Hades Bach.
Érebo Bach.
Seth Bach.
Nix Bach.
Cuatro hermanos que ocultan secretos tan temibles como el mismísimo infierno.
¿Te atreves a conocerlos?
Créditos de la portada a: @Aughostn
Obra registrada en Safe Creative.
Código: 2103017057970
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Mi vista se encuentra fija en la puerta que ha sido cerrada de un portazo.
Detrás de Hades le recepcionista se adentra al consultorio del doctor Peter. Mi corazón es casi un volcán apunto de estallar.
—Ese chico se ve bastante mal —comenta la voz de Cameron, señalando con su dedo índice la puerta que fue azotada por Hades.
Trago saliva y lentamente voy girando mi cabeza para mirar a mi hermano —es el hermano de Érebo —informo en voz baja.
La mirada de Cameron se clava en la mía —¿Qué?
Mi hermano se ve sorprendido por lo que he dicho, sus ojos se han abierto más de lo normal y su expresión es de absoluto asombro.
Me arrepiento al instante de haber dicho esto. Estaba segura que ya conocía a Hades como hermano de Érebo.
Enderezo mi cabeza, acomodando mis manos en mi regazo —pensé que ya lo conocías —me limito a decir, sintiendo la mirada de mi hermano enterrada en mi perfil.
—¿Es Hades? —investiga —¿Ese chico es Hades Bach?
Con mis dientes muerdo el lateral izquierdo de mi cachete por dentro de mi boca.
No debí decir nada con respecto a Hades, no es mi problema.
Asiento sin girar mi mirada —pensé que lo conocías —repito, deseando para mis adentros que ya este tema de Hades se acabe.
Conozco a Cameron y sé que pensará que me gusta Hades solo por hecho de haberle mencionado esa estupidez.
Con el rabillo de ojo veo como Cameron guarda su teléfono en el bolsillo de su pantalón, colocando toda su atención en mí.
—¿De dónde lo conoces?
Ya comenzamos.
Juego con mis dedos por encima de mi regazo —vamos juntos a la prepa —contesto.
Hay un breve silencio que es interrumpido por la puerta del consultorio del doctor siendo abierta por la mujer de tacones altos y el paciente que se encontraba dentro del consultorio. La mujer se encamina a la recepción, su puesto de trabajo, mientras el hombre que camina detrás de ella sigue su camino hasta salir del lugar.
—¿Por qué sabes que es hermano de Érebo? —la voz de Cameron vuelve a escucharse.
Exhalo y tomando todas mis fuerzas lo enfrento con la mirada —no, no es lo que piensas, Cameron. Ese chico no me gusta, ni me importa.
Mis palabras salen en un tono firme y hostil, pero en mi cabeza no dejo de pensar que la verdad es que si me importa saber más y más de este chico. Es raro, no obstante, es la primera persona que conozco que me intriga tanto.
Cameron estudia mi rostro.
—Eso espero, Charlotte —su entrecejo se frunce levemente —. No es un buen chico.
