero saber porque me llamaste Rades —insiste.
Trago saliva con dificultad, mientras subo mi mirada para enfrentarlo.
—La verdad es que creo que eres raro y te llama Hades. Por eso en mis contacto te guarde como Rades —confieso sin poder seguir esquivándolo.
Él me observa fijamente y es en ese momento cuando una carcajada cargada de humor estalla de lo más profundo de su garganta.
—Creo que cambiaré... —hace una pausa para controlar su risa —cambiare mi nombre a Rades —se burla sin parar de reír.
No sé porqué, pero escuchar esa risa me hace presentir que desde hace mucho no se reía de verdad y aunque no quiera admitirlo escucharlo reír de esa manera me hace sentir feliz.
Agacho mi cabeza para controlar una tonta sonrisa que se estira en mis labios —no es para tanto —susurro sin dejar de sonreír.
Su risa poco a poco va siendo más débil hasta que se queda en silencio.
—Tú eres la chica con el cabello de fuego y yo Rades —nuevamente se queda en silencio —. No es una buena combinación, definitivamente no la es.
